Fernando Espinoza y el duro desafío de mejorar la gestión


Desde diciembre ocupará otra vez el cargo que lo vio crecer políticamente. Si la economía se reactiva, será su oportunidad de superar sus propias gestiones. Cuáles son los puntos que el nuevo viejo intendente deberá tener en cuenta.
Por Claudio Kappeler.

Fernando Espinoza fue ratificado como conductor de La Matanza en una nueva gestión que iniciará el 10 de diciembre próximo y lo pondrá otra vez en el centro de la escena regional. Muchas veces ninguneado desde las filas del peronismo nacional y provincial, el hombre oriundo de Villa Luzuriaga pondrá otra vez a prueba sus habilidades como jefe comunal en un desafío que lo obligará a superarse.

Superando la barrera de los 500 mil votos, Espinoza fue uno de los dos intendentes más votados del país (el otro fue el de Merlo, Gustavo Menéndez). Sin embargo, no puede decirse que los votos son plenamente de la figura del actual diputado nacional, ya que el arrastre de la boleta presidencial juega un rol preponderante en el distrito. Para despejar cualquier duda al respecto, hay datos que ratifican esa regla: en 1999 cuando el peronismo cayó a manos de la Alianza, en La Matanza ganó Eduardo Duhalde por una diferencia de 10 mil votos, la situación se repitió en 2015; cuando el macrismo se impuso a nivel nacional ya que, en este territorio, Daniel Scioli venció a Cambiemos por más de 160 mil votos. Esto quiere decir que no sólo ganaron Alberto Balestrini o Verónica Magario, sino que ganó el peronismo con boleta completa.

El anterior dato no le quita mérito, sin embargo, a lo realizado por el peronismo distrital, por el contrario, lo hace fuerte en su labor territorial y obliga a que sea parte de la discusión provincial y nacional.
En lo netamente partidario, el kirchnerismo (o esta nueva unidad que se impuso en las últimas elecciones) debió darle a La Matanza otra participación reconociendo a Verónica Magario como candidata a vicegobernadora y sentando a Espinoza en las principales mesas de negociación. Ese es el mayor logro desde lo local.

En este contexto, los más de 500 mil votos cosechados por el intendente electo no sólo lo benefician, también lo obligan.

Desde su llegada al poder, con Alberto Balestrini a la cabeza, hubo deudas históricas que fueron siendo saldadas. Néstor Kirchner primero y Cristina Fernández después permitieron avances sustanciales en la calidad de vida de los vecinos de La Matanza. Se puede hablar entonces de las redes de cloacas, agua potable, asfalto, nuevos hospitales, mejoramiento de rutas, obras en escuelas y también alguna fuerte inversión en obras pluviales.

La deuda con el distrito era tan grande que todo eso no alcanzó a cubrir las necesidades de un territorio grande como una provincia y pequeño como un pueblo si de presupuesto se habla.
Acá se enmarca entonces el desafío que Fernando Espinoza tendrá en sus nuevos cuatro años de gestión: terminar lo que se había empezado y controlar lo ya realizado.

¿Qué significa esto? En La Matanza todavía faltan asfaltos, cloacas y agua potable. Faltan, además, todas las obras pluviales que sean necesarias para terminar con las inundaciones que afectan a los sectores más vulnerables de la población. Claro que todo esto no solo dependerá estrictamente de la gestión local, sino también de los enlaces que puedan hacerse con Nación y Provincia.

El mejoramiento en la limpieza del distrito (la empresa Martin y Martin cumple un rol bastante pobre al respecto), la reparación y mejoramiento de luminarias en rutas nacionales y provinciales, la atención en los hospitales públicos y un plan estructural de seguridad son algunos de los otros temas a tener en cuenta

En los últimos cuatro años, nada de esto se pudo pedir porque la crisis socioeconómica en la que el macrismo sumergió al distrito hizo que el Municipio debiera poner todos sus ojos en una sola cuestión: la fuerte ayuda a los comedores comunitarios que se multiplicaron en todas las localidades de La Matanza.

Si Fernando Espinoza logra trabajar fuerte y en serio en todos los temas pendientes, entonces no solo ratificará su liderazgo, sino que obligará a convertirse en protagonista de otras esferas, algo que viene deseando hace varios años.

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