Así lo expresó Juan Roa, referente de trabajadores autoconvocados del Hospital Materno Infantil Pedro Equiza, en referencia a la falta de apoyo a los reclamos por mejoras salariales.
Trabajadores de la salud de La Matanza continúan reclamando al Ejecutivo que atiendan el reclamo por mejoras salariales que tiene larga data. En este contexto, las condiciones de trabajo y de atención a los pacientes, son cada vez más preocupantes.
«En los hospitales materno infantiles, como lo son el Equiza y el Germani, hay días que trabajamos sin antitérmicos en la guardia, no tenemos para bajarle la fiebre a los chicos y eso compete al área municipal», lanzó Juan Roa, referente de los trabajadores autoconvocados del Hospital Materno Infantil Pedro Equiza de González Catán, sobre la situación crítica de los centros de salud matanceros.
La falta de personal también es una problemática recurrente. «Hay días que no contamos con pediatras de guardia. Tenemos que tener la guardia cerrada por falta de profesionales. El día domingo, la guardia de este hospital (Equiza) estuvo cerrada», reveló el trabajador.
Según explica Roa, esta situación se da porque los profesionales renuncian sin previo aviso: «Cuando llega fin de mes y ven lo que cobran dejan de venir, no quieren saber más nada».
Por otro lado, Roa apunta contra el sindicato municipal, acusándolo de desatender las necesidades de los trabajadores en favor de intereses inmobiliarios. «Nuestro sindicato está más ocupado en los negocios inmobiliarios que en defender a los trabajadores», sostiene, en referencia a la venta de inmuebles pertenecientes a la organización sindical.
Ambos sindicatos municipales fueron invitados a la asamblea abierta del 21 de febrero. Sin embargo, no acudieron. «Ese mismo día salió una entrevista en la que el Secretario General, Daniel Troncoso, explicaba y justificaba más la venta de los inmuebles que el por qué no se sumaba a la protesta de los compañeros».
Sobre la relación con el Ejecutivo municipal, Roa recuerda: «En su momento nos reunimos con el Dr. Collia (Secretario de Salud de La Matanza), que se comprometió e intercedió para que no nos manifestáramos más. Lo que más molestó fue las banderas que colgamos en los hospitales o que saliéramos a la calle». Sin embargo, las negociaciones no avanzaron.
Finalmente, Roa denuncia que las discusiones salariales se llevan adelante sin la participación de los trabajadores autoconvocados ni del sindicato disidente. «El Ejecutivo da un número y el sindicato acata y después sale con el cartel de ‘después de arduas negociaciones, recibimos esto'», ironizó.