Verónica Magario se convirtió en la precandidata a intendenta más votada en toda la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, el oficialismo se ve obligado a reforzar la campaña para engordar la cantidad de votos a favor. La marca de 2011 podría ser el gran objetivo.
Por Claudio Kappeler
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El triunfo de Verónica Magario como la precandidata a intendenta del Frente para la Victoria no tiene punto de discusión. Luego de las PASO, la favorita de Fernando Espinoza se posicionó como la probable próxima jefa del Municipio del distrito más importante del territorio bonaerense.
“Debemos redoblar los esfuerzos para garantizar el triunfo de (Daniel) Scioli en primera vuelta porque él es la garantía de la continuidad del peronismo en el país”, dijo horas atrás Magario en un plenario, despejando cualquier duda que pudiese haber sobre lo que se viene en cuanto a campaña se refiere.
Según la candidata a intendenta, el Frente para la Victoria realizó “una gran elección”, empero “aún la Patria demanda asegurar la continuidad del peronismo este 25 de octubre”, dijo.
De esta manera, Verónica Magario arengó a los militantes del oficialismo para no dormirse en un triunfo que suena definitivo, pero obliga a acrecentar el caudal de votos obtenidos. Son dos los motivos que obligan a esta ecuación: el triunfo de Scioli sin balotage, y la mayor cantidad de concejales posibles para el oficialismo de La Matanza.
De acuerdo a los resultados de las PASO de agosto último, el sector de Fernando Espinoza se estaría quedando con 8 o 9 lugares del Concejo Deliberante. Los 4 o 3 restantes se los dividirían entre el PRO y el Frente Renovador.
La historia reciente
Las elecciones de las que participó el actual oficialismo de La Matanza pueden ser analizadas como simples marcas de la historia, aunque también pueden emular boyas en un río a las que hay que alcanzar y superar.
En las elecciones primarias de 2011, Fernando Espinoza obtuvo casi 360 mil votos, número que abultó en las Generales de ese año alzándose con un total de 392.535, lo que significó la mayor cantidad de sufragios obtenidos por el oficialismo desde 1999 inclusive.
En las Primarias Obligatorias de 2013, el Frente para la Victoria volvió a ganar en el Distrito quedándose con más de 305 mil votos, casi el 45 por ciento del total de votantes. En las Elecciones Generales Legislativas de ese año, Espinoza obtuvo más de 325 mil sufragios.
Si se tienen en cuenta los resultados de esas dos últimas elecciones, se deduce que el oficialismo de La Matanza en ambas oportunidades sumó un poco más de 20 mil votos a los obtenidos en las Primarias.
En las PASO de agosto último, Verónica Magario se alzó con un total de 240.892 votos, y si a eso se le suman los 106.914 obtenidos por Heraldo Cayuqueo -el otro candidato del FPV-, entonces se concluye que el oficialismo se quedó con un total de 347.806 sufragios.
En caso de repetir lo sucedido en 2011 y 2013, la gente de Fernando Espinoza debería estar cercana a los 370 mil votos en las elecciones de oc-tubre próximo. Sin embargo, el obje-tivo de máxima supera ese número.
Además de darle el triunfo en primera vuelta a Daniel Scioli y retener la mayor cantidad de concejalías posibles, en el Gobierno local se especula también con el futuro inmediato de Fernando Espinoza.
Cuestión de lealtades
“Él puso el pecho y estuvo en la primera línea de fuego para defender el proyecto nacional, resolvió resignar el lugar que, consideramos, debía ocupar en la gobernación bonaerense para integrar una fórmula que priorizara los intereses de la Patria”, Verónica Magario habló así de Fernando Espinoza y se preguntó: “¿Cuántas muestras más de lealtad tienen que dar este cristiano y el peronismo de La Matanza?”.
Lo que dijo la candidata a intendente tiene un fuerte significado hacia afuera y hacia adentro.
“No es que vamos a exigir un lugar para él en el gabinete nacional, sino que se lo ganó porque se lo ganó La Matanza y su militancia”, aclaró. Ese es el otro gran objetivo del oficialismo local, porque es muy probable que Fernando Espinoza siga conduciendo los destinos del peronismo matancero, pero en paralelo es necesario que la militancia vea una llegada, un lugar ocupado por el que se peleó, por el que trabajaron.
“Logramos crear y tener un dirigente nacional del estirpe de Fernando que va a estar al frente de la campaña nacional con Scioli”, floreó Verónica Magario elevando la figura de su conductor.
Si la militancia creyó que en agosto se había definido la cosa se equivocó. En las PASO se logró el primer objetivo del triunfo, ahora deben revalidarlo y ampliarlo.