Un pedido desesperado de un comedor que asiste a 120 chicos

Se trata de Piecitos Mojados, un comedor que funciona en una precaria casilla en el barrio La Palangana. Sin instalación de agua, sin baño, sin mesas, ni bancos, dan de comer a familias que se encuentran en situación de riesgo. “No tenemos absolutamente nada”, dijo Olga Parraz, fundadora del lugar. 

Una foto de un nene durmiendo en el piso de tierra se viralizó en las últimas semanas. La imagen fue compartida en las redes sociales por Olga Parraz, fundadora del Comedor Piecitos Mojados, que se encuentra en el barrio La Palangana de Virrey del Pino. “Necesito urgente cunita o camita para mis niñitos. Se me quedan dormidos los bebes y no nos queda otra que hacerlos dormir en el piso de tierra”, decía la publicación.

La mujer comenzó a trabajar en una de las zonas más vulnerables del Distrito a mediados de 2016. “Las mujeres me contaban que hacía dos días no comían, que los chicos estaban a mate cocido con pan y ellas a mate”, había contado la mujer en diciembre último.

Así comenzó a gestarse lo que hoy es Piecitos Mojados, la única posibilidad de acceder a un plato de comida que tienen las familias de un barrio que nació de una toma de terrenos y que se inunda con cada lluvia.

Según Olga, el objetivo del comedor era “paliar un poco la situación de los niños, pero hay mucha necesidad”. El comedor empezó recibiendo a 30 chicos, luego esa cantidad se fue multiplicando. En medio de la crisis económica y social, la situación se agravó en los últimos meses. “La estamos sobrellevando como podemos. Nuestra instalación es super precaria y se nos está viniendo abajo. Los chicos que vienen se multiplicaron, llegan a 120 niños, sin contar a las madres y a los hermanos mayores, o los ancianos que vienen a buscar comida”.

Frente a la gran demanda, lamentablemente la comida muchas veces no alcanza. “Bueno hoy lamentablemente no puedo decir misión cumplida. Quedaron muchos chicos sin comer. Llevé salchichas con puré y no alcanzó, todo es poco, tuve que llenarlos con alfajores y banana”, posteó Olga Parraz en la red social Facebook el 4 de abril último.

Hasta hace pocos días, el comedor se sustentaba gracias a la solidaridad de la gente, pero tras la publicación de la foto de un pequeño durmiendo en el suelo, la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de La Matanza, respondió el último de los numerosos pedidos que realizó Olga.

“Hace tres meses estaba esperando una respuesta de Desarrollo Social, luego de la publicación de esa foto, vinieron a ver las condiciones del comedor y ya hemos retirado la primer tanda de alimentos. Empezaron a ayudarnos”, contó Parraz.

“Queremos construir un baño y hacer una construcción anexa a la casilla, para que cuando llueva los chicos puedan venir a comer en un lugar seco, ya que en la casilla entra agua y el piso es de tierra”, había explicado la mujer en diciembre de 2016.

Hoy la situación sigue igual. “Viene el invierno y es la estación que más sufrimos. Seguimos sin agua y sin baños, sin piso. No tenemos absolutamente nada”, lamentó la fundadora de Piecitos Mojados. Poder mejorar las condiciones del espacio físico es urgente. “Nos faltan mesas y bancos, los chicos prácticamente comen en el piso”, agregó la mujer.

Para poder edificar en el terreno en que está emplazada la casilla, es necesario levantar al menos dos metros con tierra y escombros, porque con cada lluvia, el lugar se inunda. “No tenemos los materiales, si la mano de obra, que serían personas del barrio”, contó Parraz.

La preocupación de la mujer, es que se acerca el invierno y el frío “es más cruel porque es una zona descampada,  lo sufrimos mucho”, lamentó la mujer, al tiempo que añadió: “Los chicos vienen a comer igual; llueva, truene o caigan rayos”.

Las familias del barrio necesitan frazadas, colchones, alimentos, ropa de abrigo y botas de lluvia. El pedido ya fue realizado en Desarrollo Social.  El barrio La Palangana se encuentra a la altura del kilómetro 36 de la Ruta Nacional N° 3 y el panorama muy complicado. Niños con bajo peso y familias con las necesidades básicas insatisfechas.

El comedor está abierto todos los días. Los lunes, miércoles y viernes se ofrece a los chicos la merienda a las 17.30. En tanto martes y jueves se entrega una “meriendacena”. Los sábados, Olga lleva a las 10, un “desayunoalmuerzo” y los domingos a las 16 se entrega la merienda.

Desde la entidad solicitan donaciones de ropa, calzados, frazadas, botas de lluvia y alimentos no perecederos. También necesitan colchones y cunas o camas en buen estado. Quienes puedan colaborar deben comunicarse a través de Facebook, buscando el perfil Olga Parras (Piecitos Mojados) o comunicándose al 1532943586.

Deja una respuesta