Taller de fotografía en el Merendero “Un Sueño”, del barrio Las Nieves

La iniciativa surgió con el objetivo de contrarrestar “las políticas exclusivas” del actual Gobierno Nacional, y como una forma de brindar a los chicos nuevas herramientas para expresarse. “¿Cómo es el mundo para un niño?, no hace falta más que ver las fotos que sacan”, dijo Romina Podestá, coordinadora del proyecto.

“Amasijo”, es el nombre del taller de fotografía que se realiza en el Merendero Un Sueño”, del barrio Las Nieves de González Catán, coordinado por Romina Podestá, una iniciativa que surgió con el objetivo de brindar a los chicos “algo más” que asistencia alimentaría.

“La felicidad es una construcción colectiva. Todos somos más felices en medio de personas felices. Celebramos la belleza y la oportunidad de encontrarla juntos. Somos grandes hacedores de momentos felices. Eso no se compra ni se vende, se amasa. Somos ese gran amasijo”, definió Podestá, quien forma parte de la agrupación Octubres y es fotógrafa integrante del colectivo artístico “Ojo Dentado”. En este sentido, la coordinadora del taller explicó: “nuestra política no es darles de comer, sino que también queremos brindarles otras cosas y enriquecernos nosotros”. Podestá relató la realidad que atraviesa el humilde barrio Las Nieves.

“Hoy la gente la está pasando muy mal con estas políticas que excluyen”. Y es en este marco que lanzaron el taller de fotografía con perspectiva de género, con el objetivo de contrarrestar esa realidad, con iniciativas inclusivas. Del taller, también forma parte Salvador Batalla reconocido fotógrafo y psicólogo. “Nos propusimos trabajar desde la creatividad fotográfica, la enseñanza técnica y el juego. Pero fue de nuestro especial interés, darle importancia a la perspectiva de género, ámbito en el que ya veníamos trabajando, pero ahora con niñas y niños. Consideramos que las edades tempranas son mas receptivas y libradas aún de tantos prejuicios muy difíciles de remover a medida que van creciendo”, explicó el profesional.En este sentido, Podestá añadió: “los chicos no sólo van a sacar fotos, sino que además los vamos guiando y ayudando a desnaturalizar algunas cosas, diferentes tipos de violencias, cosas que se dan por sentado. Entonces hacemos que las nenas y nenes participen desde otro lugar”, explicó Romina.

Además, la iniciativa tiene vital importancia para interiorizarse sobre la situación de cada chico. “En lo que parece un juego, van apareciendo cosas, un montón de realidades. Nosotros podemos enseñarles una técnica, pero ellos se paran distintos frente al mundo desde que empezamos con el taller”, señaló la coordinadora. En este punto, la mirada de Salvador Batalla es sumamente importante también, desde su rol de psicólogo.

“La experiencia con los chicos y chicas del barrio me sorprendió por las diferencias que encontré respecto a otros niños y niñas con quienes trabaje en instituciones pedagógicas, de otra condición socioeconómica. En los barrios los chicos parecen más curtidos, más ríspidos, más duros. Pero también con un interés y una actitud que nunca pude experimentar hasta ahora”, contó Batalla. “Vamos encontrando un montón de realidades. Si uno se pregunta ¿qué mira un niño? ¿Cómo es el mundo para un niño?, no hace falta más que ver las fotos que sacan”, agregó Podestá. El taller se realiza los lunes a las 17.00 en la calle Alegría 5961, del barrio La Nieves de González Catán, una zona en la que los niños atraviesas duras realidades.

Sin embargo, Romina rescata que la mirada de los chicos que forman parte de la actividad “es muy rica, amplia y hermosa. Encuentran la felicidad de algún modo, en jugar un rato, en una hoja. Las fotos que sacan son hermosas”, asegura.Por el momento, los chicos sólo pueden disparar un par de veces la cámara, ya que no disponen del todo el material que quisieran para realizar la actividad de manera adecuada. Si bien recibieron algunas cámaras en donación, las están “poniendo a punto”. “Hay un entusiasmo que muchas veces nos excede, se los ve muy alegres, muy felices con lo que hacen y esto se hace muy visible. También nos gusta mucho cómo hacen arte, encontrándolo por ejemplo en una zanja del barrio.

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