Se trata de la ESB N° 84 que fue creada en 2012. Comparte edificio con otro establecimiento y sus directivos impulsan la conformación de una asociación cooperadora de la que participe activamente la comunidad educativa y a través de la cual puedan sumar adhesiones a los diversos frentes de lucha que llevan adelante.
La Escuela Secundaria Básica N° 84 de Virrey del Pino se creó en el año 2012 y podría decirse que tiene las problemáticas comunes a todos los establecimientos de la provincia de Buenos Aires. Son varios los frentes de lucha abiertos y para llevar adelante los diversos reclamos, los directivos piden que los padres de los alumnos se comprometan y participen activamente. El primer paso para lograrlo, es la conformación de una asociación cooperadora.
“Generalmente enfrentamos la falta de recursos económicos para cubrir gastos de refuerzo de la merienda de los chicos, compras de insumos y sustentar actividades de apoyo, como jornadas y muestras. Para eso se necesita crear una cooperadora que recaude y administre esos fondos”, explicó el docente y delegado de SUTEBA, Fabián Basanta.
La misma estaría conformada por directivos del establecimiento y padres. “Cuesta un poco que se acerquen a participar de estas actividades y desde el gremio lo estamos impulsando. Queremos concientizar a los padres sobre la necesidad de acercarse a la escuela y colaborar”, señaló Basanta.
Más allá de las funciones inherentes a la asociación cooperadora, desde el establecimiento necesitan sumar apoyo a su reclamo más importante: la designación de un edificio propio. La escuela comparte instalaciones con la primaria N° 103. En la actualidad, se están construyendo tres aulas y los alumnos reciben clases en cuatro aulas modulares que tienen una antigüedad de 40 años.
“Es necesario sacarlas de circulación”, dijo Basanta sobre las aulas modulares cuyas instalaciones eléctricas, de gas y ventilación están obsoletas y en las cuales se produjeron principios de incendio en el año 2017.
Una segunda etapa de obras, incluye la construcción de tres aulas más pero el exponencial crecimiento de la matricula hace que “toda ampliación quede chica, más aún cuando las obras van atrasadas a la demanda”, explicó el docente.
En este sentido, Basanta remarcó: “son muchas las cosas que las autoridades municipales, provinciales y nacionales le deben a nuestra escuela. Pero no somos solo nosotros, lo mismo ocurre con el conjunto de escuelas de La Matanza y de la provincia”.
Los directivos del establecimiento han efectuado reclamos desde en los años 2017, 2018 y 2019. “Hicimos presentaciones con el pedido de ampliación en el Consejo Escolar y en la Dirección de Infraestructura Escolar de la provincia de Buenos Aires”, detalló el delegado gremial.
En este marco, las aulas que se están construyendo no son suficientes y los cursos de 5to año, pueden llegar a tener 50 alumnos. “No pueden armarse más porque la escuela no tiene un edificio completo propio y las aulas no son suficientes. En estas condiciones los chicos reciben clases y los profesores deben trabajar”, lamentó el docente.
“La lucha por movilizar a los padres, cuesta. Por eso los invitamos a unirse. Sin ellos no se puede hacer nada más de que las autoridades cumplan su función. Es importante la participación de las familias para lograr mejorar el ámbito en el que se educan sus hijos”.