Su nombre es Jonathan Da Rosa y vive en Villa Scasso. Protagoniza “Historia de Miedo”, película que también se proyectará en Nueva York. Aquí, formará parte del BAFICI 2014.
Jonathan Da Rosa tiene 21 años y vive en Villa Scasso, barrio que se encuentra a la altura del kilómetro 28 de la Ruta Nacional Nº 3, localidad de González Catán. Allí se crió junto a sus ocho hermanos, en un ambiente en el que sobró poco y faltó mucho.
Casi sin buscarlo y con un toque de suerte muy particular, terminó protagonizando Historia de Miedo, una película de Benjamín Naishtat que llegó al Festival de Cine Internacional de Berlín. Hasta allí también llegó Jonathan o, como le dicen, “El Pola”, para caminar por la “red carpet” y codearse en el hotel con George Clooney, actor de renombre mundial. “Me ofrecieron ir al festival por ser parte de la película, y fui. Nos quedamos en Berlín una semana. La experiencia estuvo buenísima”, contó.
El film que lo tiene como protagonista será exhibido en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York. En Argentina, el film se estrenará en abril, en el marco del Festival de Cine de Buenos Aires, BAFICI, que se llevará a cabo en el Centro Cultural San Martín.
“El Pola” forma parte de KM 29 un grupo de baile formado por un prestigioso coreógrafo, llamado Juan Onofri Barbato, que encontró a Jonathan y otros seis chicos en Casa Joven, un centro de rehabilitación que se encuentra en González Catán.
Onofri Barbato llegó a González Catán en 2011 para ofrecer un “taller de movimiento” para menores, cuyas vidas habían tomado un rumbo peligroso.
“Nos dijeron que íbamos a bailar Hip Hop, pero era danza contemporánea. Muchos lo dejaron, pero yo me enganché igual y me quedé”, contó Jonathan. El grupo logró afianzarse y fortalecerse, motivo por el cual el coreógrafo que los formó creó la obra “Los Posibles”, para que los jóvenes matanceros le dieran vida. El espectáculo de baile y música en vivo, fue presentado en el teatro TACEC de La Plata.
Ese fue su puente hacia la actuación. De hecho, llegó a ser protagonista de Historia de Miedo, luego de presentarse con algunos de sus compañeros de KM 29 en un casting. “En realidad fui a ver qué onda, me dieron una parte del guion, hice el casting y quedé”, resumió Jonathan.
“Los Posibles” tuvo también su versión cinematográfica en 2013, con la dirección de Santiago Mitre y Juan Onofri Barbato. El film fue presentado en el BAFICI y también en otros festivales del mundo.
Jonathan no se la cree. A pesar de haber vivido por una semana y un día como una “estrella”, sus pies siguen estando en la tierra. “No tengo representante ni nada de eso, si me llaman voy, no tengo ningún drama”, dice con respecto a las oportunidades que la vida le va poniendo delante de sus ojos. “Me está yendo bien”, agrega, aunque aclara que aún no puede “vivir” de su actividad artística.
El arte que salva
“El baile fue nuestra forma de salir de los problemas que tenemos, de la calle y todo lo que hay y que no debería existir”, expresa “El Pola”, cuando recuerda sus días en Casa Joven junto a sus hoy compañeros de KM 29.
“El baile requiere de mucha destreza física y entrenamiento, me enganché, me gustó y lo tomo como un deporte. Esto te obliga a estar sano, porque si por ejemplo, fumás o tomás, no rendís”, explicó Jonathan.
Por estos días, el entrenamiento de KM 29 se intensifica, ya que el mes próximo presentarán un nuevo espectáculo y a mitad de año tal vez puedan llevar su arte a Europa. “Estoy avocado al baile y a la actuación por igual”, aclaró Jonathan, quien además podría comenzar a dar clases de baile en barrios carenciados. “Es un proyecto que tenemos, ojala lo podamos hacer”, dijo.
En ese sentido, “El Pola” agregó: “La idea es mostrar que hay otras posibilidades fuera de la calle y la droga. El baile puede ayudar mucho, como ya dije, el baile te lleva a una vida sana”.
Jonathan va de su casa en “el 28”, a los ensayos para el espectáculo que brindará junto a sus colegas de KM 29 en el Centro Cultural San Martín, donde se proyectará la película que lo tiene como protagonista y lo llevó a vivir como una “estrella” en Alemania por una semana.
El recorrido de “El Pola” es de ida y vuelta, no se queda en el lujo y lo que “podría ser” esa otra vida. “A mí no me cambia nada, sigo como siempre, tengo los mismos amigos. Mi ritmo no lo voy a perder nunca. Yo no me voy a olvidar de donde vengo. Nací en un barrio bajo, con mucha pobreza y yo no me olvidaría nunca de eso. Y hoy la sigo luchando”, finalizó.