Francisco Hernández, quien reside en Ramos Mejía, volvió a charlar con S!C para contar las novedades de su trabajo y sus premios. En esa localidad tiene su taller, su espacio en el mundo en el que vuelve realidad sus pensamientos, donde puede inspirarse y explotar su potencial al máximo.
La primera charla que este medio tuvo con Francisco Hernández fue en el mes de abril, en esa ocasión contó su vínculo con el arte, más precisamente con la pintura, el dibujo, y la escritura.
En esta ocasión, el artista nos mantuvo al tanto de las actividades que realizó en los últimos meses e indicó cómo se prepara para el futuro.
Francisco Hernández explicó a S!C: “Este año trabajé y expuse dibujos en la Fundación Raggio de Vicente López y en la SAAP”. Además de publicar “varios textos sobre artistas argentinos y contemporáneos, a través de la Universidad Di Tella y envié un collage para la muestra de fin de año que se ha de llevar a cabo en la Facultad de Derecho de la UBA, en el marco de la Bienal Leopoldo Presas”.
En tanto que para los próximos meses “estoy confeccionando un borrador de un futuro libro de dibujos, con texto e imágenes”, adelantó el artista ramense.
Por otro lado, el viernes 7 de diciembre, el artista recibió el 3º Premio Pintura del Salón Leopoldo Presas en la Facultad de Derecho de la UBA. La jornada fue organizada por la SAAP.
Por otra parte, Hernández sostuvo que una de las aristas importantes de las artes es que “deben estar abiertas a la comunicación”, para poder darles difusión e inspirar a chicos y adultos.
El artista había comentado cómo motivar a chicos y grandes “para expresarse libremente a través del color, de la línea y de la fuerza del pincel”.
Francisco Hernández se dedica a la pintura pero a través del tiempo también tuvo la oportunidad de conocer y trabajar utilizando distintas técnicas, lo que también le sirvió para entrelazar esas técnicas y fundirlas en un mismo espacio. Además, al artista también le fascina escribir sobre la historia del arte. Al mismo tiempo, Hernández se autodefine como un “permanente estudiante”, ya que el arte es “algo que no se termina nunca”.
“El color cura”
En el cálido diálogo que se tuvo con el artista, emergían los mensajes vinculados con el arte, y cómo ello podría ayudar a los más pequeños y a los más grandes también, “para construir un mundo propio”. Cabe recordar el mensaje del artista: “El color cura, para que el chico pueda aprender que puede construir un mundo propio, y la gente adulta también, le puede hacer mucho bien, y a veces la gente se autocensura, el tema es hacer, porque en arte nadie te lleva la mano, es una sensación a experimentar, a través de la pintura, el tema es hacer y probar qué pasa con el color, con la línea, se debería partir de un sentimiento muy libre, no tenerle miedo al espacio en blanco, hace bien a la esencia de cada uno”.