Imputaron a dos policías que habrían provocado un accidente en el que murió un motociclista

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Los efectivos están imputados por “homicidio culposo”. La víctima no obedeció la orden de detenerse y fue encerrado por el móvil policial. El chico chocó y murió en el acto. Su familia dice que el menor “se asustó” y que la negligencia del personal policial causó el trágico desenlace. Además, los familiares de la víctima denuncian “irregularidades una vez que se había producido el accidente”.

Ernesto Losada tenía 17 años y vivía con su familia en Pontevedra, en el vecino partido de Merlo. El domingo 1º de febrero, Losada circulaba con su moto por la calle Pacheco en González Catán, cuando un patrullero comenzó a seguirlo. El joven se asustó y al verse encerrado por el móvil, subió a la vereda y chocó con un cesto de basura.

“Era un buen chico, querido por todos. No sé por qué no paró, yo siempre le dije que tenía que parar”, dijo Ariel Losada, padre del joven que una semana después de su muerte hubiese cumplido 18 años.

El viernes 30 de enero, Ernesto había comprado una moto y el domingo había organizado una salida con un grupo de amigos a Ezeiza. Al llegar al centro de González Catán, alrededor de las 17.30, los chicos se encontraron con un operativo de control policial llevado a cabo por personal de la Comisaría 1° de esa localidad. “Como había comprado la moto el viernes, no tenía hecha la documentación necesaria, entonces decidió volverse él solo con su moto”, contó el papá del joven.

Ernesto le dio su casco a otro chico, que iba a seguir el viaje y tomó una calle interna para volver hacia Pontevedra. Luego de unas cuadras, un móvil policial de la Comisaría de González Catán, comenzó a seguirlo y realizó la señal de alto, pero el joven se habría asustado y no se detuvo.

“Hay dos cosas que nos preguntamos y no entendemos; por qué dio su casco y por qué no paró. Creemos que se asustó o tal vez no escuchó”, se lamentó Ariel Losada. El joven siguió circulando y el personal policial habría realizado determinadas maniobras que fueron encerrando al chico, que terminó chocando contra un cesto de basura y golpeándose fuertemente en la cabeza, en la calle Pacheco al 50.

El chico murió en el acto y según la declaración de los testigos, los dos efectivos policiales asumieron la responsabilidad del hecho. “Se agarraban la cabeza y decían ‘que cagada nos mandamos’. Esto es homicidio culposo”, señaló Losada.
Efectivamente, ambos policías quedaron imputados en la causa, que quedó a cargo de la Unidad Fiscal N° 11, por el delito de “homicidio culposo”, es decir, provocar la muerte de otra persona sin intención.

El papá del joven hizo hincapié en la “inexperiencia de los policías que estuvieron involucrados en el accidente” en el cual murió su hijo. “Son pibes de 21 y 22 años, con 3 y 5 meses de ‘antigüedad’ en la fuerza. Yo sé que no hubo una agresión intencional, fue negligencia pura. Estos chicos disparan tres tiros en un polígono y los mandan a la calle”, ironizó Losada.

Además, el hombre agregó: “Yo solo quiero que esto se esclarezca. Mi hijo era un buen chico y mi familia está destrozada”.

Irregularidades en el lugar del accidente

Si bien Ariel Losada no acusa directamente a los policías por la muerte de su hijo, si denunció que se produjeron ciertas irregularidades en los momentos posteriores al trágico accidente. “Yo sé que no hubo nada raro, porque revisé el cuerpo de mi hijo en la morgue, y no había otros golpes más allá del que se dio en la cabeza cuando chocó”, aclaró el padre del joven.

Sin embargo, el hombre señaló que el fiscal nunca se acercó al lugar del hecho y que dio la orden de retirar el cuerpo de la calle por teléfono. Como el joven ya estaba fallecido, el personal médico que llegó una vez ocurrido el accidente, no intervino y se retiró. En tanto que fue el personal policial el que tomó fotos del lugar y del cuerpo de Ernesto.

Una vez que el cuerpo ya había sido trasladado, una hora y media después del choque, se comunicaron desde la comisaría con la familia del chico. Primero con su hermana, menor de edad, y luego con su padre.

“Me llamó el comisario y empezó a preguntarme por mi hijo y me pidió que me acerque a la comisaría. Yo pensé que estaría detenido y que le habían sacado la moto, pero cuando me dijo que vaya para hablar ahí, me imagine que algo peor había pasado”, relató Losada.

Una vez en la dependencia policial, Ariel Losada fue notificado de que un joven había fallecido en un accidente y que su cuerpo estaba en la morgue judicial de Puente 12, en Ciudad Evita. “El comisario sacó un celular y me mostró las fotos que le habían sacado al cuerpo de mi hijo para que lo reconozca”, detalló el hombre.

“Fue una vecina la que me contó todo lo que sucedió. Ella me dijo todo lo que pasó ahí. Yo debería haber estado en ese lugar. No sé por qué no me llamaron cuando tardaron tanto en llevarse el cuerpo. En su mochila tenía el celular y ahí estaba mi número”.

Además el hombre añadió: “En estos casos hay un protocolo que se debe seguir. Él tenía sus documentos y la policía debía comunicarse conmigo o mi esposa para que nos acerquemos al lugar. El fiscal debía llegar al lugar y ordenar que se realicen las pericias correspondientes, pero no se hizo un perímetro de la zona, no fue el fiscal, no hicieron pericias. Absolutamente nada. No entiendo cómo se puede trabajar así”, remarcó.

En ese sentido, Losada indagó: “Ellos quisieron tapar su error. No hubo tiroteo, no era una banda de delincuentes que escapaba. Era un chico que iba solo con su moto y lo persiguieron así. Quisieron tapar el encierro que provocó el accidente”.
La causa está en manos de Juan Carlos Rivas, que dio la orden de investigar las irregularidades. “La causa no está cerrada. El cuerpo de mi hijo no se puede mover de donde está y ya hay una orden de exhumación abierta en caso de que se necesite”, detalló Losada.

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