CPA a la deriva: “Nadie se hace cargo”



Así lo afirmó una de las voluntarias que trabaja en el Centro de Prevención de Adicciones (CPA) en San Justo. El pasado 2 de agosto se realizó una jornada con el objetivo de convocar a pacientes, familiares, profesionales, gremios y personal de otros Centros, para tratar el conflicto que los aqueja: “Trabajar en condiciones deplorables”

Por Maricel Pisa
mpisa@periodicosic.com.ar

A raíz de un comunicado del Centro de Prevención de Adicciones de San Justo, ubicado en Pasteur 3963, que informó sobre las distintas falencias en las que se encuentran estos centros de atención, se convocó a una jornada en esa misma sede con el objetivo de organizarse en pos de ser escuchados y encontrar una solución.

El escrito fue firmado por los trabajadores de los Centros de Prevención y Asistencia en Adicciones pertenecientes a la Región XIIIª La Matanza, Subsecretaría de Atención SADA del Ministerio de Salud de la Provincia.

En el mismo pudo leerse: “Que debido a la falta de una política pública real en adicciones, que sigue sin asistir y reconocer a los CPA como parte fundamental de la estructura de Salud Pública Provincial, dificultando e imposibilitando que llevemos adelante nuestra labor cotidiana, dado que se continúan cerrando centros, diluyéndolos, mal utilizando la palabra descentralización, con alquileres y facturas de luz, agua, gas y teléfono impagas, instalaciones precarias a punto del desalojo o del desmoronamiento, sueldos injustos, trabajadores insuficientes y sin pase a planta, comunidades terapéuticas abandonadas o trasladadas, centros de desintoxicación cerrados y pabellones de internación para pacientes duales cerrados”.

“Seguimos sin entender el motivo de estas medidas ya que nuestra labor de atención y contención desde lo social y terapéutico es fundamental y más que importante para nuestro distrito, por no decir la única que se ocupa de los que menos tienen”, plasmaron los trabajadores en el comunicado.

En este sentido, la voluntaria Silvia Kelm dialogó con S!C y expresó: “La verdad que estamos poniendo el hombro los trabajadores acá, y yo como voluntaria del centro, y mamá de un adicto recuperado, me creo en la obligación moral y el compromiso social de venir a defender aquello que me ha dado resultado de tener un hijo sano hoy, estamos trabajando sin saber qué va a pasar con nuestros pacientes, ni con nosotros”.

Kelm ahondó en la situación a la que deben enfrentarse cotidianamente: “Además de atender esta problemática (por las adicciones) que es compleja, cuando vienen a cortar la luz estamos mirando por la ventana y nos ponemos los trabajadores para que no nos corten la luz, el teléfono o el agua, la verdad estamos trabajando de esa manera muy angustiados”.

Convocados

Silvia Kelm explicó a S!C que “vino bastante gente (a la jornada) de otro CPA para darnos apoyo, gente de otras organizaciones de la zona de La Matanza. Fue una jornada muy interesante en la que también pudieron hablar los padres, fue una asamblea abierta con familiares, amigos, pacientes, profesionales de este y otros centros, también nos acompañaron distintos gremios”. Al tiempo que rescató: “También fue muy emocionante, porque estuvo cargada de emociones encontradas, de los agradecimientos de los padres al centro”.

En el Distrito


El estado en el que se encuentra el CPA de San Justo, también se repite en los otros tres centros provinciales que funcionan en La Matanza.

Kelm señaló que: “En el CPA de González Catán están siempre sin teléfono, sin luz, no tiene vidrios, ni estufa, están trabajando en condiciones, de verdad, muy deplorables”.

“En San Justo, que el es nuestro (de la calle Pasteur), no podemos hacer trabajar la casa de día de mujeres, fue inaugurada, pero no contamos con presupuesto para la actividad”, explicó la voluntaria.

El espacio donde debe desarrollarse esa actividad “está sin arreglar, no tiene estufa, la verdad que las condiciones son cada vez peores”.

