Jornada por una “democracia con justicia y un futuro con memoria”


En vísperas del Día Nacional de la Memoria, conmemorado cada 24 de marzo, se desarrolló en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) un encuentro multisectorial de debate sobre los Derechos Humanos.

Se trató, principalmente, de una actividad que nucleó a instituciones de la educación pública y organizaciones sociales en torno a la reflexión sobre los crímenes cometidos en El Vesubio, el principal centro clandestino de detención que funcionara en el partido de La Matanza durante la última dictadura militar.

Una de las consignas de la jornada, integrada en su mayoría por docentes, fue la capacitación para falicitar la transmisión a los alumnos de lo que se plantea en el proceso judicial que, por estas horas, se está llevando adelante contra cinco imputados por torturas y asesinatos cometidos en El Vesubio.

La iniciativa se dio en el marco de una campaña denominada “Yo fui a los juicios con mi profe”, en la que los docentes demuestran su compromiso por multiplicar los espacios de promoción de la memoria histórica en las escuelas del Distrito.

En representación de la Universidad, tomó la palabra la directora de Pedagogía, Jorgelina Monti, quien acompañó la reivindicación de la lucha por los Derechos Humanos y subrayó la idea de una “democracia con justicia y un futuro con memoria”.

El panel de apertura se completó con la presencia de la jefa de Educación Regional III, María del Carmen Hayet; el presidente del Consejo Escolar, Silvio Maffeo; y el director municipal de Derechos Humanos, Miguel Rocha.

María del Carmen Hayet instó a cada uno de los docentes y delegados a llevar la discusión por los Derechos Humanos a los jóvenes estudiantes, al tiempo que Silvio Maffeo convocó a seguir trabajando en conjunto por la memoria porque “sin memoria no hay un mejor país posible”.

Miguel Rocha, por su parte, hizo hincapié en las batallas culturales que vienen dando las fuerzas populares, aquellas que “que permiten que, en la actualidad, se investiguen, inclusive, a los civiles que fueron cómplices de la última dictadura militar”.

El centro clandestino de detención El Vesubio funcionó desde 1975 en cercanías de Camino de Cintura y Autopista Riccheri. Se calcula que allí hubo más de 2.500 personas detenidas previamente a ser asesinadas o desaparecidas. Entre ellas, algunas personalidades destacadas de la cultura como el escritor Haroldo Conti, el historietista Héctor Oesterheld y el cineasta Raymundo Gleyzer.

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