Se trata de un espacio impulsado por el Movimiento de Trabajadores Excluidos. Los delincuentes saltaron el muro frontal y violentaron una puerta. Se robaron computadoras, impresoras, equipos de sonido, material didáctico, ventiladores, ollas, sillas infantiles y hasta pañales y ropa de bebé. Apelan a la solidaridad para volver a la actividad.
Marcela Goetz y Sonia González, coordinadoras del Centro de Recreación Infantil y Aprendizaje Juana Azurduy de San Justo, espacio creado por el Movimiento de Trabajadores Excluidos y que se inauguró el 12 de diciembre. Durante la madrugada del 1 de enero fueron prácticamente saqueados.
Los delincuentes saltaron el muro frontal y violentaron una puerta. Se robaron computadoras, impresoras, equipos de sonido, material didáctico, ventiladores, ollas, sillas infantiles y hasta pañales y ropa de bebé.
“Este proyecto nació de la necesidad de nuestros compañeros. Los chicos no pueden estar expuestos en una textil o en la calle ¿entonces, dónde van? Ahí inventamos este proyecto. Para afrontar esta realidad, poder cuidar a nuestros niños”, contó Sonia González.
El espacio que fue ideado para contener a los hijos e hijas de los trabajadores de la economía popular, funciona “a pulmón” atendiendo a 35 chicos a los que les brinda desayuno, almuerzo y merienda.
Cabe aclarar que el Centro Juana Azurduy no reemplaza a las instituciones educativas y los niños y niñas que asisten, lo hacen una vez que cumplieron su horario escolar. “La idea es reabrir, pero no tenemos cómo. Apelamos a la solidaridad de los matanceros”, señaló Marcela Goetz.