Son familias que en distintos momentos perdieron a un ser querido en ese centro de salud. Critican el accionar de los profesionales médicos y ponen en duda que hayan brindado la atención correcta. Algunos casos están en la Justicia, mientras otros no llegan a esa instancia por falta de recursos
Noelia Fernández perdió a su papá, Luis, el 29 de mayo de 2015. Al día siguiente creó la página “Campaña contra la Clínica Los Cedros de San Justo” en la red social Facebook con el objetivo de recolectar testimonios de otras familias que consideraran que un ser querido fue víctima de mala praxis en ese centro de salud.
La respuesta fue inmediata y los casos comenzaron a multiplicarse. Juntos realizaron este año movilizaciones y protestas frente a la clínica para visibilizar la dolorosa situación que atraviesan y pedir justicia por familiares.
El calvario de Noelia comenzó el 2 de mayo de 2015, ese día su papá, de 70 años, ingresó a la clínica Los Cedros de San Justo con tos. Según su hija, el hombre estuvo un día entero en la guardia antes de ser trasladado a una habitación.
“Nunca llegó a tener un diagnóstico, de hecho no figura en la historia clínica”, aseguró la mujer, que además contó que su padre “estuvo dos semanas igual y no vio que le hicieran grandes cosas”. Luego de las dos semanas de internación le informaron que en un pulmón se veía una “manchita” que podían ser “mocos, un hongo o incluso un tumor”.
.La decisión médica fue darle el alta al paciente y que este regresara 5 días después para realizar una biopsia. Según el relato de Fernández, una vez que dicha práctica se realizó la situación de su padre empeoró. “Se empezó a hinchar, no podía respirar y comenzó a necesitar oxígeno y solo una vez una enfermera (que no sabía cómo) le hizo nebulizaciones”, dijo.
Una semana después, el paciente falleció. “A él le habían hecho estudios de la saliva y lavajes de estómago para ver si había células cancerígenas, que dieron negativos. En teoría, lo que tenía era una neumonía que no se había curado bien”, aseguró Fernández sobre las “explicaciones” que le dieron los médicos.
“Ahí empezó mi lucha, tuve que contratar un abogado para que me den la historia clínica y allí se vieron datos borroneados. Solo con la historia clínica y el video de la punción quedó en evidencia la existencia de mala praxis”, aseveró.
La mujer declaró que su padre no había sido atendido como corresponde para ese tipo de estudios, que ninguna de las enfermeras que habían intervenido tenían matrícula y que los profesionales que firmaban las prácticas médicas no eran los que las habían realizado.
Noelia batalla en la Justicia desde hace 4 años. “La causa está estancada en los tribunales de Comodoro Py y si bien allí hay otras denuncias no hubo consecuencias para la clínica. Hasta donde sabemos, los médicos no fueron nunca llamados a declarar”, lamentó.
“Cientos de denuncias no pueden ser fortuitas”
Carmen Latorre tenía 74 años y llegó a la clínica Los Cedros trasladada desde el Hospital Posadas. Y es que cuando se sintió mal, la mujer le pidió a su hijo que no la lleve al mencionado centro de salud, aunque le correspondiera por tener la obra social de PAMI.
Sin embargo, desde el nosocomio que se encuentra en El Palomar solicitaron el traslado. “Estuvo dos días en la guardia, ahí tenían a la gente hacinada, después de quejarnos la pasaron a una habitación. Llego del Posadas con un diagnóstico delicado y no la atendieron como correspondía”, contó Marcelo Loto, hijo de la paciente que falleció el 30 de julio de este año.
Al presumir que a su madre no le proporcionaron la atención medica que requería y que por este motivo perdió la vida, Loto realizó una denuncia en la Comisaría Distrital Noreste 1.ª de San Justo por “averiguación de causal de muerte”. Aún esperan los resultados de la autopsia.
La familia de Latorre participó por primera vez de una marcha en repudio por el accionar del centro de salud, que se realizó el 9 de noviembre último. “Se acercaron cientos de personas que pasaron por lo mismo y los casos son calcados”.
Sin contar con los recursos para contratar un asesor letrado, la familia de Carmen Latorre hizo “lo que tenía a mano”, en este caso, efectuar una denuncia. Loto, al igual que Fernández, denuncian que existen “irregularidades en la historia clínica”.
“Queremos que nos digan qué pasó con mi mamá y si alguno hizo las cosas mal que pague como corresponde. Un caso, dos, tres, cuatro pueden ser fortuitos pero cientos de denuncias no”, advirtió Loto.
Una de las constantes que se repiten en las historias relatadas por familiares de pacientes que fallecieron en la clínica es la falta de emisión de un diagnóstico claro por parte de los profesionales médicos.
Esta es una de las características del caso de Sergio Bravo, de 47 años, que fue admitido en la clínica el 3 de junio de 2019 por fuerte dolores en las piernas. Como en los casos anteriores, permaneció en la guardia por 24 horas y una vez internado comenzaron a suminístrale calmantes. Lucila Vera, esposa de Sergio, contó “que estuvo 3 días recibiendo calmantes” y su estado comenzó a complicarse. “Se agitaba y tenía baja temperatura”, detalló. Para determinar que ocasionaba el fuerte dolor en sus piernas, los médicos indicaron realizarse una tomografía.
“Le comento a un médico que estaba raro y le había comenzado a doler el brazo pero se lo llevaron igual para hacer el estudio y no me dejaron acompañarlo”, recordó Vera. Lo que ocurrió después, fue devastador.
“Una hora después vino el médico y me dijo que mi marido ‘entró con muerte súbita’, a lo que yo entendí que falleció pero me aclaró que tuvo un paro pero que lograron sacarlo”, relató la mujer. A Vera le solicitaron que se dirija al sector de terapia intensiva. Cuando llegó al lugar le informaron que su esposo había tenido otro paro y había muerto. “En ese momento me empezaron preguntar un montón de barbaridades: que si lo había mordido una rata, que si se drogaba. Querían acomodar lo que yo respondía en la historia clínica”, aseveró la mujer.
Inmediatamente le informaron que “en la tomografía había salido una infección” pero no le dieron un diagnóstico. La teoría de la familia es otra: “Pudo haber sufrido una sobredosis de calmantes que lo llevaron a tener un paro”.
Mala atención, hacinamiento de pacientes en la guardia, terapia colapsada y falta de información por parte de los médicos que no se identifican, son algunos de los “puntos oscuros” mencionados por Vera, quien también judicializó el caso de su esposo, que se encuentra en la Fiscalía N.° 5 de La Matanza.