El kirchnerismo propone a la intendenta como gobernadora, mientras que desde otros sectores del peronismo prefieren a Felipe Solá. En todo este juego pierde un poco de protagonismo el diputado Fernando Espinoza. Cómo quedaría el esquema local.
En el radar kirchnerista el nombre de Verónica Magario no para de sonar fuerte como potencial precandidata a gobernadora en 2019, en un escenario que también pretende tener en ese puesto a Felipe Solá, hombre fogoneado desde otro sector del peronismo. El propio Fernando Espinoza habló días atrás de una “gran interna” para que la gente elija los candidatos. La fuerte exposición mediática que vinieron teniendo Magario y Espinoza, tanto desde lo periodístico como desde lo publicitario, tenía el claro objetivo de posicionar a La Matanza dentro de la discusión que se generará de cara a las elecciones del año próximo.
La primera idea del exintendente de La Matanza era intentar otra vez ser precandidato a un cargo dentro de la gobernación bonaerense. En ese esquema su candidata en el Distrito cambiaría y sería la actual diputada bonaerense María Laura Ramírez, en tanto que el futuro de Verónica Magario se encaminaría hacia una diputación. Sin embargo la moneda cayó en la otra cara y la actual jefa comunal está ganando la pulseada. Así las cosas, Magario podría entonces ser precandidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires, mientras que Espinoza volvería como precandidato a intendente matancero. El plan MLR deberá seguir esperando.
“Iremos a una gran PASO y de ahí saldrá el próximo presidente o presidenta de la Argentina”, dijo días atrás el diputado nacional, dejando en claro también que la misma PASO elegirá al candidato a candidata que irá por la gobernación. “El peronismo va a construir para el año que viene un gran frente nacional como alternativa superadora a este Gobierno”, publicó Fernando Espinoza en las redes sociales. Esa es la principal idea del exintendente, cuya idea es continuar como uno de los negociadores provinciales en lo que respecta a la unidad peronista. En este contexto el hombre fuerte de La Matanza podría perder protagonismo a nivel nacional y su sucesora Verónica Magario vería expuesta su figura, hecho que necesitará de la anulación de todo egoísmo en el Distrito para poder llevar adelante la campaña.
Cómo queda lo local
En el Distrito las cosas no están calmas y si el oficialismo no sacó a relucir su interna es por las enormes deficiencias del Gobierno nacional, que llevan a priorizar un escenario de oposición aglutinada. Sin embargo, la interna local está latente desde que Verónica Magario decidió dejar casi intacto su Gabinete. Esto significa que todos los funcionarios que formaban parte del Gobierno de Daniel Scioli siguen ocupando cargos de secretarios y/o subsecretarios, mientras los dirigentes del peronismo local aguardan su turno.
No hubo en La Matanza, en estos últimos años, el recambio que solía generarse con cada nueva gestión. Desde la época de Alberto Balestrini, lo que ocurría en cada cambio de mando era que la dirigencia iba rotando y algunos referentes barriales ascendían en sus cargos. Con la llegada de Magario a la intendencia eso no ocurrió y todos parecen estar en la guardia de un hospital público, donde la espera se hace larga y los ánimos se caldean. La apuesta de intentar llevar a Magario hacia la provincia de Buenos Aires descomprimiría de manera total la situación. Además, sería una enorme herramienta a la hora de pensar que algunos sectores del peronismo que se encontraban alejados del oficialismo matancero -el caso del massismo por ejemplo- podrían acercar posición con lugares asegurados.
La posible campaña
Tanto Magario como Espinoza serán punta de lanza desde el territorio que el macrismo no pudo conquistar en 2015. La Matanza es hoy el objetivo del Gobierno nacional y por eso se pudo observar en los últimos meses una fuerte campaña mediática en contra de la intendencia por pare de los medios afines a Cambiemos.
En este sentido cabe remarcar una diferencia a la hora de evaluar el hecho. Hay situaciones que denotan animosidad contra el Gobierno municipal, lo cual se notó en varias entrevistas en las que se expuso a Magario a un escenario hostil de carente argumentación por parte del periodismo. Sin embargo, también hay errores no forzados que se siguen repitiendo mientras el binomio que gobierna La Matanza cree poder manejar sólo la situación, esto es sin el armado de un grupo de trabajo.
En este punto también radica el enojo de la dirigencia distrital. La intendenta se enfrentará entonces en los próximos meses no sólo a los operativos de prensa ya iniciados, sino también a la campaña que piensa iniciar Cambiemos en el distrito con María Eugenia Vidal y Alejandro Finocchiaro a la cabeza. Este punto no será una novedad para Verónica Magario, quien viene atacando fuerte la figura de la gobernadora bonaerense. Con los dardos apuntados a Cambiemos, la jefe comunal habló días atrás de “una de las peores crisis por la haya atravesado el pueblo trabajador, la clase media, los estudiantes, los jubilados y todos los que no vivimos de la timba financiera”. Fernando Espinoza va por el mismo camino a la hora de evaluar el contexto nacional.
“El mensaje que nos da el Gobierno de Cambiemos hoy en día es que prefieren reunirse con el Fondo Monetario Internacional, antes que llamar a un verdadero diálogo social en el que encontremos las soluciones entre todos”, afirmó. El diputado nacional habló de “una inflación galopante, al aumento desmedido de los alimentos y los tarifazos de servicios”, al afirmar que “nos encontramos en una situación en la que no queda otro remedio de levantar la voz para expresar la desesperación de las familias que ya no llegan a fin de mes”. Así será entonces la campaña que se viene. Con La Matanza como uno de los principales escenarios y sus dos máximos referentes peleando protagonismo. La idea de Cambiemos es ir por todo, por lo que no habrá margen para el error y la soberbia será una mala consejera.