Nadará en Malvinas como homenaje a los caídos y sobrevivientes de la guerra


Oriundo de Isidro Casanova, Rubén González tiene una pasión: nadar en aguas frías sin protección térmica. Ha realizado cruces en el Glaciar Perito Moreno, en el Canal de Beagle, en el Lago del Desierto y en el Lago Ness. El mes próximo enfrentará su mayor desafío, unir a nado las Islas Soledad y Gran Malvinas. Lo hará junto a una nadadora inglesa.

Rubén González, el deportista oriundo de Isidro Casanova que se destaca por nadar en aguas frías sin protección térmica, realizará en marzo su desafío más importante y emotivo: unirá a nado las islas Soledad y Gran Malvinas, como homenaje a los caídos y sobrevivientes de la guerra que enfrentó a Inglaterra y Argentina en 1982. Los logros más importantes de González, incluyen cruces en el Canal de Beagle en 2013, en el Glaciar Perito Moreno en 2014, en el Lago Ness en 2014 y en el Lago del Desierto en 2015. A diferencia de las hazañas anteriores, esta vez, el deportista no estará sólo en las frías aguas del Océano Atlántico, sino que realizará el recorrido de 4 kilómetros junto a Jade Perry, una nadadora inglesa. Rubén conoció a Jade hace unos años en Europa y tuvieron la oportunidad de nadar juntos en varias ocasiones.

“Tenemos el mismo ritmo, soporta las bajas temperaturas igual que yo y por eso se me ocurrió hacer este cruce juntos”, contó el nadador, aunque aclaró que no quiere mezclar la política con el deporte. “Somos dos amigos, un argentino y una inglesa, nadando juntos en Malvinas”.

El matancero, que fue galardonado en 2014 por la Cámara de Diputados de la Nación con el Premio Islas Malvinas al deportista del año y en 2017 reconocido por el Municipio de La Matanza como deportista destacado, destacó que todas las hazañas que realiza llevan un “significado patriótico”, como en el caso del cruce en el Lago del Desierto, que llevó a cabo para conmemorar los 50 años del conflicto armado entre Argentina y Chile. Además del riguroso entrenamiento físico, Rubén se acercó al Centro de Veteranos de La Matanza, para compartir sus historias y escuchar de la boca de sus protagonistas lo que sucedió en las islas. El nadador y su equipo tomarán el vuelo de Río Gallegos a Malvinas el 10 de marzo. Una vez allí, se embarcarán por siete días, a la espera de las mejores condiciones climáticas para realizar la unión de ambas islas.Como al punto de partida no puede accederse por tierra, Rubén González y Jade Perry llegarán hasta allí embarcados. Una vez en el agua, nadarán hasta la Isla Soledad y desde allí hasta la Isla Gran Malvinas, en aguas cuyas temperaturas rondan entre los 9 y los 11 grados.

El recorrido se realizará a través del Estrecho San Carlos y les tomará alrededor de una hora y media, todo dependerá de las condiciones climáticas y las corrientes oceánicas. Si bien para González será la primera vez en Malvinas, cuenta con la experiencia de Maria Inés Amato, su entrenadora y primera mujer en llevar a cabo el desafío de unir ambas islas. “Estoy con todas las ganas y ansioso porque llegue el momento”, dijo el deportista que aún está abocado no sólo al entrenamiento, sino a la búsqueda de sponsors para solventar económicamente el desafío, objetivo que se planteó desde que comenzó a nadar en aguas frías.

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