Asociación civil pide el aval del Municipio para la construcción de una sala de salud

 

Se trata de la organización “Identidad Vecinal” del barrio René Salamanca de González Catán. El proyecto será financiado, en parte, por una fundación. Necesitan la autorización del Municipio para que la iniciativa se concrete.

Por Soledad Martínez

smartinez@periodicosic.com.ar

El barrio Salamanca nació hace poco más de seis años en la que era la zona rural entre La Matanza y los municipios de Morón y Merlo. La población fue creciendo rápidamente y a raíz de las numerosas carencias que padecían en la zona, sus habitantes formaron la asociación civil “Identidad Vecinal”, para ir en busca de una mejor calidad de vida.

En la actualidad, uno de los principales proyectos de la entidad, es construir una sala de salud que contenga a los habitantes de la zona y piden que desde el Municipio se inicien las gestiones correspondientes para el reconocimiento y autorización de la edificación del edificio.

Para poder concretar el proyecto, la entidad recibirá alrededor de 200 mil pesos donados por la Fundación para el Desarrollo, que realizó una cena a beneficio en la que se reunió ese monto.

El presupuesto total necesario para la iniciativa, es de 450 mil pesos, dinero que los miembros de la ONG tienen pensado juntar con la realización de festivales, bingos, rifas y otras actividades.

También se harían cargo de los trabajos de edificación.

Pero para iniciar los trabajos y como requerimiento para que la Fundación haga efectiva la entrega del dinero, el Municipio de La Matanza debe autorizar el proyecto y darle el debido marco de legalidad a la iniciativa.

Eduardo Creus, presidente de la asociación, tuvo un acercamiento con Verónica Magario, titular del Concejo Deliberante de La Matanza, y con Raúl Magario, exsecretario de Medio Ambiente del Municipio y dirigente local, en el que planteó la problemática en torno a la salud que existe en el barrio y el proyecto para la construcción de la sala.

“Se comprometieron a darnos una reunión, una vez que hayan resuelto los problemas causados por el temporal. Esperemos no tener que plantearlo como un reclamo”, manifestó Creus.

La sala de salud más cercana al barrio Salamanca se encuentra a aproximadamente 50 cuadras, en el barrio María Elena. Y allí se repite la problemática que afecta a la mayoría de los centros de salud del Distrito: la falta de médicos.

 La historia de Marcela: perdió a su bebé por la falta de oxígeno

El 2 de abril de 2009, Marcela Drecler, habitante del barrio Salamanca, perdió a su bebé de cuatro meses que tenía problemas respiratorios y necesitaba recibir oxígeno de manera urgente.

“Ante una emergencia, salir del barrio a la noche, por ejemplo, es muy difícil porque ya no hay colectivos. Esa noche, tampoco había remises. Conseguimos un auto pero cuando pudimos llegar al hospital, mi hijo ya había fallecido”, contó la mujer.

Eduardo Creus, agregó: “Tuvimos varios casos así”. Ante una emergencia, los habitantes del barrio Salamanca, dependen de la suerte. “Acá si llamás una ambulancia, no viene”, aseguraron los vecinos del lugar.

El presidente de la entidad, señaló que “con la apertura de salas de salud, se solucionaría la saturación de los hospitales, porque la atención primaria, debería darse en los barrios y en los hospitales se deberían atender los casos agudos. Eso implicaría hasta un menor presupuesto”.

Según contaron desde “Identidad Vecinal”, los problemas respiratorios abundan en el barrio debido a la cercanía con la Ceamse. Incluso, hasta que la construcción de la sala se concrete, están evaluando la posibilidad de comprar equipos de oxígeno para paliar la problemática.

 El origen de “Identidad Vecinal”

Si bien, la entidad obtuvo la personería jurídica hace un año, el trabajo en el barrio Salamanca lleva más de seis años, cuando las primeras familias llegaron a la zona accediendo al techo propio, a través de un plan de viviendas sociales.

Hasta ese momento, la zona era esencialmente rural y no contaba con una infraestructura que brindara los servicios básicos a los habitantes del lugar, así como tampoco una conexión con las áreas urbanizadas más cercanas.

Rápidamente, la zona se fue poblando y cientos de familias se fueron sumando al barrio. También se fueron multiplicando las necesidades y la precariedad se iban acrecentado.

“En este contexto, algunos por necesidad comenzamos a practicar la solidaridad activa, de hecho, comprendiendo que era la principal herramienta para sostenernos mutuamente, y que debíamos ser, junto a otros, actores de los cambios que eran necesarios para nuestras familias y nuestra comunidad”, manifestó Eduardo Creus.

La primera actividad que realizaron como organización, se dirigió a paliar el hambre en la zona. Realizaron ollas comunitarias, que se siguen llevando a cabo tres veces por semana en la actualidad. Luego construyeron un comedor y un merendero comunitario.

Otro de los objetivos primordiales se centró en la contención de los jóvenes y niños mediante oportunidades de estudio, recreación y deporte. Así nació el “Club de los chicos y su espacio de recreación”, que recién al día de hoy cuenta con un espacio físico propio, el Salón de Usos Múltiples (SUM) recientemente construido.

En sus orígenes, el barrio no tenía calles, veredas, tendido eléctrico, servicio de agua, ni otros servicios básicos. La deserción escolar era notable y cada vez que llovía y la comunidad quedaba aislada por calles y veredas de tierra inundadas.

La organización logró, mediante numerosos reclamos, la apertura, el mejoramiento y consolidación de las calles y de los accesos al barrio.

También gestionaron el tendido eléctrico normalizado, cada familia con su medidor y la recolección de los residuos, eliminando focos de riesgo ambiental y sanitario.

 Actividades y proyectos

“Identidad Vecinal” lleva a cabo diversas actividades con modalidad de talleres para fortalecer la educación de los niños mediante el apoyo escolar con voluntariado; talleres de arte y murales, cuentan con una murga barrial y un club de fútbol.

También llevan adelante cursos de capacitación de vecinas y vecinos como agentes de salud, mediante la colaboración gratuita de profesionales médicos. De la misma manera lograron contar con un consultorio gratuito de arquitectura social, para acompañar a los vecinos en la autoconstrucción.

Una de las aspiraciones de la organización, es lograr realizar convenios con la Universidad Nacional de La Matanza y distintos profesorados, por ejemplo, de educación física, con el objetivo de que los profesionales realicen pasantías en la entidad, brindando clases.

“Necesitamos que profesores o estudiantes, nos donen un poco de su tiempo y de sus capacidades, para enseñarles a los chicos algún deporte o una danza. Sabemos que hay mucha gente solidaria, y queremos que nos conozcan”, dijo el presidente de la entidad.

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