Los pedidos históricos plasmados en justas exigencias vecinales que con el correr del tiempo, marchas y movilizaciones de por medio, se fueron materializando y dejaron de ser meras palabras para convertirse en hechos que se plasmaron en la realidad cotidiana.
Actualmente, el Distrito cuenta con más cámaras de seguridad, inclusión social y educativa, mejoras en un sistema de salud vapuleado y maltrecho. Es claro que aún falta mucho por realizar y existen sectores que tienen vulnerados sus derechos básicos, pero también es de necios negar las conquistas que la sociedad ha logrado.
Por Ángela Tobar
atobar@periodicosic.com.ar
Problemáticas controvertidas y de difícil solución a corto plazo son las genuinas exigencias que la sociedad realiza al poder político.
Durante las semanas previas a las elecciones Primarias Abiertas y Simultáneas, los precandidatos de di-versos partidos se refirieron a estos temas con agudas críticas, pero con pocas propuestas que apunten a solucionarlos a corto, mediano y largo plazo.
La sociedad lejos de estar enfrentada eligió en esta primera etapa al modelo de país que más los representa.
Los avances conquistados no se deben a una gestión individual del Distrito, sino a un trabajo en conjunto de todo el país.
La Matanza por su extensión y población es y será el espejo de lo que sucede en el plano nacional. Muestras de un país unido, pese a los vagos discursos de algunos sectores que marcaban a una sociedad bipolar.
Los reclamos por más seguridad, una educación más inclusiva y un mejor sistema de salud son temas calientes largamente debatidos, y en los que en tiempos de campaña todos utilizan para criticar e intentar diferenciarse de sus competidores. Empero, pocos o ninguno fueron los proyectos que los mismos hicieron públicos, críticas a flor de piel, propuestas guardadas bajo cuatro llaves.
Lo cierto y real es que la inseguridad, la falta de un sistema educativo y de salud acorde a las necesidades de la población no son una “mera sensación”, existen y perjudican a los que más necesitan.
Mucho falta por hacer, pero sería de necios negar que mucho se ha realizado, con políticas públicas que a-puntan a mejorar cada punto conflictivo, La Matanza es un fiel reflejo de los avances logrados a nivel nacional, las estadísticas así lo demuestran porque la única verdad es la realidad.
En los últimos años La Matanza cambió, el Estado Municipal cumplió con reclamos históricos, con planes de viviendas, de asfaltos, el agua potable llegó a miles de hogares al igual que las cloacas.
Uno de los mayores reclamos que movilizó masivamente y en varias oportunidades a la población matancera, se centró en el tema de mejorar el sistema de seguridad, “más policías en las calles, que la Gendarmería baje a los barrios, más cámaras de seguridad”, eran los reclamos que protagonizaban las marchas.
El pedido social se materializó con la creación de once nuevos destacamentos policiales que se sumaron a las 22 comisarías existentes. El Distrito contaba con cien cámaras de vigilancia y actualmente existen 450 cámaras de prevención.
Los matanceros contaban con 100 nuevos efectivos policiales por año, que venían de la Escuela de Policía Juan Vucetich, actualmente cuentan con 300 policías más, gracias a la creación de una nueva sede de Vucetich en la Universidad Nacional de La Matanza.
En referencia al plano de más seguridad dentro de los barrios, se inauguró formalmente hace menos de un mes, la nueva Base Operativa de Gendarmería Nacional, que funciona en el edificio ubicado en Salta y Monseñor Marcón, San Justo, la misma alberga a 207 gendarmes, que cuentan con las 10 camionetas que entregó el Distrito, más los propios de Gendarmería.
El intendente Fernando Espinoza dejó en claro en ese momento que La Matanza “está a la vanguardia de la provincia de Buenos Aires”, y enumeró que es el primer Municipio que des-centralizó el monitoreo de las cámaras de seguridad a través de la creación del 3º Centro Operativo Municipal (COM) del Distrito, en la Región Descentralizada Noroeste, ubicada en la localidad de Ramos Mejía. A eso se le suma el que está pronto a inaugurarse en la localidad de La Tablada para el monitoreo de las cámaras de esa zona junto a la de Tapiales, Villa Madero, Villa Celina y Aldo Bonzi.
