Un alto el fuego acordado ayer parecía regir hoy en el este de ese país, aunque una denuncia de los separatistas pro rusos de algunos ataques del Ejército ucraniano evidenció la fragilidad de una tregua que busca poner fin a casi cinco meses de combates.
Un comunicado del presidente ucraniano, Petro Poroshenko, pareció aludir a algunos incumplimientos del alto el fuego, afirmando que, en una conversación telefónica mantenida hoy, él y su par ruso, Vladimir Putin, discutieron medidas para darle a la tregua «un carácter estable».
No obstante, el comunicado agregó que ambos mandatarios «constataron que el régimen del alto el fuego se respeta en general».
Más temprano, el vocero del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, coronel Andrei Lisenko, dijo a periodistas que los rebeldes dispararon contra las fuerzas ucranianas en unas 10 ocasiones desde que entrara en vigor el alto el fuego, ayer por la tarde, tras ser acordado en negociaciones entre las partes.
No obstante, Lisenko agregó que la mayoría de los ataques tuvieron lugar anoche, cuando probablemente la orden del alto el fuego bilateral no había llegado aún a todas las unidades rebeldes, y subrayó que la observancia de la tregua por parte del Ejército ucraniano fue total.
«Las fuerzas de la operación antiterrorista respetan el régimen del alto el fuego en estricto cumplimiento de la orden del comandante supremo» de Ucrania, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, aseguró Lisenko.
Donetsk, la mayor ciudad controlada por los rebeldes, de más de 900.000 habitantes, vivió su primera noche de calma luego de varios meses de bombardeos diarios contra zonas residenciales, informó la cadena de noticias BBC.
Pero el líder separatista de Donetsk, Alexander Zajarchenko, dijo a la agencia de noticias rusa Ria Novosti que la tregua había sido violada en la mañana de hoy por Kiev con dos ataques de artillería contra la localidad de Amvrosiivka, unos 50 kilómetros al sudeste de Donetsk.
«A día de hoy, el acuerdo sobre el alto el fuego no se respeta plenamente. Es pronto para hablar del cese total de las hostilidades», lamentó Zajarchenko.
Las milicias insurgentes también informaron de tiroteos aislados ocurridos ayer en la localidad de Kirovskoe, al este de Donetsk, donde según los rebeldes actúan grupos saboteadores de la tregua.
Ucrania y los rebeldes firmaron el acuerdo de alto el fuego ayer en Minsk, capital de Bielorrusia, en un esfuerzo por poner fin a casi cinco meses de conflicto y con la mediación de Rusia y la Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa (OSCE).
Las partes acordaron la retirada de los armamentos pesados, la liberación de todos los prisioneros y el envío de observadores internacionales y de ayuda humanitaria para las devastadas ciudades del este de Ucrania, entre ellas Lugansk, el segundo mayor bastión de los rebeldes después de Donetsk.
Zajarchenko dijo hoy que los rebeldes comenzarán a liberar a sus prisioneros en las próximas horas, y que se espera que Kiev comience a hacerlo el martes próximo.
En su comunicado sobre la charla con Putin, el presidente Poroshenko dijo que se puso el acento «en la importancia del seguimiento de la situación por la OSCE» y en el «envío de ayuda humanitaria» rusa a la población de Donetsk y Lugansk.
Si la tregua se mantiene, se tratará de un gran logro.
El conflicto entre Kiev y los separatistas agravó los problemas económicos de Ucrania y dejó al menos 2.600 muertos y más de un millón de refugiados o desplazados, según la ONU.
A nivel externo, la crisis enemistó profundamente a Occidente y Rusia, con acusaciones de que Moscú arma y apoya a los rebeldes incluso con tropas invasoras y tajantes desmentidas de Moscú.
Líderes occidentales se mostraron escépticos del compromiso ruso e hicieron notar que una tregua previa de 10 días, plagada de acusaciones mutuas de violación, no se acompañó de avances en la mesa de negociaciones.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que esperaba que el alto el fuego perdure, pero que no estaba seguro si los rebeldes iban a cumplirlo y si Rusia iba a dejar de «violar la soberanía e integridad territorial de Ucrania».
La vigencia de la tregua «tiene que probarse», dijo Obama ayer al cierre de una cumbre de la OTAN en Gales, Reino Unido.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) ya prepararon nuevas sanciones contra Rusia por su rol en el conflicto, y Obama subrayó que la mejor forma de garantizar el alto el fuego era aplicar estas penalidades y mantener la presión sobre Rusia.
Según diplomáticos de la UE, las nuevas medidas del bloque, que fueron aprobadas de manera preliminar anoche y que podrían entrar en vigor el martes, están dirigidas contra el acceso de Rusia a los mercados de capitales.
También penalizan el comercio de armas y de tecnología de Defensa con Rusia, agregaron las fuentes.
«Si se activan ciertos procesos, estamos preparados para suspender las sanciones» contra Rusia, dijo no obstante la canciller alemana, Angela Merkel, en referencia al nivel de acatamiento de la tregua.
En un comunicado, la Cancillería rusa condenó las nuevas sanciones de la UE y prometió «que sin dudas habrá unba reacción de nuestro lado».
El mes pasado, Rusia aprobó una vasta prohibición para la importación de casi todos los tipos de alimentos de Estados Unidos, la UE y otros países que sancionaron a Moscú por Ucrania.
Télam