Ese país comenzó a realizar controles sanitarios a los pasajeros de los vuelos procedentes de Guinea Conakry, los únicos directos a París desde un país afectado por la epidemia de ébola en África Occidental.
Un equipo médico situado en la pasarela de bajada del avión tomó hoy la temperatura de las entre 150 y 200 personas que viajaban en el vuelo que llegó al aeropuerto Charles de Gaulle, con la ayuda de un termómetro infrarrojo que evita el contacto físico.
Los pasajeros además tuvieron que completar una ficha detallada con sus datos, para poder ser contactados en caso de ser necesario, precisó la agencia EFE.
Mientras tanto, el sindicato del personal de la aerolínea Air France solicitó que se anule el vuelo a Guinea Conakry, ante el temor de un «riesgo grave de propagación de la epidemia».
El Gobierno galo recordó ayer que no hay ningún caso confirmado de ébola en el país, pero destacó que «el sistema sanitario está alerta para detectar lo más rápido posible y encargarse en las mejores condiciones de cualquier persona afectada».