El Frente Renovador se rompió y la fuga marca un paso fundamental hacia una estructura de peronismo unido en rededor de la figura de la expresidenta. Un diputado y dos concejales fueron los primeros en dar un paso al costado. También se nota un fuerte despegue del excandidato a intendente de Cambiemos.
Mientras Sergio Massa se pasea por los canales de televisión dando por iniciada su campaña hacia 2019, en La Matanza el Frente Renovador se desangra luego de la fuga de varios dirigentes que dejaron raquítico al sector. Semanas atrás, los concejales Héctor Mantello y Ricardo “Choper” anunciaron su alejamiento del bloque del Frente Renovador local, sumándose a Red x Argentina, el sector que lidera a nivel nacional Felipe Solá y al que ya se había sumado el diputado por La Matanza Fernando Asencio. Las primeras insinuaciones del quiebre las había dado meses atrás el propio Asencio, quien inició una cadena de declaraciones en contra del gobierno nacional y se mostró en varios encuentros con la intendenta Verónica Magario y su par Fernando Espinoza. Cada vez más alejado del massismo, hizo una cuasi campaña en redes sociales mostrándose con Solá y selló de esa manera el pase. Como consecuencia de esa jugada, los ediles Mantello y Valdez también saltaron el charco y hoy forman parte de Red x Argentina. Del primero era de esperar por su relación con Asencio, empero sorprendió “Choper” ya que llegó a su banca de la mano del sindicalista Julio Rubén Ledesma, a quien terminó criticando duramente. “No te puede conducir alguien con quien intentás comunicarte telefónicamente y nunca está, hace cuatro meses que no tenemos contacto, es ridículo”, dijo Mantello y por la misma línea fue su ahora socio de bloque: “no vamos a trabajar para dividir al peronismo, no vamos a trabajar para Macri, el que lo hace no puede conducirme”, tiró. De esta manera, el sector de Sergio Massa se desinfló en el Distrito (Ver “Ledesma, solito…”).
¿Y ahora?
El armado en el que se metieron Asencio y ambos concejales tiene un fin claro aunque no se diga abiertamente: la unidad del grueso del peronismo regional como escalón de lo que pueda ocurrir a nivel nacional, esto es trabajar en rededor de la posible candidatura de Cristina Fernández de Kirchner en 2019, como la única candidata con chances ciertas de derrotar al macrismo. ¿Esto significa que Asencio está hoy bajo el mando de Magario y Espinoza?: la respuesta es no. El exconcejal del massismo pone sus reparos porque sabe que una negociación prematura lo dejaría débil dentro y fuera del Distrito. “Si tenemos que ir a internas yo me animo a jugar”, le dice a los suyos asegurando contar con apoyo de otros distritos bonaerenses. Claro que eso se asemeja más a una “toreada” que marca la cancha para seguir mostrando autonomía. Improbable es que en La Matanza se dispute una interna peronista en medio del discurso de unidad pregonado por Espinoza y los suyos.
Buscando aliados
Días atrás se llevó a cabo una reunión entre Ricardo Valdez y el concejal aliado a Cambiemos Miguel Saredi. Aunque no hubo ninguna definición, se sabe que el encuentro tuvo que ver con las especulaciones que viene realizando el hombre de Puerto Madero desde hace algunos meses. Las declaraciones públicas de Miguel Saredi en cuanto a su visión de las medidas que está tomando el Gobierno nacional tomaron un giro que lo posicionaron varias veces como crítico de Mauricio Macri. Se sabe que, hoy, la preferencia del concejal es María Eugenia Vidal. Mientras se aleja la posibilidad de llevarla como candidata a presidenta, también se aleja Saredi de Cambiemos. “Si algo queda claro es que la más perjudicada en este presupuesto nacional es la Provincia y, por ende, distritos como La Matanza. Si la Provincia absorbe la mayor parte del ajuste, eso impactará de lleno en nuestros municipios”, le dijo Saredi al periódico universitario El1. Teniendo en cuenta sus antecedentes, no es descabellado pensar que en 2019 Miguel Saredi también pegue el salto y se coloque del lado de esa unidad peronista de la que habla Felipe Solá. Es cuestión de tiempo, de candidaturas, y de plata.
Ledesma, solito y solo
Para algunos dirigentes políticos, el negocio de perder es una forma de vida. Es el caso de Julio Rubén Ledesma, el líder del gremio de empleados de comercio de la zona oeste, quien desde hace décadas viene ocupando cargos legislativos a pesar de ser uno de los referentes que más batallas perdidas tiene en La Matanza. Apareció fuerte como aliado de Alberto Balestrini en 1999. Luego de alejó del por entonces intendente y comenzó su “carrera solista”, versión que lo mantuvo en el escenario político desde entonces. Perdió cuando se presentó a una interna en el PJ, perdió como candidato a intendente siempre, pero supo arreglárselas para ingresar como senador o diputado provincial, y también así en el Congreso Nacional. Estuvo en todos los armados políticos de lo que siempre se denominó el peronismo disidente, hasta que de la mano de Sergio Massa se quedó sin nada. Desde entonces hizo alarde de su bloque massista en el Concejo Deliberante de La Matanza, por lo que la partida de Mantello y Valdez fue un derechazo a la mandíbula para el líder del SEOCA. Ledesma le pidió al presidente del bloque Daniel Novoa que saliera a decir que los concejales no se fueron por decisión propia, sino que fueron expulsados, pero ya era tarde, no hubo tiempo para disfrazar la fuga. Ledesma cuenta hoy con una sola aliada en el recinto, la concejal Laura Piperno, ya que Daniel Novoa hace su propio juego intentando estar cerca del círculo íntimo de Sergio Massa. De esta manera, el gremialista solo cuenta con los fondos que le provee el gremio para hacer campaña -que no son pocos- y un puñado de dirigentes que decoran su estructura. Pero al hombre no le sirve intentar arrimarse al sector de Felipe Solá, ni al kirchnerismo más puro; prefiere negociar solo y así conseguir otra vez un lugar en una lista de candidatos a diputados. En pocas palabras, Julio Rubén Ledesma siempre jugó para él mismo, y el 2019 no será la excepción.