El fuerte rechazo de los vecinos, el pedido de información del Concejo Deliberante fue respondido por el presidente de la Corporación del Mercado Central, que a través de una misiva enviada a la intendenta Verónica Magario, advirtió que el centro comercializador de frutas y hortaliza, puede adjudicar “los espacios que la integran a través de concesiones o permisos de uso”. En tanto, la jefa comunal presentó una medida cautelar para frenar el traslado.
A pesar de la negativa de los vecinos, la medida cautelar presentada por la intendenta Verónica Magario y el rechazó del cuerpo legislativo local, desde la Corporación del Mercado Central, espacio que sería el destino del Mercado de Hacienda que actualmente se encuentra en Liniers, advirtieron que tienen atributos para adjudicar “los espacios que la integran a través de concesiones o permisos de uso”.
Es decir, que en la decisión de la mudanza del mercado de hacienda a La Matanza, quedaría solo en manos de las empresas involucradas y tendría valor la opinión de los vecinos que ya se han manifestado en contra de la iniciativa por las consecuencias negativas que la actividad produciría en la zona.
Semejante declaración se desprende de la misiva que envío Fabián Miguelez, presidente de la Corporación del Mercado Central, como respuesta al proyecto de resolución aprobado por el Concejo Deliberante local, a través del cual se pedían explicaciones sobre el proyecto de traslado del Mercado de Hacienda al predio de Aldo Bonzi.
El acuerdo para el traslado se firmó el día 7 de Julio de este año y el nuevo destino de la faenadora sería un predio de 5 hectáreas que se encuentra entre Camino de Cintura (Ruta 4), Colectora de Autopista Richieri, la calle Ana Maria Janer y Vías del Ferrocarril Belgrano.
Ni bien se conoció la firma del convenio por el cual se trasladaría el Mercado de Hacienda de Liners a un predio perteneciente al Mercado Central, ubicado en Aldo Bonzi, comenzaron a alzarse las voces en contra del proyecto que debería concretarse a finales de 2018. Los primeros en organizarse fueron los vecinos, que comenzaron una campaña para manifestar su oposición y hacer saber a la comunidad la cantidad de efectos perjudiciales que la instalación del mercado de hacienda traería a la comunidad.
Enfermedades y plagas producidas por el ganado bovino y sus desechos, inundaciones en la zona, debido a la obstrucción de la cuenca del Arroyo Lino Lagos, el embotellamiento en la autopista Richieri por el ingreso y egreso de camiones, son sólo alguno de ellos.
Además, los habitantes de las localidades afectadas también advirtieron que se perderá “la tranquilidad de los barrios”, debido a que en la faenadora se trabaja las 24 horas, lo que producirá una devaluación del valor de las propiedades.
Ante la falta de respuestas
Magario fue a la Justicia
A la rotunda negativa de los vecinos y el rechazo del poder legislativo local, se sumó una medida cautelar presentada por la intendenta Verónica Magario en octubre último. La misma fue presentada ante el Juzgado Federal en turno Civil, Comercial y Contencioso Administrativo de San Martín, y tuvo como objetivo es “defender a los matanceros de un nuevo atropello por parte de la gobernadora Vidal y del presidente Macri”, según manifestó la jefa comunal.
En la misma línea, Magario señaló: “han avasallado absolutamente a los vecinos y al Municipio de La Matanza porque no se ha informado, ni contestado las notas que se enviaron oportunamente y tampoco hay un informe sobre lo que va a suceder”.
La jefa comunal remarcó que desde que se dio a conocer el proyecto de traslado se ha pedido información oficial al respecto tanto al presidente Mauricio Macri, como a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal y al jefe de gobierno de la ciudad Horacio Rodríguez Larreta. Sin embargo, no se obtuvo respuesta alguna.
De hecho, la única respuesta llegó por parte de Miguelez que no sólo subestimó el accionar de los vecinos, sino que además calificó como “nulo” el proyecto de resolución aprobado en el Concejo Deliberante local, a través de cual se rechaza el traslado y se solicita, también, información sobre la polémica iniciativa.
En el cuerpo legislativo local, repudiaron la respuesta del presidente de la Corporación del Mercado Central, calificándola de “irrespetuosa” y se adelantó que el conflicto deberá definirse en la Justicia.
Mucho más que problemas ambientales
A la larga lista de los efectos negativos que la instalación del Mercado de Hacienda traería al Distrito, se suman como consecuencia la destrucción de entidades comunitarias que han funcionado en el predio del Mercado Central, realizando actividades que benefician a sectores vulnerables de la comunidad.
Uno de los casos es el de la Escuela Integrada de Equitación Suyai, que funciona desde 2010 una hectárea del predio del Mercado Central, y por la cual tienen una tenencia provisoria y revocable.
“Nosotros desde un primer momento sabíamos que este lugar podía ser utilizado para otra cosa y deberíamos irnos. Pero sí tuviéramos que dejar el lugar por alguna actividad que traerá beneficios a la zona, estaría perfecto, pero esto no, el mercado de hacienda solo traerá una serie de conflictos; ambientales, de infraestructura y perjudicará a los que vivimos en el lugar”, había explicado en octubre, Amado Ocanto, fundador junto a su esposa, Ester Sedeño, de Suyai.
La institución nació en 2007 “como una ayuda hacia la comunidad que transita la ruta de lo especial”. Y es que la escuela de equitación está destinada al trabajo de personas con discapacidad, en cuya rutina se incluye la equinoterapia.
Actualmente, Suyai cuenta con doce boxes, un galpón de forrajes, una cabaña y tres pistas. Allí asisten 120 alumnos que rotan en turnos de 45 minutos. “Somos la única institución de este tipo en La Matanza”, remarcó Ocanto
Ante la posibilidad concreta de tener que dejar el espacio que ocupan dentro del Mercado Central, el fundador de Suyai señaló: “hemos dejado parte de nuestra vida acá. Esto es una pasión, es lo que amamos. Pero sinceramente ya no podríamos empezar de cero en otro lugar”.
Otra de las entidades que se vería perjudicada es el Centro Tradicionalista El Chúcaro, cuyo objetivo es difundir las costumbres gauchescas de nuestro país, pero que además realiza eventos culturales tanto dentro y fuera del Distrito y abre su espacio a otras instituciones de la zona. También trabajan con personas discapacitadas y de tercera edad, que van a experimentar el contacto con los caballos.
“Trabajamos en el lugar hace 30 años. Las tierras pertenecen al Mercado Central y nos permitieron quedarnos en el lugar, para evitar que allí se formaran asentamientos y que cuidáramos el lugar. Allí construimos un salón y se hacen distintas actividades culturales”, contó Alberto Martínez, presidente de la entidad.
“Somos una institución que amamos lo que hacemos. Después de 30 años tenemos derecho a tener ganado un espacio”, dijo Martínez, que forma parte de las instituciones de la zona que están trabajando en conjunto “para frenar” el traslado.