Andrea Freites había tomado vuelo en los últimos meses. Se presentó como “dirigente política” en medios de comunicación regionales y anunció con bombos y platillos su ingreso al FUP. Asomó la cabeza y ya se conocieron varias acusaciones en su contra. Parece que en el Municipio no cayeron bien tales acusaciones y tomaron medidas. En el área de Bromatología, donde se desempeñaba Freites, ingresó un interventor y la nueva aspirante a dirigente con ganas de “ser” quedó varada. La que tampoco parece estar contenta con la noticia es la diputada provincial matancera.