Chinaski: una biblioteca en la que no se pide silencio

chinaskiSe fundó en marzo de este año y allí se realizan diversas actividades culturales: entre ellas recitales, talleres y presentaciones de libros o charlas de autores. Reciben la visita de establecimientos educativos y están terminando de construir el espacio físico en el que funciona la biblioteca.

La Chinaski es una biblioteca Popular que funciona en la casa familiar del barrio 25 de Mayo de la localidad de González Catán y tuvo su origen en la necesidad y ganas de darle espacio a las bandas locales que no tenían lugar para tocar en la zona. Por la cantidad de actividades que se realizan en la actualidad, el espacio “tiene aspiraciones a ser un centro cultural”, lo cual ya es en la práctica.

El espacio se inauguró el 23 de marzo último. “La idea era crear un espacio para la gente de Catán, ya que algo estaba haciendo falta. Por la zona no hay centros culturales y mucho menos bibliotecas”, contó Carolina, miembro de la Chinaski que estudia para ser técnica en Bibliotecnología.

Sobre los orígenes del lugar, la joven contó que “hace un año fuimos con mis viejos a Rosario y allí conocimos la Biblioteca Popular Vigil, conocer tan hermoso lugar nos terminó de convencer que Catán realmente necesitaba una biblioteca”.

“Pero la nuestra rompe con la estructura de una biblioteca normal, no tenemos una bibliotecaria que pide que se guarde silencio”, destacó Carolina. Al contrario, en la Chinaski se hace mucho ruido. Varias veces al mes se realizan recitales y diversas jornadas culturales. También se llevan a cabo talleres y presentaciones de libros o charlas de autores.

Desde su inauguración, la Chinaski recibió la visita de los escritores Leandro Albani, Osvaldo Bayer y Marcelo Valko. Si bien el espacio se inauguró en marzo último, Carolina destaca que “es un trabajo de años, mis viejos siempre estuvieron en la movida cultural y todos los años organizan dos jornadas de reflexión que consideramos importantes; las del 24 de marzo y el 12 de octubre”.

Además la joven agregó: “Ellos (por sus padres) siempre realizaron eventos en plazas, bares, promoviendo bandas y el arte local. Igual esto no es solo trabajo familiar, hay muchas manos, mucha energía de personas que nos acompañan desde siempre y gente que se va sumando”.

Con respecto a la relación con los vecinos, Carolina contó que “tenemos el apoyo incondicional de la mayoría, pero también están los que dicen ‘¿che por qué abren una biblioteca? Eso ya fue, ahora está todo en Internet’. Y ahí es donde caemos en la cuenta de la importancia de seguir con el espacio”. A los “detractores” se los invita a romper los prejuicios y conozcan el trabajo que se realiza.

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