
La Intendenta de La Matanza parece punta de lanza en la lucha del peronismo contra las medidas del Gobierno Nacional. Metió el tema en la Justicia y se frenó el tarifazo en el Distrito. Se les coló a Macri y Vidal en un acto en Virrey del Pino y ahora fue electa presidenta de la FAM pese a todas las movidas para bajarla. “No podemos sostener más la situación social”, le dijo el fin de semana al Diario Página/12.
La última vez que La Matanza se convirtió en noticia en lo que significa la relación del Municipio con el Gobierno Nacional fue en 2001, lo cual no es poco. Corrían los días del piquete más largo que se haya realizado en el país, encabezado entonces por Luis D’Elía y Juan Carlos Alderete. El intendente Alberto Balestrini hizo de mediador para un acuerdo que duró tanto como la paciencia social. Por estos tiempos, el Distrito vuelve a tomar una posición protagonista en lo que respecta a las demandas populares. Verónica Magario es, en este contexto, un problema de los tantos a los que el macrismo no les encuentra solución.
En la voz del exintendente Fernando Espinoza salieron desde La Matanza los primeros misiles con dirección a la Casa Rosada. Fue cuando se habló de posibles conflictos sociales en el Conurbano. Después la tónica del discurso bajó decibeles y ese lugar de reclamo constante lo tomó Magario.
Ante la suba de tarifas propuesta desde la Nación, el Municipio presentó un recurso de amparo y así se frenó el tarifazo en La Matanza. Todavía hoy las empresas prestatarias de los servicios están lidiando con esa medida. Desde entonces, los teléfonos de la Nación y la Provincia se cerraron para la jefa comunal.
Mauricio Macri y María Eugenia Vidal no la quieren cerca a la Intendenta, y muestra de ello dieron cuando desembarcaron en la empresa de gaseosas Manaos, situada en la localidad matancera de Virrey del Pino. En las primeras horas de esa mañana, desde la Presidencia se informó que el primer mandatario no realizaría la anunciada visita. Fue sólo una estrategia ya que horas después el Presidente llegó al Distrito junto a la Gobernadora. Los esperaban Verónica Magario y Fernando Espinoza. A la gente del PRO no le gustó la bienvenida y como respuesta le prohibieron a la Intendenta subir al escenario.
Lo de la jefa de La Matanza no es improvisado, sabe que desde esa postura tiene pantalla suficiente para hacerse notar. De hecho, desde el verano último no dejo de ser noticia y su trinchera le permitió hacerse visible en un territorio que conoce complejo para asentarse como líder político. Habrán analizado también sus asesores Espinoza es el principal los golpes negativos que recibirá el Distrito desde su posición de rebeldía.
El kirchnerismo había iniciado la obra del Metrobus que irá desde Virrey del Pino hasta la General Paz. Hoy es la única obra pública grande que está en marcha. Esa paralización no es sólo muestra de lo que ocurre en el país, es también la reprimenda que Nación impone.
Por si quedan dudas del castigo que el macrismo intenta implementar, desde todos los niveles se intentó bajar a Verónica Magario como potencial presidenta de la Federación Argentina de Municipio (FAM). Ese organismo era fuertemente deseado por Cambiemos, a tal punto que la gobernadora Vidal reunió a varios intendentes en un intento por quedarse con la conducción. Cuando supieron que la elección de Magario era inevitable, desde el PRO bajaron a todos sus intendentes de la reunión y el Frente Renovador tampoco mandó a sus representantes.
“La FAM convoca a todos los intendentes de todos los Partidos políticos a trabajar en función de las políticas de Estado que hay que concretar en función del bienestar de la Argentina”, dijo Magario en su discurso de asunción.

“Es una pena que la intendenta de La Matanza sea una okupa de la FAM”, criticó después el vicepresidente de la Cámara de Diputados de la Provincia Manuel Mosca. “Nosotros queremos trabajar, queremos que haya soluciones de conjunto”, disparó por su parte la mandamás matancera. De esa manera, se dio un nuevo capítulo en la tensa relación que vive el Distrito con el Gobierno de Mauricio Macri.
Sin embargo, la cosa no quedó ahí. Este fin de semana y a sólo unos días de la elección en la FAM, Verónica Magario habló con el diario Página /12. “Los municipios no podemos sostener más esta situación social que se va generando”, dijo en una de las frases más fuertes de la entrevista.
Con la misma tónica que la coloca en las antípodas de Cambiemos, la Intendenta le volvió a reclamar una reunión a la gobernadora María Eugenia Vida que, dijo, desde el mes de abril no la atiende. “Es una barbaridad. Ningún intendente puede gobernar sólo sin su gobernador”, se quejó.
En ese marco, habló de los comedores escolares sostenidos desde las intendencias, como así también el aporte a educación, salud y seguridad. “Los municipios no tenemos dinero para mantenerlo, necesitamos que la Nación o la Provincia intervengan rápidamente”, advirtió.
“No va a ser una explosión, pero sí hay que contener a los sectores que se quedaron sin trabajo porque son familias que no comen”, opinó Magario cuando le preguntaron sobre lo que podría ocurrir a nivel social a fin de año.
La relación de la Intendenta con el Gobierno de Mauricio Macri no tiene retorno. Saben en Cambiemos que La Matanza se convirtió en el distrito más rebelde de la Provincia y por eso avanzar en el proyecto para dividirla es la única opción. No tienen los votos necesarios en la Provincia porque Sergio Massa se los negó y entonces será el 2017 el año en que buscarán ganar las bancas necesarias para ejecutar la idea. En el peronismo local también lo saben y por eso ya hay un trabajo armado contra esa idea. Bajo qué paraguas se guarecerá el Distrito es todavía la incógnita.