Robos, destrozos y autos vandalizados son los hechos que se produjeron en las últimas semanas alrededor en la sede de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos local y sus integrantes. Desde el organismo denuncian que se trata de hechos de persecución y amedrentamiento.
“Esta tiene que ser la última vez”, dice Martina Ferreri, una de las integrantes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos que fue blanco de un nuevo ataque a la organización. Al igual que en 2017, su auto y el de su compañero Miguel Meira, fueron vandalizados en una misma noche, estando ubicados en distintos puntos.
Los vehículos fueron abiertos y robaron objetos personales y documentación. Por los hechos se efectuaron las denuncias correspondientes y se espera que, esta vez, la causa avance en la Justicia. Es que este tipo de ataques se perpetran sistemáticamente; de hecho una semana antes de estos hechos, la sede de la APDH local fue violentada.
“En el día de hoy, cuando llegamos a nuestro espacio nos encontramos con las dos casas abiertas y las cadenas cortadas. Adentro todo revuelto y roto”, comunicaron desde el organismo el 1 de julio.
En esa oportunidad, los agresores se llevaron material de construcción, 2 palas, 4 bolsas de cemento, 2 rejas y 3 ventanas listas para colocar con sus respectivas rejas, además de libros infantiles. “No sólo se llevan material sino nuestro sacrificio de sábado a sábado, evento tras evento para poder seguir soñando con un lugar para todos”, lamentaron desde la entidad.
“Con el robo hubo una clara intención de hacer daño”, aseguró Ferrari, quien también en 2017 fue víctima del mismo ataque, al igual que el de Meira. En esa oportunidad, personas que nunca fueron identificadas, dejaron balas en las puertas de la sede de la APDH. Luego siguieron los ataques a vehículos y una amenaza telefónica a Pablo Pimentel, presidente del organismo.
“Ya tuvimos el robo y destrozos en la APDH, la vandalización de los autos y esperemos no tener que hablar de una nueva amenaza”, manifestó Martina Ferreri, quien además contó que “después de lo ocurrido tratamos de tranquilizarnos y no sentir la persecución, tratamos de seguir adelante”.
En este sentido, la integrante de la APDH señaló: “particularmente, me da mucha tranquilidad la inmediata respuesta de los compañeros, no sólo de la APDH sino de otros organismos. Puedo sentir que no es un ataque a la persona, sino al colectivo”.
A pesar de haber sido blanco de la embestida contra el organismo por segunda vez, Martina aseguró: “esto ya nos pasó y seguimos adelante; no nos van a detener porque tenemos la convicción de seguir aportando a la Asamblea, de seguir construyendo y acompañar a la gente que ve vulnerados sus derechos”.
“Molesta donde nos metemos”
“Sabemos que estamos en el buen camino y entendemos que estos hechos tienen que ver con eso. Molesta donde nos metemos, tocamos intereses que los que tienen el poder, no quieren que toquemos”, aseveró la mujer.
La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos tiene alcance nacional y acompaña causas relacionadas con la violencia institucional y vulneración de los derechos de los ciudadanos.
Desde el organismo reclaman a la Justicia celeridad y una investigación seria y profunda, ya que en ningunas de las causas que se iniciaron por los ataques ocurridos años anteriores hubo avances.
“No podemos decir de dónde viene esta persecución, ponerle nombre a un culpable o relacionarlo a un caso, pero sí sabemos que algo de lo que hacemos, no quieren que lo hagamos más”, remarcó Ferreri, que además agregó: “son muchos frentes dando vueltas y no los terminamos de definir”. Aún sin poder conocer la fuente de las agresiones, desde el organismo denuncian cada hecho, esperando que la Justicia investigue.
“Estamos decididos a llegar al fondo de todo esto. Queremos que desde el Municipio nos reciban, que podamos entablar un diálogo para ver como seguimos. Nosotros somos un organismo independiente y autogestivo pero estamos en riesgo y necesitamos que el Estado vele por nuestra seguridad”, pidió la mujer.
En el mismo sentido, desde el colectivo señalaron: “como organismo de derechos humanos del distrito, exigimos que estos hechos de intimidación sean investigados en la Justicia y se esclarezcan. No vamos a permitir que se persiga a militantes de derechos humanos y seguiremos adelante con nuestra tarea en defensa de los mismos, como hace más de 30 años en nuestro territorio”.
Contar para estar seguros
Sin respuestas por parte de la Justicia, la manera de protegerse que encuentran en el organismo es la difusión de los hechos. “Contar lo que está pasando, es nuestro resguardo”, afirmó Ferreri. Sin embargo, contar con la protección del Estado, es primordial.
A pesar de lo angustiante que es atravesar este tipo de situaciones, la mujer destacó: “nuestros referentes llevan muchos años en esta tarea y nos sentimos respaldados, por ese motivo, ceder ante las presiones no es una posibilidad”. Para Meira, otro de los damnificados del ataque, “está claro que detrás de todo esto hay un mensaje, pero no sabemos de quién proviene. Venimos sufriendo este tipo de prácticas desde hace varios años y asusta, sobre todo que el Estado Municipal no responda y que la Justicia termine archivando las causas”.