Por otra parte, se suma el anuncio de que en menos de dos meses se abrirá un cuarto centro de monitoreo de protección ciudadana, para las ciudades del sur del Distrito.
De esta manera, localidades como Virrey del Pino, González Catán, Gregorio de Laferrere y Rafael Castillo, contarán con esta tecnología para prevenir el delito.
“Nosotros elegimos seguir trabajando juntos. Estamos a la vanguardia por-que La Matanza no es un municipio más y no habríamos logrado esto si no hubiéramos estado todos unidos, estamos siempre a la vanguardia de lo que pasa en la Argentina”, declaró Espinoza con respecto a los avances en materia de seguridad.
En esta línea remarcó: “Somos un Municipio grande, como una provincia, y por eso voy a seguir peleando para traer todo lo que La Matanza necesita, pero esto no lo logra sólo un intendente, esto es gracias al trabajo conjunto de toda la comunidad y el Municipio.
Por eso elegimos seguir trabajando juntos, en unidad y eso nos pone también a la vanguardia de otros municipios”.
Por otra parte, sostuvo que desde el Gobierno Municipal la preocupación constante es la de poder “resolver efectivamente los pedidos de la sociedad. A mí me eligieron intendente para poder ir día a día haciendo realidad los sueños de los vecinos”.
La seguridad implica más inclusión
Es claro que el tener más policías en las calles es una solución a mediano plazo, porque el tema de la inseguridad tiene varias aristas y es un problema multicausal, que en su tratamiento se debe tener en cuenta la inclusión, la creación de más lugares de contención, deporte y educación, puestos de trabajo.
En este sentido, se firmó un convenio con la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires para construir las esperadas aulas que los estudiantes del Distrito reclaman.
El convenio, según se informó, tiene por objeto “articular acciones conjuntas tendientes a mejorar la infraestructura de los establecimientos educativos del Distrito”.
En ese marco el Municipio se comprometió a efectuar 59 espacios educativos, principalmente aulas, en 37 establecimientos, según especifica el anexo a dicho convenio.
Por su parte, el Secretario de Ciencia, Tecnología y Políticas Educativas local, Antonio Colicigno, remarcó que “esta decisión poco después se convirtió en una realidad en el actual modelo de Estado con más del 6 por ciento del PBI de la Argentina destinado a la inversión educativa” y agregó: “Seguramente es mucho lo que falta, pero debemos ser claros a la hora de describir una situación, de dónde venimos, qué tenemos por delante para los próximos años y reconocer el aumento de la matrícula, la decisión de convertir en obligatoria a la escuela secundaria, que es centralmente lo que debemos resolver construyendo más aulas e infraestructura para ese sector, como así también en el nivel inicial. Debemos ser capaces de superar una mirada centrada sólo en lo micro, en la necesidad puntual, que sin duda hay que resolver, pero dentro de un contexto general que no debe ser excluido del análisis”.
Los espacios educativos a realizar son esencialmente aulas en el nivel secundario y en algunos jardines para ampliar la disponibilidad de espacios para los niños, niñas y jóvenes del Distrito.
Por otra parte, la Universidad Nacional de La Matanza en el año 2003 con-taba con una matrícula de 10 mil alumnos, actualmente la misma creció hasta llegar a los 46 mil y el 87 por ciento de los estudiantes, se caracterizan por ser el primer miembro de la familia que llega a un nivel universitario.
En el tema de salud, el gobernador Daniel Scioli aseguró que el hospital materno infantil Alberto Balestrini, ubicado en la localidad de Ciudad Evita, finalmente abrirá sus puertas en un mes, de esta manera un gran caudal de matanceros podrá encontrar atención en ese nosocomio de alta complejidad.