Crece el fenómeno de asambleas vecinales que se oponen al plan de gobierno de Milei

El común denominador es el rechazo al mega DNU, a la Ley Ómnibus, al Protocolo anti protesta y al brutal ajuste que recae sobre las clases populares. Surgieron en el marco de los primeros ‘ruidazos’ y ‘cacerolazos’ autoconvocados que se llevaron a cabo el 20 de diciembre. Ya hay interconexiones entre las distintas organizaciones que están conformando un Frente del Oeste.

En la noche del 20 de diciembre de 2023 Javier Milei anunciaba en cadena nacional y a través de un mensaje grabado, el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que deroga o modifica unas 300 leyes apuntando a la desregulación de la economía.

De esta manera quedaron fuera de vigencia la Ley de Alquileres, de Abastecimiento, de Góndolas, de Compre Nacional y del Observatorio de Precios del Ministerio de Economía, entre otras.

También, se erradicó la normativa que impide la privatización de las empresas públicas, se derogó la Ley de Tierras, se eliminaron las restricciones de precios a la industria prepaga y se modificó la Ley de Sociedades para que los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas.

Cabe destacar que sin pasar por el Congreso de la Nación, Javier Milei intentó imponer una reforma laboral perjudicial para los trabajadores que hoy está frenada en la Justicia.

Tras el anuncio del mega DNU que coincidía con un nuevo aniversario del estallido 2001, cientos de personas se volcaron a las calles para traer de vuelta aquel fenómeno de la crisis: los cacerolazos.

A lo instantáneo le siguió la organización y el distrito cuenta hoy con Asambleas Vecinales en localidades como Ciudad Evita, Ramos Mejía, Gregorio de Laferrere y Rafael Castillo.

“La asamblea surge más que nada como una necesidad de organización tras el segundo ‘ruidazo’ post anuncio del DNU. Muchos vecinos decidieron autoconvocarse en la peatonal de Laferrere en protesta por el decretazo y como nos iba a impactar a todos; trabajadores, estudiantes, jubilados”, contó Valentin Juarez, estudiante y vecino de Gregorio de Laferrere.

En el Oeste está el agite

Desde Laferrere, se han conectado con otras organizaciones vecinales. “Es algo que está ocurriendo a nivel país: ruidos, cacerolazos a lo largo y ancho de Argentina, pero puntualmente hemos conectado con asambleas de Ciudad Evita, Ramos Mejía y Rafael Castillo”, contó el estudiante.

Octavio Galli, integrante de la Asamblea de Morón contó que “se está armando algo muy copado en el Oeste” y que la conformación de los espacios es “multisectorial” con integrantes que pertenecen a distintos partidos políticos u organizaciones.

Docentes, estudiantes terciarios, ferroviarios, jubilados, también son de la partida. Las experiencias solidarias, vecinales, barriales, multisectoriales, se caracterizan por la organización colectiva, la división en comisiones y la toma de decisiones conjunta.

“Si bien todavía hay vecinos a los que les molesta que nombremos donde militamos, el acuerdo es luchar contra el DNU, la Ley Ómnibus y el protocolo de Bullrich. Y además, exigirle a las centrales sindicales un plan de lucha. Lo importante es la unidad de la clase trabajadora bajo esas consignas”, añadió Galli.

En la misma sintonía, desde Ramos Mejía expresaron que “como nuestra asamblea no es una isla, sino una parte de una realidad que tiene a vecinxs de distintas zonas expresando su bronca y organizándose, empezó a proponerse/surgir la necesidad de encontrarnos con otras asambleas barriales”.

En este contexto, la organización Vecinal de Ramos en Lucha participó el 13 de enero del encuentro de Coordinación de Asambleas del Oeste que se realizó en Morón. “Ese encuentro tuvo una marcha y culminó en una gran asamblea, dónde participaron dos de nuestras delegadas comentando nuestra incipiente organización y preparación para el paro del 24 donde confirmamos desde ya que marcharemos con nuestra bandera de la Asamblea de Ramos”, afirmaron desde el espacio.

¿Cuánto más se puede sostener?

“Lo que podemos percibir en la gente que se va sumando, en los vecinos, es la preocupación porque sus sueldos cada vez valen menos. Estudiantes que no saben si van a poder cursar con regularidad este año, el boleto que aumenta, los precios que suben y la heladera está cada vez más vacía. Jubilados que con 100 mil pesos no cubren los gastos básicos para poder vivir dignamente”, describió Valentín Juarez.

Para el joven de la Asamble Popular de Gregorio de Laferrere “esta situación deja entrever lo insostenible del proyecto de Milei. Para el estudiante, “frente a todo esto es lógico que la gente salga de la casa, quiera y necesite manifestarse, que se formen asambleas barriales, que se pida un paro nacional, porque se necesita un verdadero plan de lucha para afrontar lo que viene”.