Ya se habla sin tapujos de ir por la gobernación bonaerense. La idea es hacer valer los votos que aporta La Matanza en cada elección, pero esta vez para un candidato que surja del propio distrito. Mientras tanto, aparecieron nuevos aspirantes a ocupar la intendencia desde el propio oficialismo.
Por Claudio Kappeler
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La Matanza es un distrito que asegura un triunfo electoral y este dato no es nuevo, pero tampoco es menor. En cada elección general, el territorio más grande de la provincia de Buenos Aires sirvió de motor para que el peronismo se quedara con la gobernación bonaerense, y ahora la intendencia quiere cobrar todos esos aportes poniendo a su propio candidato.
El tema se empezó a insinuar en la elección de 2013 cuando Fernando Espinoza tenía la pretensión de ir como primer candidato a diputado, ese lugar que finalmente ocupó Martín Insaurralde en su crudo fracaso contra Sergio Massa. Harto de que siempre sean otros los que eligen al candidato, el peronismo de La Matanza se impuso al poco tiempo erigiendo a su propio postulante para conducir los destinos del Partido Justicialista en la provincia de Buenos Aires y de esa manera Fernando Espinoza encabeza desde entonces esa fuerza.
Tanto la frustrada idea de encabezar la lista de diputados como el triunfante empuje para poner a Espinoza como líder del PJ responden a un mismo objetivo, el de ir por el gobierno de la provincia de Buenos Aires. En metáfora simple: dejar de aportar votos para que otros amasen el pan y La Matanza sólo reciba las migajas.
El Intendente no lo quiere decir públicamente todavía, sigue con el discurso de no hablar de candidaturas, y entonces son otros los que se encargan de tirar la idea por lo bajo. Mientras tanto, Fernando Espinoza habla de unir al Partido. “Lo que necesita la Argentina es la unidad del movimiento nacional; yo invito a aquellos que se dicen peronistas a que vengan al peronismo, si quieren disputar algún cargo electivo, que lo disputen dentro de las primarias del peronismo”, dijo por estos días el jefe comunal.
De esta manera, sigue haciendo implícita referencia a la fuerza liderada por Sergio Massa, aunque hace un apartado para hablar de La Matanza, un distrito “distinto y particular” donde “la mayoría absoluta” del peronismo “está dentro de la estructura partidaria”.
Qué pasa acá
“Es muy temprano para hablar de candidaturas”, repite una y otra vez Fernando Espinoza que no quiere reconocer todavía que la meta del PJ matancero es llevarlo como candidato a gobernador en 2015.
Sin embargo, es adverso lo que ocurre con los nichos que el propio oficialismo construye dentro de su estructura. Hasta ahora la única candidata bendecida por Fernando Espinoza es la diputada nacional Verónica Magario. “Ella es mi sucesora”, dijo el Intendente, palabras más palabras menos, en una reunión en el seno de su agrupación política.
Aquel anuncio despertó rencores internos poniendo en marcha la ya clásica maquinaria del rumor matancero: amenazar con abandonar el barco, intentar debilitar al Intendente y arengar nuevos nombres como posibles sucesores de Espinoza son sólo algunas de las movidas que siguen en auge.
El status quo del peronismo matancero es común en tiempos en los que parecen avecinarse cambios. Ocurrió también cuando el actual intendente estaba a punto de reemplazar a Alberto Balestrini. Corría el 2005 y había quienes pronosticaban que Fernando Espinoza no podría durar más de dos meses en el poder. Algo similar ocurre hoy cuando se habla de sucesión.
“No hay nada más grande que la militancia matancera”, dice Espinoza y va tratando de contener. Aunque eso no alcanza para degollar las operaciones internas que proponen por ejemplo como candidato a intendente al presidente del bloque de concejales del PJ Ricardo Rolleri, una idea tan descabellada como endeble. Se sabe que el hombre quiere ser diputado o presidir el Concejo Deliberante como método de jubilación, y apuesta a que sus laderos comunicacionales digan de su supuesta candidatura. Después él sale a desmentirlo y así las cosas la posibilidad queda fluctuando y tiene más cercana una negociación.
El que sí sorprendió fue Mario Ortiz, líder de la CGT de La Matanza, al tirar como posible candidato al diputado Carlos Gdansky. Según publicó el periódico El1, Ortiz dijo ser “respetuoso de las decisiones de Espinoza” y prometió el acompañamiento de la central obrera, aunque aclaró que si Espinoza “decide irse a la Provincia o a Nación, ahí, nosotros tenemos un buen candidato para sucederlo”.
El diputado Gdansky no quiso hablar de candidaturas y fue lapidario cuando dijo que sería “irrespetuoso” hacerlo. Esta vez, el bozal estuvo en manos del senador bonaerense Daniel Barrera, quien volvió a pedir que La Matanza siga “empujando” el posicionamiento en Nación y en Provincia y que no haya “imprudentes” que hablen de candidaturas que “no están proclamadas”.
Sería acelerado cualquier pronóstico sobre lo que pueda ocurrir con candidaturas locales. Hoy se sabe que Fernando Espinoza va por todo en la provincia de Buenos Aires y que el peronismo local piensa apoyar esa idea. Lo que ocurra en el Distrito dependerá también de la concreción o no de ese objetivo y las piezas, como siempre, se acomodarán donde el sol caliente con mayor fuerza.