Desde el oficialismo local dijeron que la idea carece de lógica y hablaron de pobreza dirigencial. La oposición quiere aprovechar el poder macrista para avanzar con un proyecto que nunca encontró camino. La gobernadora Vidal dijo que no está entre sus prioridades.
Por Claudio Kappeler
Cada campaña política abre la puerta a la posibilidad de discutir la división del partido de La Matanza, haciendo eje en su extensa amplitud territorial y su densidad demográfica. El debate siempre es menor, oportunista y vacío de contenido real sobre una potencial ejecución de tal proyecto. Este año no hay campaña política al menos en los papeles, pero la coyuntura permite una vez más poner sobre la mesa un tema que eriza al peronismo local y hacen que se relaman los de afuera.
En los años ’90, cuando nadie podía romper el alambrado generado en La Matanza por Alberto Pierri, hasta los propios del PJ hablaban de división. Antes de llegar al poder regional, el por entonces senador provincial Alberto Balestrini se refería a la supuesta necesidad de partir el Distrito. Una vez que ocupó el trono de intendente dio por descartada la idea y comenzó su proyecto para descentralizar la Municipalidad construyendo los denominados minimunicipios. Al fin de cuenta se construyeron sólo los edificios de Ramos Mejía y González Catán.
En 2005, la por entonces diputada radical Sandra Riboó presentó un proyecto de división y tuvo el visto bueno de la Comisión de Asuntos Municipales pero fue sólo un intento que nunca avanzó.
En 2010, el nuevo ideólogo fue el diputado de la Coalición Cívica Walter Martello. Montado sobre le división de Lezama (ver aparte) y casi tomando textual el proyecto de Riboó, su idea era dividir La Matanza en cuatro Municipios. Esto sería Tapiales (La Tablada, Lomas del Mirador, Ciudad Evita, Aldo Bonzi, Villa Madero y Villa Celina), La Matanza (San Justo, Villa Luzuriaga y Ramos Mejía), Gregorio de Laferrere (Isidro Casanova, Rafael Castillo y Laferrere), y Juan Manuel de Rosas (González Catán, Virrey del Pino y 20 de Junio).
Walter Martello tenía esperanzas de contar por ese entonces con el apoyo de toda la oposición y de esa manera avanzar en su intento. De hecho, los opositores eran más y podían hacerlo, pero todo quedó en la nada.
Qué pasa ahora
Según anunció el diputado provincial de Cambiemos César Torres, la bancada oficialista de la legislatura bonaerense “está trabajando en la división de los distritos de La Matanza y Lomas de Zamora”.
“La administración municipal no puede estar lejos de la gente”, dijo el legislador para dar un soporte a la “nueva” idea.
Pese a esto, la gobernadora María Eugenia Vidal afirmó días atrás que la división del partido de La Matanza “no es una prioridad para su gestión”.
En el Distrito también se conformó un grupo multisectorial que apoya la iniciativa. Entre los referentes se encuentran el excandidato a intendente radical Enzo Gioia, el referente también de la UCR Gustavo Barresi y el militante del GEN José “Pepe” Santagata. En ninguno de los casos hay una representatividad real de lo que pueda opinar el grueso del pueblo de La Matanza.
Como se nota, siempre la idea de dividir el Distrito fue más una iniciativa colonizadora que una necesidad expresada por los vecinos. En cada discusión, el proyecto de división llegó de manos de un legislador que no vive en estas tierras y, por ende, no conoce sus verdaderas necesidades. Por otro lado, en ninguno de los casos se propuso ninguna forma para saber qué es lo que piensa el pueblo de La Matanza, justamente el mayor beneficiado y/o perjudicado por su posible división.
Las opiniones
La intendenta Verónica Magario se opuso de plano a la posible división y expuso: “Bastaría hacer una consulta para que todo el mundo se de cuenta de que los matanceros hemos cobrado identidad, queremos una Matanza unida y no partida”.
“Sería una locura pensar en dividir administrativamente un distrito como éste, con su potencial y actividad económica, industrial y comercial, que se vería muy afectada”, dijo al jefa comunal advirtiendo que se trata de un proyecto “inviable” y que “no tiene ningún sentido desde ninguna lógica, pero fundamentalmente desde nuestra propia identidad como matanceros”.
El senador provincial Daniel Barrera, alineado al oficialismo matancero, estimó que se trata de la “simple intencionalidad de buscar un botín político” y consideró que ese hecho “habla de la poca calidad que tienen algunos dirigentes políticos”.
“Es muy fácil decir desde un micrófono que si dividimos La Matanza, la gente va a estar mejor, es una zoncera, politiquería barata que no conduce a nada”, amplió el legislador en declaraciones al Periódico de la Universidad de La Matanza.
Como se ve, los intentos por dividir La Matanza no son más que deseos de gobernarla. Desde afuera lo ven como la única posibilidad de romper con la hegemonía peronista, mientras que desde adentro hay sectores minoritarios que saben que por lo pronto no tienen chance de ganar votos si no es partiendo el Distrito. Aunque la discusión, como se dijo, siempre fue vacía y casi efímera, esta vez asoma como posibilidad real. El macrismo no sólo gobierna la Nación sino también la Provincia y eso le da posibilidades reales a la oposición para instalar el tema. El peronismo en tanto, espera en la trinchera con ninguna otra intención que no sea oponerse.
Lezama quería independizarse
Con varios cortes en la Ruta 2, los vecinos de Lezama pedían en 2009 su desvinculación del distrito de Chascomús. Fue un extenso conflicto que dividió al pueblo y finalizó en la Legislatura bonaerense cuando un total de 58 votos a favor contra 21 en contra hizo que Lezama se convirtiera en el distrito número 135 de la provincia de Buenos Aires.
Antecendente
En 1995 -en plena gestión corrupta de Juan Carlos Rousselot- el Partido de Morón fue dividido en tres y de esa manera quedaron establecidos los distritos de Morón, Ituzaingó y Hurlingham.