“Tenemos que lograr que La Matanza tenga al gobernador de la Provincia”

El eterno concejal justicialista habló del nuevo mandato que asumirá por estas horas, su record en la función legislativa y el renovado objetivo del  oficialismo de La Matanza. “En la vida hace falta responsabilidad, vocación, trabajo y también suerte”, dijo Ricardo Rolleri.


Se abre el ascensor en el segundo piso del Concejo Deliberante de La Matanza y de inmediato aparece una modesta sala de espera, a la izquierda la oficina de presidencia, a la derecha, al final del pasillo y pasando primero por el resto de las oficinas de bloques, está el despacho de Ricardo Rolleri, el concejal que ya bate records desde su función.

Son las 15 y está solo en su oficina, los teléfonos suenan varias veces, abajo hay otro periodista esperándolo y pauta una reunión para otro día porque la agenda está cargada, dice. Es lógico, por esas horas se definen los cargos más importantes del Concejo Deliberante y su nombre es uno de los que suena como posible presidente del cuerpo. Sin embargo, él le quita chances y tira el nombre de otro probable, mujer en ese caso.

 

¿Qué número de mandato es éste que está por asumir?

El primer mandato que me tocó fue en el año ’83 y sólo de dos años. Hubo un sorteo, había que renovar por mitades y no veníamos de una sucesión democrática, sino del proceso militar. Así que éste sería mi noveno mandato en un caso único en la provincia de Buenos Aires y creo que en el país en cuanto a la continuidad legislativa de maneta ininterrumpida.

 

Además, apenas llegó ocupó un lugar importante…

Yo llego con Federico Russo y soy presidente del Concejo (Deliberante) con 31 años, muy joven. Lo acompañé a Federico los ocho años que duraron sus mandatos en ese cargo. Venía de presidir el Consejo Escolar con ‘veintipico’ de años, esa era la experiencia de la política que tenía.

 

Desde la lógica política, uno asume que usted debió haber llegado a

otro cargo, como diputado por ejemplo, ¿Por qué no ocurrió eso?

El hombre es uno y sus circunstancias. En la vida hace falta responsabilidad, vocación, trabajo y también suerte.

 

¿Reniega de que haya ocurrido así?

No, no, yo hago un análisis, no reniego; estoy agradecido a la vida y al peronismo. Yo no vivo de la política, tal vez viva para la política. Tengo actividades particulares que se han visto incrementadas con el fallecimiento de mi padre.

 

¿Cómo asume esta nueva etapa?

Siempre con nuevas expectativas, como en el ’83, pero con una evolución natural. Cuando ganó (Alberto) Pierri, por ejemplo, fui al llano, yo había sido candidato contra (Héctor) Cozzi y, en consecuencia, pasé a ser concejal y nada más, no tenía ni una comisión, al tiempo se dieron las circunstancias para volver a ser presidente del bloque.

 

Si tuviera que definir a cada intendente desde su gestión, de

manera positiva o negativa, ¿Cómo lo haría?

Cada uno tuvo su característica, Federico (Russo) era un caudillo político, (Alberto) Pierri era una conducción institucional, Alberto (Balestrini) es un conductor muy hábil, con un carisma muy particular. Y debo destacar también que a partir de la gestión de Balestrini y Fernando (Espinoza) se dan una serie de realizaciones que vienen del Gobierno Nacional y Provincial, antes había mucha carencia, eso reforzó estos últimos mandatos.

 

Cometió un fallido, en vez de hablar de Cozzi que fue

el intendente habló de Pierri…

Claro… porque para nosotros la conducción política era Pierri.

 

Eso sigue hasta estos tiempos…

se acuerdan de Pierri y no de Cozzi

Ocurre que la relación política nuestra siempre era con Pierri y no con Cozzi.

 

¿Cuál es su objetivo hoy, desde la política?

Tratar de aportar en lo que uno dependa para que la gente viva mejor, tratar de resolver problemas de la gente, aportar para que la gente mejore su condición.

 

Y si tuviese que hablar de una  deuda pendiente con esa gente…

La Matanza tenía muchas deudas, estaba muy atrasado el Distrito, todavía falta mucho, hay zonas que no tienen cloacas o agua potable, el Distrito creció mucho con asentamientos que se dieron por ahí de forma inorgánica, eso hay que mejorarlo.

 

Después de octubre y teniendo en cuenta el 2015,

¿Cómo analiza lo que viene?

Los que estamos en La Matanza tenemos la responsabilidad de tratar de aportar para que La Matanza llegue a la Provincia, para tener cosas y conseguir cosas para las comunidades hay que tener poder, no por el poder mismo, sino para plasmarlo en realizaciones para la comunidad. El Distrito comprendió esto, logramos el viejo anhelo de presidir el peronismo de la Provincia y volvemos a estar en el camino de lograr que La Matanza tenga al gobernador de la provincia de Buenos Aires, el camino que habíamos iniciado con Alberto Balestrini.

 

¿Ese camino se reinicia tal cual?

Si, si, si, nosotros tenemos que tratar por todos los medios de que La Matanza se vea representada a través de Fernando Espinoza en la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Es el distrito más antiguo, más importante, tiene el padrón territorial más importante, define una elección, y tiene hombres suficientes y capaces para asumir responsabilidades diversas.

 

En los ’90, La Matanza no era tenida

en cuenta ni social ni políticamente

Si claro, es cierto, se conseguían cosas menores, en los ’90 se logró un gran plan de iluminación que es importante, pero no fue una obra profunda. Por eso hay que reconocer a un montón de hombres que podemos aportar a la provincia de Buenos Aires, tener un Ministerio completo como no se ha dado nunca.

 

¿Es consciente usted de su rol

en el Concejo Deliberante?

La experiencia vale de mucho y las conductas también, uno siempre tiene que actuar siendo esclavo de la verdad, aunque tenga que decir cosas que no son del todo gratas.

 

Y políticamente hay que estar donde está Rolleri,

porque es un triunfo asegurado…

(Risas) Uno también es un buen analista de la política y del sentido común. Ahora, por ejemplo, hay que estar todos unidos en este objetivo que tiene que ser de todos (NdeR: Se refiere otra vez a recuperar espacios políticos perdidos).

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