Una mujer denunció públicamente las consecuencias del accidente que sufrió en la dársena correspondiente a la parada de Avenida Luro, a la altura del kilometro 26 de la ruta 3. Según los usuarios, el faltante de tapas se repite en las 17 dársenas que se extienden desde González Catán hasta San Justo, debido a que se las roban y no son reemplazadas.
El 7 de abril último Ana Clara Rojas regresaba de trabajar alrededor de las 22.30 hs. Al bajar del colectivo de la línea 218 y una vez que se dirigía a cruzar la ruta 3, su pierna izquierda “se hundió” en uno de los desagües de la dársena que no tenía la tapa correspondiente.
“Yo caí sin posibilidad de atajarme, de lleno sobre mi hombro izquierdo”, contó la mujer que sufrió la fractura de húmero y que estará un estimativo de tres semanas sin poder realizar sus actividades laborales.
“Trabajo en negro, cuidando a una mujer de 75 años que es jubilada y no puedo pedirle que cubra mis gastos. También vendo productos de cosmética natural con entrega a domicilio”, explicó Rojas.
Además de desagües, las cavidades corresponden a estructuras subterráneas del tendido eléctrico que ilumina las paradas. “La cantidad de accidentes que hay, y que seguirá habiendo son muchísimos porque la falta de tapas es algo que se ve hace meses en las 17 dársenas que componen el recorrido vial exclusivo para el transporte público.
A raíz de que la mujer dio a conocer su caso, fueron surgiendo relatos similares de otros usuarios. Para contactarse con otros damnificados, Ana Clara creó un grupo en la red social Facebook llamado “Metí la pata en un agujero del Metro Bus La Matanza”.
Por el hecho, aún no hay una denuncia formal. “No me da el cuerpo aún. No salgo de mi casa porque los dolores muy fuertes”, manifestó Rojas. Además, la víctima está asesorándose sobre dónde corresponde iniciar una causa. Su objetivo es llevar a cabo una demanda civil a la entidad responsable del mantenimiento del MetroBus.
Según los usuarios, la problemática radica en que las tapas de desagües y pasa cables están confeccionados en hierro fundido y son robadas para vender el metal.