La ESB Nº 162 “Tierra del Fuego” de la localidad matancera de Isidro Casanova fue víctima de la sustracción de distintos elementos que permanecían guardados en una sala, cerrada bajo llave y con sistema de seguridad. Los artículos robados habían sido conseguidos mediante donaciones.
Por Maricel Pisa
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Los alumnos y el cuerpo docente de la ESB Nº 162 de Isidro Casanova, ubicada en Av. Crovara 4991, necesitan recuperar los objetos que desaparecieron de un día para otro, incluso resguardados por llave y una alarma.
Esta es una de las escuelas primaria de esa localidad que fue robada en los últimos días de agosto del corriente año. Tal como señala al Periódico S!C la directora de esa institución educativa, Silvana Mira: “La mayoría de las escuelas de esta zona estamos sufriendo los robos, pero lo nuestro fue particular, porque la mayoría de las escuelas tuvo roturas, y nosotros no, entraron por un lugar, a un sector donde desactivaron la alarma y se entró con llave, la escuela no tuvo ninguna rotura, no tuvo nada”.
Aunque como menciona la directora, la sala de secretaría fue perpetrada aún estando bajo llave y con alarma activada. Al respecto, Mira sostuvo que “(los elementos) los sacaron del aula de secretaría, que está al lado de la dirección, son los únicos dos lugares que tienen alarma, donde dejamos las cosas de valor, las cosas se la llevaron de secretaría”.
En tanto que, el personal de la escuela dio cuenta de lo sucedido cuando se dirigieron a la secretaría para retirar una “canasta de alimentos” que iba a ser sorteada por la cooperadora de la institución para recaudar fondos para esa cooperadora. “La canasta de mercadería era para hacer un sorteo, y a raíz de eso nos damos cuenta, porque las cosas estaban guardadas, estaban arriban de un armario, en cajas”, recuerda Mira.
La directora expresa: “Es más, nosotros tardamos en darnos cuenta, por-que cuando entramos a la escuela no encontramos nada roto, y cuando fuimos a buscar algo específico ahí nos dimos cuenta, pero por ejemplo del ventilador quedó la caja, entonces no nos habíamos dado cuenta, cuando vemos que la canasta de mercadería no está, empezamos a ver, y dar cuenta de todas las cosas que faltaban, por eso fue algo distinto de lo que sucedió en otras escuelas, que rompieron rejas, o puertas”, y añade: “Acá se abrió con llave, se desactivó la alarma, se activó nuevamente, y después se cerró con llave de nuevo”.
Si bien la escuela tiene un casero, “no escuchó nada, dijo que no se dio cuenta, porque no hubo rotura, y la alarma de desactivó manualmente”, expresa la directora.
Lo que se llevaron
Según indica la directora Silvana Mira, los elementos que se sustrajeron de la institución fueron: “Dos bafles grandes, una potencia, uno de los ventiladores industriales que teníamos preparados para colocar en el comedor, una computadora nueva con monitor LCD, una canasta con mercadería que había preparado la gente de la cooperadora, otro ventilador de pared que nos había arreglado un papá que lo teníamos de repuesto para otro salón”.
Al respecto, Mira explica que “los equipos eran los que usábamos para los actos y para los festivales, era el equipo más grande que teníamos”. En tanto que, el ventilador industrial esperaba ser colocado en el comedor.
A pulmón
Los objetos que fueron robados, se consiguieron a través de donaciones y del esfuerzo en conjunto de la comunidad educativa por medio de rifas por las que se recaudaron fondos. “Todo lo que la escuela tiene es por donaciones, estas cosas las fuimos comprando con el esfuerzo de todo el año, de hacer rifas, de hacer ferias del plato, de a poquito, para juntar y comprar”, dice Mira.
“Todo lo vamos trabajando así, el material para los chicos, para trabajar en plástica, pelotas para educación física, también hacemos rifas, para salir de excursión con los chicos, es todo un trabajo que a veces no se ve, porque aunque nos hayan robado dos tizas nos da bronca, porque la escuela nunca había tenido este tipo de robo, es una escuela muy querida por la comunidad”.
Prioridades
Uno de los elementos que necesitan reponer con más urgencia es el ventilador industrial que debía emplazar-se en el comedor escolar, al que asisten los alumnos de la primaria, espacio que también es compartido por el cuerpo estudiantil de la secundaria.
El número de alumnos de la primaria llega a 180, y por su parte el alumnado de la secundaria también alcanza ese número.
“La escuela nuestra funciona en el verano también, porque tenemos escuela de verano, y por eso lo estábamos acondicionando para el vera-no, porque ahí no se aguanta el calor”, da a conocer la directora.
“Y el comedor a veces lo tenemos que utilizar para trabajar en plástica, y tenés que estar con ventiladores porque hace mucho calor”, señala Mira.
Al tiempo que dirime: “Hay cosas muy difíciles de reponer, como el caso del ventilador industrial, llegamos a comprar tres, dos los pusimos, y el tercero se lo robaron, era un ventilador grande”.