Por otra parte, en el CPA de Cáritas, que funciona en la calle Salta en San Justo, “nos quedamos siempre sin teléfono”.

En la sede ubicada en Ramos Mejía, “estamos siempre sin teléfono, sin luz, no hay baño para pacientes”, y en muchos casos apuntó Kelm “están vencidos los alquileres hace ocho meses, deudas de varios meses atrás”.

Incluso reveló que en ningún centro “hay caja chica, a veces no tenemos ni para papel higiénico”.

En el CPA donde trabaja Kelm, cuentan con un centro de día, “es como una media internación, vienen los chicos a las 9 de la mañana y a las 13 se van a la casa, durante ese lapso están contenidos con profesionales, psicólogos, profesores de gimnasia, y talleristas de distintas ramas”, indicó.

Centro de día para mujeres

En tanto, en lo referente al centro de día para mujeres, inaugurado hace tres meses, pero en el que todavía no pueden trabajar, la trabajadora comentó a este medio: “Ahora quisimos abrir el proyecto para mujeres porque vimos que necesitamos ir adaptando los dispositivos a la demanda y a la consulta, y estamos bregando para que este centro de día pueda funcionar para las chicas, más para las jóvenes que están consumiendo y están embarazadas o que ya tienen chicos, para la mujer y para sus hijos, para que no dejen de venir a la consulta o para que no abandonen el tratamiento”.

En tanto, recordó que ese dispositivo “estaba previsto para armarse en (la sede de) Ramos Mejía, pero también están con la espada contra la pared, porque ya tenían todo para irse, y se quedaron”.

Totalmente gratuito

Cabe destacar que el acceso a los centros es gratuito. En este sentido, Silvia Kelm amplió: “Son centros que están destinados a atender gente que no tiene obra social, no tiene otra alternativa de internación, los centros también tenemos comunidades terapéuticas, podemos internar a los chicos de manera gratuita para todos los pacientes”.

“En estos centros, no se paga ni siquiera un bono de consulta, como a veces pasa en los hospitales, y los hospitales no tienen este tipo de dispositivo, sacando esto, queda esta población a la intemperie”, puntualizó.

“Nadie se hace cargo”


Si bien, todos los CPA dependen de la Subsecretaría de Atención a las Adicciones, bajo la órbita del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Kelm anunció que “en los centros recibimos derivaciones de muchos lados, el Municipio está al tanto de todo esto, pero la Dirección de Adicciones local manda sus pacientes a atenderse en nuestros centros, si nosotros no estamos, no tienen otra opción para ofrecer, también recibimos de los juzgados, de los centros de referencia que son los menores que están en conflicto con la ley, del hospital Paroissien, del Hospital de niños, del Centro de Salud Mental de Thames (San Justo), y de algunas ONG´s”.

“Nadie se hace cargo y les estamos sacando las papas del fuego, todos miran para otro lado, estamos salvando a un montón de organizaciones, que son municipales, provinciales, nacionales”.

Otro de los inconvenientes que tienen desde los CPA es que “encima no estamos reconocidos en la estructura orgánica del Ministerio de Salud de la Provincia, estamos flotando en el aire siempre”.

“Los CPA tienen 18 años, y administración sobre administración nadie se ha ocupado de estos problemas”, insistió Kelm.

Consultas

Respecto de las visitas que se realizan en el centro de la calle Pasteur, Silvia indicó que en la sede en la que trabajan contabilizaron las prestaciones mensuales, esto significa las consultas efectuadas, pero no necesariamente indica si se queda como paciente o no. Las mismas llegan a las 500 consultas mensuales.
“Se está cumpliendo con una demanda muy fuerte, y con los CPA que tenemos tampoco alcanza”, analizó Kelm. Así como reciben “consultas por niños de diez años hasta adultos de 65”.

Además, los profesionales de las sedes se acercan a los barrios “que más demanda poseen, como Puerta de Hierro, San Petesburgo, Barrio Almafuerte, hay equipos de trabajo dentro de estas zonas. Lo que queremos es que el CPA se acerque a los barrios, porque a veces hay gente que no tiene para viajar”, expuso la voluntaria.

