Venezuela acusó a Colombia de buscar “minar las buenas relaciones” bilaterales luego de que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, recibiera esta mañana al líder opositor venezolano, Henrique Capriles Radonski, y puso en duda la continuidad de su participación en el proceso de paz que el gobierno vecino lleva adelante con las FARC.
La reunión entre Santos y Capriles fue duramente criticada por el canciller, Elías Jaua, y por el presidente de la Asamblea Nacional (parlamento), Diosdado Cabello.
Jaua sostuvo que el encuentro busca “minar las buenas relaciones entre Venezuela y Colombia” y llamó a los países latinoamericanos a prepararse “ante una nueva escalada de agresiones contra el gobierno venezolano”.
Reveló que llamó a Caracas al excanciller Roy Chaderton, quien actuaba como comisionado de Venezuela ante el diálogo que el gobierno colombiano lleva adelante desde noviembre pasado con las FARC, en La Habana, en busca de un acuerdo de paz.
El gobierno venezolano evaluará “la posibilidad de seguir siendo parte de los acuerdos de paz en Colombia” luego de que Santos recibiera a “una persona que desconoce las instituciones venezolanas”, subrayó Jaua, según informaron la agencia noticiosa estatal AVN y el canal privado Globovisión.
El canciller sostuvo que las reuniones de hoy en Colombia -además de a Santos, Capriles visitó a los presidentes del Senado, Roy Barrera, y de la Cámara de Representantes, Augusto Posada Sánchez- confirman que eran ciertas las acusaciones de que “desde Bogotá había una conspiración contra el gobierno venezolano”.
Más temprano, Cabello había afirmado que Santos le estaba “poniendo una bomba” a la relación bilateral.
“Santos, que dice ser amigo, le está poniendo una bomba al tren de las buenas relaciones con Venezuela” al reunirse con alguien “que está en contra de la paz de Venezuela, como es el asesino de Henrique Capriles”, dijo Cabello.
El también vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) gobernante afirmó que le extrañaba “muchísimo” la reunión entre Santos y Capriles porque “él mismo (Santos) había afirmado que no lo iba a recibir para no dar pie a aventureros”.
“Uno pasa a no entender al gobierno colombiano y a su presidente, porque tanto que le pidió (el fallecido expresidente venezolano Hugo) Chávez no descarrillar el tren de las buenas relaciones”, señaló Cabello en declaraciones a periodistas televisadas por ANTV, el canal exclusivo de la Asamblea Nacional (parlamento).
Cabello afirmó también que el principal objetivo de la visita del líder de la oposición a Colombia no era reunirse con Santos sino con el antecesor de éste, Álvaro Uribe, pero el propio Capriles lo desmintió en una conferencia de prensa que ofreció esta tarde en Bogotá y cuyos principales pasajes fueron transmitidos por el canal NTN24.
Un rato después, y antes de que se conocieran las declaraciones de Jaua, Barrera respondió a Cabello a través de su cuenta en la red social Twitter.
“Para el colega Diosdado: bienvenidas todas las voces venezolanas. Las palabras no son bombas de tiempo, son para evitar las bombas y la violencia”, escribió el presidente del Senado colombiano.
Santos recibió a Capriles esta mañana en la Casa de Nariño, en una reunión privada sobre la cual la presidencia colombiana sólo difundió una fotografía pero no emitió otra información.
En cambio, un comunicado de la oficina de prensa de Capriles reportó que éste conversó con Santos acerca de la relación bilateral, el intercambio comercial y “la dinámica sobre la seguridad entre las fronteras compartidas”.
Según esa nota, Capriles felicitó a Santos por el avance de las negociaciones de paz con las FARC y destacó “el incumplimiento de los acuerdos llegados en la reunión de la Unasur con respecto a la auditoría de las pasadas elecciones presidenciales del 14 de abril” en Venezuela.
El 18 de abril, los presidentes de los países de la Unasur se reunieron en Lima y resaltaron en un documento la necesidad de “implementar una metodología que permita una auditoría del total de las mesas electorales”.
La autoridad electoral de Venezuela aceptó revisar el total de los votos -la ley exige verificar sólo 54 por ciento- pero sólo mediante el cotejo de las actas de escrutinio y los comprobantes en las urnas y no también a través de los cuadernos de votación y el registro de huellas dactilares, por lo que la oposición no asiste a ese proceso, que está en marcha, y demandó la impugnación de los comicios ante el Tribunal Supremo de Justicia.
Fuente: Télam.-