“Mucha gente nos dice que pudo comer por lo que se llevó del trueque”

Los que parece un titular del año 2001, tiene cada vez más vigencia. La frase pertenece a Sabrina Castillo, una joven que se puso al frente de esta iniciativa, que comenzó en la red social Facebook y que se materializó en una plazoleta de Villa Dorrego, en González Catán. Nuevamente el intercambio de productos sin utilización de dinero, se volvió un paliativo frente a la fuerte crisis económica que golpea fuerte en los sectores menos favorecidos.

El 7 de febrero de este año, Sabrina Castillo creó, junto a su suegra, el grupo “trueque dorrego y alrededores por mercadería o lo que tengan”, en la red social Facebook. “Nosotras íbamos a un trueque que se hacía en Laferrere, pero se nos complicaba ir, así que decidimos armar un trueque acá”, contó la joven de 25 años que gestionó un permiso municipal para poder utilizar la plazoleta ubicada en la Ruta Nacional N°3 y la calle Balboa.
“Se realizan cambios por mercadería, no se maneja dinero”, aclaró Castillo, que administra el grupo junto a otras 4 mujeres, dos de ellas moderadoras, es decir encargadas de supervisar todo lo que se publica en la red social.
En el espacio virtual, los integrantes del grupo publican los productos que tienen disponibles y, de ver un acuerdo, ambas partes de acercan a la plazoleta para realizar el intercambio. El trueque se lleva a cabo los días lunes, miércoles o jueves de 14.00 a 16.00.
Las redes sociales juegan un rol fundamental en esta nueva era del trueque, herramienta con la que no se contaba allá por el 2001. Los primeros intercambios comenzaron a realizarse de persona a persona, como un acuerdo entre dos partes que coordinaban un punto de encuentro.
Pero la renovada estrategia de adquisición de calzados, vestimenta y hasta alimentos se expandió rápidamente. “Cómo hay muchas personas que no saben utilizar o no tiene acceso a las redes sociales, nos juntamos y esas personas tiran mantas, ofreciendo sus productos”, explicó Castillo.
Fue tras la crisis institucional, social y económica el contexto en el que el trueque surgió como una solución inmediata a la falta de dinero para satisfacer las necesidades, no solo alimenticias, sino de vestimenta, calzado y artículos de limpieza.
En su apogeo, El Club del Trueque, como se los había denominado, llegó a reunir a cinco millones de personas en todo el país y hasta tuvo su propia moneda: el crédito.
“Yo tengo 25 años y me acuerdo que iba a los trueques con mi mamá en 2001”, contó Sabrina Castillo, para quien el trueque se volvió una responsabilidad sin ningún rédito económico.
Los días miércoles, las administradoras realizan un sorteo. Canjean dos números por un artículo y los premios van desde un pollo y un maple de huevo, hasta una tarta. “Esta es la manera en la que podemos llevarnos lago a casa, porque no podemos hacer intercambios durante el trueque, porque estamos guiando a las personas que van y controlando que todo salga bien”, explicó Castillo.

Comer gracias al trueque

“La gente está agradecida, muchas veces nos dicen que han comido gracias al trueque, a lo que llevan en el día”, relató Sabrina, quien destacó que durante las jornadas de trueque se genera “un lindo clima”. La gente se acerca, toma mate, se conocen y llevan a sus hogares lo que necesitan.
“Esto una solución inmediata para satisfacer las necesidades. Es triste pero es una realidad que estamos viviendo, no solo acá sino en varios lados y cada vez se acerca más gente”. El grupo de Facebook tiene alrededor de 17.000 integrantes, mientras que la plazoleta se acercan hasta 150 personas.
“Han venido señoras de Hurlingham, Morón y viene mucha gente de Virrey del Pino, del kilómetro 48”, remarcó Sabrina. Llevar el trueque a un espacio físico es también, una manera de hacer el intercambio de productos, más seguro.
“Es una manera de cuidarnos entre todos, porque realizar intercambias individuales también es peligroso. Acá nos hacemos nos cargo de lo que pasa en la plazoleta, si otras personas a través del grupo coordinan para encontrarse en otro lado, ya no nos hacemos responsables. En la plazoleta nos cuidamos entre todas y podemos defendernos”, aclaró Castillo.
Pero no sólo en Villa Dorrego el trueque trascendió los límites virtuales, sino que hay otros puntos de realización. En la estación Eva Duarte y sobre la avenida Da Vinci y Ruta 3, como así también la plaza principal de González Catán y la del barrio Oro Verde, en el kilómetro 38 de la Ruta 3.
Con el fuerte impulso de las redes sociales, los trueques van resurgiendo y tomando cada vez más forma. Ya a finales de 2016, la zona céntrica de Laferrere se había convertido en el punto estratégico de intercambios varios, los cuales incluyen personas paradas con carteles que indican su nombre, para identificarse con quien acordó trocar un producto.
En el caso de Gregorio de Laferrere, la convocatoria es tan alta, que muchas personas buscan espacios alternativos como puntos de encuentro. Los grupos “Trueque X Mercadería (SIN DINERO) Lafe Mc, Solo Cuadra Colombraro”, “Trueque x mercadería ( oeste Cash) laferrere o “TRUEQUE LAFERRERE..mercaderia o prod.limpieza. lugar: PORTEÑO, MAC”, indican en sus nombres, el lugar en el que se lleva a cabo el trueque.

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