Se cumplieron 20 años del fallecimiento del Padre Mario

El pasado 19 de agosto se cumplieron veinte años de fallecimiento del Padre Mario Pantaleo, para tal aniversario se convocó a una jornada en la Fundación para conmemorarlo. Asistieron miles de fieles, y además se descubrió una estatua del Padre Mario, que permanecerá en González Catán.

Por Maricel Pisa
mpisa@periodicosic.com.ar

A veinte años de la desaparición física del Padre Mario Pantaleo se realizaron distintas acciones para conmemorarlo. Si bien, siempre está presen-te en el corazón y pensamiento de todos sus adeptos.

La jornada comenzó el domingo 19 de agosto a las 11 con una misa presidida por el Obispo de Laferrere, Monseñor Horacio Suárez, en la Capilla del Cristo Caminante.

A las 12.30 se dio inicio al acto central, que duró aproximadamente media hora. En tanto, se descubrió la estatua del Padre Mario, cuyo material es de bronce, realizada por el artista Pablo Benadives. El material con el que fue hecha la pieza fue donado por todos los fieles que se acercaron a la sede, y alcanzaron llaves, picaportes y otros elementos de bronce, que luego fueron fundidos, para después convertirse en la imagen del Padre. Desde la Obra informaron que esta serie de donaciones se realizó desde hace un año aproximadamente.

Una vez que la estatua de tamaño natural fue bendecida por el Monseñor, se abrió el paso para que todos los convocados pudieran agradecer, pedir y rezar tocando las manos del Padre Mario. Según una de las trabajadoras de la Fundación del Padre Mario, “la estatua de bronce tenía una patina negra en toda su extensión, pero cuando la gente se acercaba y acariciaba sus manos, las manos comenzaban a brillar”.

Las personas pudieron acercarse a la estatua hasta las 18.30 de ese mismo día. Sin embargo, los que no pudieron alcanzarla podrán hacerlo si se dirigen hasta la Obra en González Catán, ya que la estatua permanecerá en el centro del Patio de la Solidaridad, esperando dispuesta la visita de sus fieles.

Durante el evento estuvieron presentes, Perla Gallardo, Presidenta de la Fundación Nuestra Señora del Hogar, y Carlos Garavelli, Presidente de la Fundación Presbítero J. M. Pantaleo, Pablo Benadives, el artista que realizó la estatua, Fernando Espinoza, intendente de La Matanza.

Los fieles ovacionaron al Padre Mario y Perla


En el momento en que los allegados a la obra del Padre Mario comenzaron a pronunciar algunas palabras, las personas presentes ovacionaron cuando se nombraba al sacerdote y cuando se expresaba Perla Gallardo, quien recalcó: “El amor de ustedes y la presencia de cada uno es la que nos lleva adelante. Muchas gracias a todos”.

Al tiempo que el Intendente del Distrito aseveró: “La Obra del Padre Mario va a perdurar por siempre. Es una obra maravillosa en el corazón profundo de La Matanza. No es casualidad que el Padre haya elegido venir a González Catán”. En tanto que el creador de la estatua pronunció: “El Padre Mario no murió, él vive en esta obra”.

Cuándo visitar la Obra

Todos los interesados pueden acercarse de lunes a viernes en el horario de 10 a 17. También pueden comunicarse al 4821-0030, o acercarse a la calle Pantaleo 201, en González Catán.

Además está disponible la página web para asesorarse y conocer las novedades en www.padremario.org. En Facebook: Obra del Padre Mario Pantaleo

Vínculo del Padre con Perla

Perla Gallardo contó en una oportunidad que “ella conoció al Padre Mario durante una huelga de enfermeras del Hospital Provincial de Rosario, cuando concurrió al lugar para colaborar con los enfermos internados”. El encuentro sucedió en el año 1952. Pero, años más tarde, Perla lo volvería a encontrar, ya en la provincia de Buenos Aires, por una dolencia física que el Padre Mario sanó.

Padre Mario

José Mario Pantaleo nació el 1º de agosto de 1915, en Italia. Dado que ese país estaba transitando un período de guerra, y su familia decidió migrar hacia Argentina. Años más tarde, regresó a su país natal. A sus veinte años, ya había realizado varios seminarios. En 1944, Pantaleo se ordenó sacerdote católico.

Dos años más tarde, es informado que desde Argentina se había realizado un pedido de sacerdotes. Es por eso que en 1948, finalmente, el Padre Mario regresa a este país.
Sus destinos en tierras argentinas fueron: Santa Fe (allí fue nombrado capellán en el Hospital Provincial de Rosario), Rufino, Hospital Ferroviario en Buenos Aires. Para finalmente instalarse en la localidad matancera de González Catán.

Palabras del Padre Mario

«Sabemos que aquí y allá existen seres que necesitan que se les tienda una mano, que compartan sus angustias, que requieren que se les comprenda, que no se les juzgue. Para todo ello es imprescindible formar nuestro espíritu en el amor y en la caridad».

«Cada uno de nosotros se hace o no se hace paraíso. Y el paraíso no se construye en el momento de nuestra muerte: cada día se va edificando. Cada día edificamos nuestro propio paraíso».

(Fragmento de las Homilías del Padre Mario Pantaleo).

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