El centro de día dedicado a la comunidad travesti trans estrena nueva sede luego de haber funcionado en González Catán. Único en el distrito y en la provincia de Buenos Aires.
La Casa de Diana y Lohana es un Centro de Día dedicado a la comunidad travesti trans. Único en el distrito y en la provincia de Buenos Aires, este 1 de junio inicia una nueva etapa en Gregorio de Laferrere, luego de haber tenido cede en González Catán por un año y medio.
La nueva ubicación de la institución es Echeverría 4422, a pocos metros de la Ruta Nacional N° 3. “Siempre basándonos en las necesidades de las compañeras, buscamos un lugar en el cual podamos expandirnos”, explicó Florencia Guimaraes García, coordinadora del espacio. Según contó: “muchas de las chicas que asisten la Casa son de Rafael Castillo, Gregorio de Laferrere, Isidro Casanova”.
La apertura oficial del espacio que lleva los nombres de Diana Sacayán y Lohana Berkins, ambas militantes por la restitución de los derechos negados al colectivo travesti-trans, se realizará el sábado 1 de junio a las 16.00.
Durante la jornada, habrá intervenciones artísticas, pintada de un mural colectivo, feria, sorteros y un buffet económico. Todo lo recaudado será destinado a la Casa que hasta el momento no cuenta con recursos del Estado.
Uno de los pendientes de esta nueva etapa, es recuperar el sustento de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), ya que uno de los ejes del espacio es el tratamiento del consumo problemático de estupefacientes en el colectivo travesti trans.
En este sentido, García se refirió a la “falta de contención que existe para las compañeras que se quieren internar y tratar su adicción, pero no encuentran lugres, porque son, en su mayoría, para hombres o mujeres”.
Desde la institución se ha hecho hincapié en la importancia de hablar sobre las adicciones en el interior del colectivo y se ofrecieron además capacitaciones. El objetivo es que en un futuro, las mujeres travestis trans puedan ser promotoras de salud integral.
Cabe destacar que la Casa de Diana y Lohana es el único espacio en la provincia de Buenos Aires, que aborda específicamente el consumo problemático de estupefacientes en la comunidad travesti trans.
Generar algún micro emprendimiento que pueda transformarse en un sustento económico es crucial, no solo para la entidad, sino para las chicas que concurren, muchas de las cuales se encuentran en situación de prostitución.
“Nuestro proyecto se basa en una perspectiva abolicionista y en generar condiciones de acceso al trabajo y la salud física y mental. Estos son los pilares de nuestro proyecto que seguirán sosteniéndose pero también se irán expandiendo”, remarcó Florencia.
Generar espacios para masculinidades trans, para niñes y adolescentes trans es uno de los proyectos a futuro. “Nos parece muy importante crecer y contener a toda la población travesti trans matancera, abrazándonos entre más identidades”, remarcó la coordinadora de la Casa.
Pero para poder cumplir con dichas expectativas, es necesaria la intervención del Estado que debe aportar recursos económicos y humanos. “En nuestro espacio tenemos trabajadoras sociales, psicólogas y en este momento nos sostenemos como siempre, desde la militancia”, destacó la coordinadora del espacio que estará abierto los días martes y miércoles de 14.00 a 18.00 y los jueves de 15.00 a 19.00.
Esta es mi casa
Asumir una identidad travesti trans tiene costos altísimos. La expulsión del seno familiar, del sistema educativo y de salud son algunos de los más inmediatos. Siendo históricamente un de los colectivos cuyos derechos son vulnerados por el Estado y por parte de la sociedad, abordar las problemáticas que los rodean, amerita un trabajo profundo e integral.
Tras 1 año y medio de experiencia en González Catán, uno de los mayores logros que destacan desde el espacio es “que las compañeras se hayan apropiado de la casa, que sientan la comodidad de estar en su casa”, expresó la coordinadora de la institución.
Además, que 4 de las chicas que comenzaron a formar parte del proyecto se hayan anotado para terminar la escuela secundaria, es un logro “magnifico”, debido a que uno de los objetivos de la institución es “que las compañeras vuelvan a las aulas, que estén pensando en otros proyectos de vida”, señaló Gracia.
Que muchas de las chicas que llegaron a la Casa buscando contención se encuentren realizando sus respectivos sus tratamientos hormonales en el Consultorio Médico Inclusivo de La Matanza, es considerado “un avance gigante” porque por lo general, el 80 por ciento del colectivo se auto medica.
“Si no tuviera esta casa, no sé qué sería de mi vida” es una de las muchas frases de agradecimiento que se escuchan en el espacio. “Ese es el motor que nos hace seguir a pesar de todas las dificultades económicas que tenemos todos y todas”, manifestó Florencia.
La creación de herramientas a través de un taller de salud social integral, es otro de los campos en los que han avanzado notablemente. El mismo lleva un año de continuidad y consiste elaborar de manera colectiva, un portfolio de salud desde la mirada travesti.
Este material, incluirá por ejemplo, información sobre el daño que provoca la colocación de silicona en el cuerpo o los daños físicos que ocasiona el hecho de utilizar ropa interior ‘trucadoras’.
En general, con construcción del espacio se da de manera colectiva. Prueba de ellos son los talleres relacionados a la estética que se ofrecen en la Casa de Dinana y Lohana y que pueden significar una salida laboral. “Siempre es por pedidos de las chicas, no imponemos nada, sino que vamos consultando sobre que tienen ganas de aprender”, explicó García.
A pesar de haber realizado las gestiones formales correspondientes, la Casa aún no cuenta con ningún tipo de sustento estatal. “Todo es muy burocrático y aca estamos hablando de un lugar al que las chicas vienen a higienizarse, porque en sus casas no tienen agua caliente. También ofrecemos el almuerzo y la merienda. Todo esto se sostiene con donaciones, pero la responsabilidad es del Estado.
Cuatro años sin Ley
La Ley de Cupo laboral Trans ‘Diana Sacayán’, aprobada el 17 de septiembre de 2015 en la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires, se convirtió en una herramienta fundamental para mejorar la calidad de vida de la comunidad a través del acceso al empleo. Pero el colectivo aun espera la aplicación de la norma.
“Hemos luchado muchísimo por esta ley que viene a interpelar al Estado y a exigirle un resarcimiento histórico por toda la ausencia, el daño, la represión y encarcelamiento que hemos tenido las travestis y trans, solamente por nuestra identidad de género. Sólo por ser travestis, estamos condenadas a la prostitución”.
En tanto, en el ámbito local, García solicita un encuentro con la intendenta Verónica Magario. “Queremos ser atendidas, escuchadas, queremos estar trabajando