En tanto que también los profesionales dictan charlas en las escuelas, y en sociedades de fomento, y existen grupos de orientación para padres.

Silvia recalcó: “Estamos tratando de adaptar los dispositivos a esta nueva realidad, sabemos que estamos haciendo hasta lo que no podemos hacer, el tema es tratar de responder a esta problemática con los conocimientos que tenemos y con los profesionales que se comprometen mucho”.

En otros CPA

Por otra parte, Silvia Kelm dio a conocer que “esto está pasando en toda la provincia de Buenos Aires, por ejemplo en CPA de Miramar, Berazategui, Los Hornos, Ezeiza, todos tienen contrato de alquiler vencido, con pedido de desalojo, el de Malvinas tiene el pozo ciego desmoronado, el de Adrogué lo han reducido a un consultorio en un hospital de esa zona”.

A futuro

Después de la primera jornada, los trabajadores de los CPA anunciaron que “vamos a estar en asamblea permanente y estamos trabajando en conjunto con otros centros, porque tuvimos una reunión con el de Ituzaingó, para discutir entre todos los CPA los pasos a seguir, la idea es que cada centro se haga visible en el territorio que nos conozcan y tratar de sumar voluntades, como la comunidad, y los padres”.

Madres en Acción

Ruth Ponce de León es una de las integrantes del grupo Madres en Acción, que trabaja contra las drogas caminando las calles y las plazas de Lomas del Mirador con el objetivo de atender a los chicos, y ayudarlos para que puedan salir del círculo de las adicciones. Ante la consulta de qué es lo que pasa cuando alguien se acerca al Centro de Adicciones local, Ruht contó a este medio que “del Centro de Adicciones municipal no tenemos respuesta, te encontrás con la no respuesta a tus inquietudes”. Y señaló que “la familia que se acerca va con un estado de desesperación total, ya pasa por un proceso familiar que no es normal y buscan una ayuda y no la encuentran, eso es lo que pasa en los centros municipales”.
Asimismo, sostuvo que “hay chicos que son derivados al Centro psicoasistencial de la calle Thames en San Justo”, y develó: “Ahí se los trata con medicación psiquiátrica, le dan otro diagnóstico, no el que corresponde y el chico sigue consumiendo, esta vez con una receta médica”.

En tanto que recordó la historia de un joven con el que el grupo de madres tiene un vínculo, “tenemos un caso de un chico que está internado en una comunidad nuestra en Mar del Plata, él estuvo tratado casi tres años en el centro de Thames por un diagnóstico de problemas cognitivos y el chico estaba consumiendo paco, nadie se avocó al tema del paco, y él en todo momento se lo comunicó a su psiquiatra y a su psicólogo, y nadie hizo nada, del problema cognitivo, cualquier chico puede tener un problema de aprendizaje, pero este chico tenía una adicción al paco y lo medicaban para otra cosa”. Este joven fue “derivado por el Hospital Paroissien, que también tiene un grupo de adicciones, y como están desbordados también los derivan a Thames”, recordó Ruth.

Centros de Atención en el Distrito

Según la dirección web de la Subsecretaría de Atención (gba.gov.ar), los CPA que funcionan en La Matanza son:
*En González Catán, ubicado en Av. Senguel 5680, a la altura del Km. 29 de Ruta 3. Los horarios de atención son de lunes a viernes de 9 a 17. Telefónicamente pueden comunicarse al 02202426629.
*En Ramos Mejía ubicado en Necochea 325, el horario es el mismo que en el caso anterior, y el teléfono es 46587252.

*En San Justo funciona en la calle Salta 2641 (Cáritas), teléfono 4484-7605, el horario es igual que en los otros centros mencionados.

*En San Justo también funciona otra sede en Pasteur 3963, en el horario de 9 a 20 lunes y miércoles, y de 9 a 17 los martes, Jueves y viernes. La vía de comunicación telefónica es 46912125.

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