Comando Especial

Por Gaston Romero

 

Schmidt y Jenko fueron respectivamente el gordito rechazado y el chico popular en la adolescencia y no tenían nada en común. Pero cuando se enlistan en la policía encontrarán que tienen en común la imbecilidad humana y se convierten en amigos para intentar dejar atrás sus problemas de la adolescencia. La mediocridad de ambos será el disparador para que los llamen de la unidad secreta Jump Street, que los necesita por sus apariencias juveniles para ir encubiertos al colegio secundario local. A medida que cambian sus armas e insignias por mochilas, Schmidt y Jenko deberán investigar en el colegio la red de narcotraficantes que esta esparciendo una nueva droga letal. Con esta idea similar a algunos recordados episodios de la serie en la que se origina, se tira por la borda todo lo esperado. La serie original intentaba a meter cierto humor en los personajes más algunos chistes, pero básicamente tenía una estructura “seria” y se apoya en eso para sus casos. Este film, intenta el uso y abuso del humor como retrato de esta historia, al igual que años atrás hicieran los dos films basados en la serie “Los ángeles de Charlie”, claro que sin los mismos resultados, el film de las chicas estaba plagada de referencias, buena acción y momentos acertados para el humor. Había una conciencia sobre el material en el que estaban trabajando. De todo esto mencionado, carece esta realización:  referencias casi nulas, una participación del legendario Johnny Depp (que al ser de conocimiento público que reniegue de haber participado de la serie original se entiende su bochornosa escena), los momentos patéticos de acción ni siquiera se logran con chistes sin gracia. Argumentalmente no se sostiene por ningún lado, los personajes secundarios solo restan porque no importan y ocupan demasiado espacio para no lograr nada, desde los padres, hasta los amigos y pasando por un sobreactuado Ice Cube que grita mucho en el personaje de Jef. Casi filmada con los pies parecería, sin argumento posible, un humor vulgar, demodé, pasado de tiempo y un rejunte de chistes inaceptables. Se destacan (no tan notablemente, pero bueno) el trabajo de ambos protagonistas que al menos tienen química, Jonah Hill es un buen actor, aunque en general haga siempre lo mismo, lo lleva con la gracia que su personalidad y su estado físico le permiten. Channing Tatum, es el chico de nariz y orejas extrañas que complementan total asimetría en su cara. Lo bautizo acá mismo como el nuevo “Mark Wahlberg”, comenzó con publicidades y ha logrado ingresar en la industria debido a su físico trabajado. Hasta la fecha, entre films románticos y de acción es por lo cual se lo recuerda, su cara dura permite que se lo tilde de inexpresivo, pero ha demostrado en films como “Tus santos y tus demonios” o “Fighting” que un gran actor y que va a llegar muy lejos. “21 Jump Street”. 109 Minutos. Apta mayores de 13 años. Dirige: Phil Lord y Christopher Miller.

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