Aunque ninguno lo reconoce, todos los medios y periodistas “satélites” tienen “preferidos” a la hora de hablar de elecciones en el partido de La Matanza. Aliados del Gobierno, acérrimos opositores y oportunistas de la coyuntura en un rol cada vez más visible y menos profesional.
Por Claudio Kappeler
ckappeler@periodicosic.com.ar
Desde siempre, los medios de comunicación de La Matanza tuvieron un activo papel militante a la hora de “mostrar” a los dirigentes políticos, hecho que se acentúa en épocas electorales poniendo cada cual su ficha en quien más le convenga.
No son muchos los medios regionales de este lado de la provincia de Buenos Aires y eso facilita la lectura pormenorizada del juego que cada uno realiza. El único grupo que se ve excluido de los movimientos de timón relacionados a cuestiones políticas y/o económicas es el conformado por los medios de la Universidad Nacional de La Matanza y en este sentido la razón es obvia: tanto la gráfica como la radial son estructuras contenidas por el gigante académico. Esto recordando además que la UNLaM logra un profesionalismo y calidad del que los demás medios se alejan cada vez más.
Entonces quedan los otros, los denominados “medios chicos”, ese mejunje de voluntades individuales que nunca alcanza para colmar las expectativas de una sociedad tan heterogénea como demográficamente imposible de alcanzar.
En ese margen está por ejemplo el Diario NCO (o Noticias Con Objetividad), el medio más viejo con el que cuenta La Matanza. Se trata de un formato gráfico de estructura y contenido improvisados que de lunes a viernes relata con poca claridad el acontecer político del Distrito. En los años ’90, con el esplendor menemista, el medio vivió dos etapas: primero fue opositor al gobierno comandado por Alberto Pierri desde el Congreso y más tarde se convirtió en el órgano oficial de aquella gestión. Esa fue su etapa de mayor crecimiento llegando a ser el único medio gráfico del Distrito con más de 30 páginas diarias que incluían suplementos temáticos cada día de la semana.
La caída pierrista y la consecuente llegada de Alberto Balestrini al Gobierno municipal encontró otra vez un NCO opositor, de fuerte tono crítico, hasta que el dirigente Carlos Orsingher recaló en la gestión local e hizo de intermediario para acercar posiciones entre el Municipio y el medio gráfico.
Hoy la postura de ese Diario es ambigua. Desde lo periodístico desempolva cada conflicto interno que vive el Gobierno de Fernando Espinoza y sale a relucir cualquier declaración rimbombante que haya contra el intendente, de la misma manera que fustiga a la posible sucesora Verónica Magario. Además, su propietario y director Oscar Pettinato milita de manera activa en el Frente Renovador de Sergio Massa. Empero desde lo económico sigue siendo el medio a tra-vés del cual el Municipio publicita su gestión.
Similar es la actitud del periodista Pedro Artaza, dueño del Periódico Política 2000, quien es reconocido como el mayor “ponedor de huevos” de La Matanza. El hombre, que también conduce un programa de radio diario, tiende a mostrarse como adepto al gobierno Municipal de turno, aunque juega con todos los que estén dispuestos a poner un poroto en su medio. Artaza publicita de todas las maneras posibles las candidaturas de Julio Ledesma (Frente Renovador), Miguel Saredi (PRO), Alfredo Gonzalez (FE) y Fernando Espinoza (Frente Para la Victoria). Es otro de los que no titubean a la hora de generar “circo” con las declaraciones de uno u otro lado.
El Periódico S!C, por su parte, apareció como un medio de neto corte opositor con fuerte crítica hacia las falencias de gestión del intendente Fernando Espinoza. Con el correr del tiempo, el medio volcó su acidez a sus secciones de humor político, en tanto que su línea editorial viró hacia una mayor cercanía con el Gobierno Municipal, destacando el rol como dirigente político del jefe comunal.
Por otro lado, el diario Condie, cuyo titular es Marcos Flores, también representa uno de los medios más antiguos de La Matanza ya que nació como un desprendimiento de NCO a pocos años de su primera publicación. Hoy cumple la función de ser un medio que, de lunes a viernes, replica las gacetillas municipales en las oficinas administrativas de la Comuna y en las agrupaciones oficialistas.
Asimismo, podemos encontrar otros espacios que se dedican a comunicar en el Distrito, como es el caso del Censor del Oeste cuyo director Jorge Victorero es el encargado de mantener una línea que siempre destaque al exdirigente pierrista Juan Carlos Piriz, debido a su estrecha relación de muchos años.
Los otros
Aunque no existen otros medios que cuenten con la regularidad de los antes mencionados, también existen en el Distrito los denominados periodistas satélites, esos que frecuentan eventos políticos y luego publican sus crónicas en páginas web poco visitadas y/o simplemente en perfiles de redes sociales.
En este rubro se puede mencionar a Gabriel Puebla, quien publicó solo tres ediciones en formato gráfico de “Quinto Poder”, y luego sólo lo continuó a través de la web.
Enfrentado al Gobierno Municipal, Puebla se caracteriza por ser un periodista de mala redacción que frecuenta los ámbitos opositores y carga sus tintas con rumores, suposiciones y políticos frustrados por las continuas derrotas.
Un rol parecido cumple Julio Jerez, el “antiperiodista”: suele plagiar artículos de otros medios y publicarlos en una página web que luego reproduce en Facebook. De fuerte relación con el candidato del PRO Miguel Saredi, tuvo un pico de oposición para con la gestión de Espinoza, aunque por estos días se muestra ambivalente en ese sentido. De nulos conocimientos periodísticos, busca el impacto desde el morbo y la mentira.
El resto es casi un relleno de cada acto político y/o conferencia de prensa. Se trata de comunicadores que deambulan por la actualidad diaria del Distrito, en muchos casos sin trabajar en ningún medio de comunicación, en muchos casos cobrando por el sólo hecho de marcar presencia.
La actual realidad muestra a un periodismo devastado desde lo profesional y el mayor porcentaje de responsabilidades en este sentido recae en los viejos popes del oficio. La política se aprovecha de esa improvisación, llena bolsillos necesitados y se sirve de tanta mediocridad.
