El intendente se coronó como el candidato kirchnerista para conducir del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, y de esa manera retoma los pasos de Alberto Balestrini. La diputada electa Verónica Magario iría por la conducción del Partido en La Matanza. Ningún otro oficialista presentaría lista en el distrito.
El engranaje viene funcionando bien para Fernando Espinoza. Ganó en La Matanza la elección más difícil que haya tenido el kirchnerismo, primereó con su candidatura para conducir el PJ, y ahora con esa chapa nadie puede discutir el nombre que designe para manejar los destinos del Partido en el distrito.
¿Cómo hacer que se respete el peso electoral de La Matanza?. Los únicos que lo lograron -en lo que a cargos se refiere- fueron Alberto Pierri y, en mayor medida, Alberto Balestrini. El primero fue diez años presidente de la Cámara de Diputados, el segundo ocupó ese cargo pero también fue vicegobernador de la provincia de Buenos Aires.
Desde 2005, Fernando Espinoza viene dirigiendo los destinos del distrito donde el oficialismo encuentra siempre una alegría, porque hasta contra Francisco De Narváez (2009) y Sergio Massa (2013) pudo festejar. Sin embargo, el intendente no fue tenido en cuenta en las decisiones grandes, Martín Insaurralde resultó el elegido para encabezar la última lista y cuando apenas se empezó a hablar de las internas del PJ se vislumbró un intento por desplazar otra vez a Espinoza.
Rápido de reflejos, el jefe comunal reunió a su tropa y ordenó un acto de lanzamiento propio. Las especulaciones fueron muchas porque no estuvo Daniel Scioli y, más aún, porque no hubo ningún representante de otro distrito que no sea La Matanza.
Pero la cosa ya estaba arreglada de antemano con el gobernador. La estrategia marcaba que Fernando Espinoza sería el candidato obligado del kirchnerismo o, como mínima, acompañaría en la fórmula a Daniel Scioli buscando no romper lazos con otros intendentes y calmar las aguas de los que presionaban al primer mandatario provincial.
Mientras tanto, en el Club Monte Dorrego, de Lomas del Mirador, el intendente subió al palco a más de 20 dirigentes del peronismo local: Ricardo Rolleri, Andrés Bevilacqua, Rosa “Pocha” Medina, Carlos Gdansky, Nedda Abella, Luis Cigogna, Marisa Guerín, Rosa “Cuca” Lobo, Daniel Castro, Marcelo López, Jorge Blanco, Aníbal Stella, Hugo “Cacho” Suárez, Juan Carlos Haljan, Carlos Estévez, Manuel Fresco, Mario Ortiz, Carlos Gdansky, Ángel Aisa, María Ester Balcedo, María Laura Ramírez, Rolando Galván y José Tucci, entre otros. Detrás del intendente estaba Verónica Magario, quizá el mayor mensaje sobre la lista que se vendrá.
“Nadie tiene más que La Matanza, lo apoyamos a (Martín) Insaurralde y ahora resulta que él no apoyó abiertamente a Fernando (Espinoza)”, se escuchó decir con claro tono de queja a un viejo dirigente del peronismo local.
Esto a colación de lo que ya había tirado el intendente durante su lanzamiento, cuando marcó la cancha: “La Matanza volvió a decir que fue, es y será por siempre la capital del peronismo, supimos mantener entre todos bien altas las banderas de justicia social, de independencia económica y de soberanía política”, repitió el intendente en referencia a los resultados electorales que el Frente Para la Victoria obtuvo en el distrito.
Fernando Espinoza habló de “empezar a decir las cosas que queremos que se escuchen desde este lugar de la Patria” y “plantar la piedra fundacional para reorganizar el movimiento nacional peronista a lo largo y a lo ancho del país”.
No faltaron, como en cada discurso, las referencias a Alberto Balestrini y Néstor Kirchner. Tampoco faltó esa frase que ya caracteriza al jefe comunal: “seguimos siendo la primera línea de fuego para defender este proyecto que encabeza nuestra presidenta (Cristina Kirchner)”.
No se escuchó de su boca la palabra “candidato”, pero el marco lo dijo todo. Días después una reunión de Daniel Scioli con 90 intendentes trajo más confusión a lo que sería la decisión final. Otra vez se habló de los jefes comunales que querían voltear a Espinoza y posicionar a Scioli dejando al intendente de La Matanza fuera de todo. Empero también estuvieron quienes apostaron al heredero de Alberto Balestrini como el candidato natural en caso de que el gobernador dijese que no, y así fue.
En el mientras tanto, el peronismo oficialista local en su conjunto se alineó a Espinoza a pesar de cierto malestar que se rumoreó tras las elecciones. Todavía ninguno de los poderosos de café se animó a enfrentar públicamente la candidatura del mandamás. Y es muy probable que ninguno lo haga tampoco si Fernando Espinoza anuncia que la candidata para conducir al PJ de La Matanza es Verónica Magario cuando anuncie la lista, esa lista que estará integrada por los que estaban bancando la parada en el palco, pese a cualquier especulación en voz baja, y en cadena telefónica.