Sin un panorama claro de candidatos, la campaña ya asoma en La Matanza

 

La expresidenta Cristina Kirchner se hizo eco de la situación económica que atraviesa La Matanza, demostrando una vez más la importancia política del Distrito. Días antes, la intendenta Verónica Magario había publicado un estudio en el que se detallaba la caída en las ventas en cada ciudad.
La expresidenta Cristina Kirchner se hizo eco de la situación económica que atraviesa La Matanza, demostrando una vez más la importancia política del Distrito. Días antes, la intendenta Verónica Magario había publicado un estudio en el que se detallaba la caída en las ventas en cada ciudad.

A la altura del kilómetro 25 de la Ruta 3, en Gregorio de Laferrere, se ve imponente el edificio del hospital que comenzó a construirse en los últimos años de la gestión kirchnerista.

Los altos pastos ya empiezan a cubrir el frente y el único movimiento visible es el de un par de perros que le hacen compañía a la gente de vigilancia. El nosocomio se llama Néstor Carlos Kirchner, y la gente de Cambiemos parece no estar dispuesta a depositar un sólo peso para que la obra finalice. Sin embargo, a sólo un par de metros se escuchan trabajar las máquinas y los obreros van a vienen.  Avanza así la obra del Metrobus, esa que sí se adjudica el macrismo, mientras la intendenta Verónica Magario hace saber que se trata de un proyecto iniciado antes de la llegada del actual Presidente. Es un reflejo de lo que será el año electoral en La Matanza: una pulseada despareja donde Cambiemos tiene la plata y el oficialismo local tiene el trabajo territorial.

Por Claudio Kappeler

Los dirigentes de base del Gobierno local saben que 2016 no fue el mejor año para el Municipio. El trabajo en los barrios cayó en comparación con años anteriores y ya no se ven los avances de la última década. Por el contrario, la propia intendenta se ocupó de mostrar la fuerte baja del consumo.

Ante la falta de obras grandilocuentes, en los ocho meses que vienen por delante el oficialismo comandado por Verónica Magario y Fernando Espinoza deberá reforzar la presencia en los barrios y esta vez, a diferencia de elecciones pasadas, el oficialismo estará obligado a hacer campaña.

Esto último si no quiere que la billetera macrista cope la parada publicitaria en el Distrito.

En ese sentido, se supone no habrá mayores contratiempos para el Gobierno local; la mayor duda aparece a la hora de barajar nombres en lo que a candidaturas se refiere. Por un lado, se descarta por razones obvias que Verónica Magario aparezca en alguna lista. Su imagen ganó fuerza fuera del Distrito, pero todavía le quedan dos años de gestión y no es momento de heredar el timón. El que sí buscará estar en las primeras planas es Fernando Espinoza, el hombre que hoy aparece como jefe de asesores de la intendenta en un cargo casi decorativo o justificativo de su injerencia en la gestión. El exintendente intentará ir por la revancha buscando estar en el podio de la lista de candidatos a diputados, empero si eso sale mal el primer lugar de los candidatos a concejales será para él. En el caso de que Espinoza vaya como candidato a legislador nacional, la lista local aparece con una enorme incógnita en su primer lugar. Entendiendo que no es un año para candidatear a nadie que pueda generar protagonismo propio, lo más probable es que Magario y su coequiper elijan a una figura sin peso ni posible manejo dentro del Concejo Deliberante.

Con la caja que le proporcione el Gobierno Nacional, enfrente aparece el macrismo, ese conglomerado que no pudo ganar el Distrito en 2015 y hoy está aún más debilitado por una gestión nacional y provincial que poco tienen que ver con la idiosincrasia matancera.

El que mejor entendió la manera de hacer campaña fue el hombre de Puerto Madero, Miguel Saredi. Desembarcó hace algunos años en el Distrito e inició su estrategia cosmética con cartelería en la vía pública y afiches. Se rodeó siempre de grupos minúsculos de militantes locales, a los que abandonó cada vez que consiguió su objetivo personal.

El problema para el hombre oriundo de Trenque Lauquen es que el macrismo ya descubrió que su posicionamiento en La Matanza es una mentira. Miguel Saredi sólo cuenta con un pequeño grupo de socios donde hay parte de su familia que lo ayudan a fabricar una presencia distrital inexistente. Mantiene algo de publicidad callejera, aparece en algún barrio de vez en cuando para sacarse fotos, y utiliza muy bien las redes sociales desde donde fantasmagóricos usuarios de Facebook y/o Twitter festejan su falso liderazgo.

A esto se suma que a Saredi se le presentaron otros dos problemas dentro de Cambiemos: apareció la figura de Alejandro Finocchiaro con fuerte apoyo de la gobernadora María Eugenia Vidal, y además se supo de sus reuniones previas a la elección de 2015, en las que ofreció mirar hacia otro lado el día de la elección sin importar cómo le iría al macrismo en La Matanza. Para ello puso abundantes condiciones.

Los que parecen mejor posicionados en este terreno son los lilitos. Bajo el ala de Héctor “Toty” Flores, el laferrerense Mariano Alvarez corre con ventaja a la hora de poder ingresar en alguna lista local. En tanto que hay un espacio que se ganó el primer lugar en lo que sería el armado del decorado: la UCR. En el Distrito, sus dirigentes están divididos entre los que lograron rasguñar lo que sobró del reparto –caso Manuel Atencio, los que están en silencio pero se desesperan porque a nivel nacional se despegue de Cambiemos –caso oficialismo, y los que siguen defendiendo un modelo que ya se cayó a pesar de no haber recibido nada por los servicios prestados caso Enzo Gioia. En este marco, el radicalismo no tiene ninguna chance de ser protagonista en 2016 y, muy por el contrario, lo más probable es que el Partido quede aún más desgastado.

Por el lado, del Frente Renovador se presenta la otra incógnita. El acercamiento con Verónica Magario fue palpable en los últimos meses, pero eso no significa que vayan a compartir nóminas. En principio, es probable que se cuiden los votos entre ellos con la única idea de aplastar al macrismo.

En ese margen, el mejor posicionado sigue siendo Julio Rubén Ledesma, que este año tiene que renovar su banca como legislador y está dispuesto a apostar todo en ese sentido. Los concejales Ariel Martínez y Fernando Asencio van por la renovación local o en busca de pegar un mayor salto. En el caso de Martínez se cree que se quedará en el Distrito.

El resto de las fuerzas políticas en La Matanza no tiene chances. A Margarita Stolbizer le implosionó el GEN y tuvieron que echar al exconcejal Gustavo Ferragut en medio de una puja por plata. En tanto que Libres del Sur todavía no puede despegar de la campaña que hizo con Alfonso Prat Gay y su llamado a votar en blanco favoreciendo a Mauricio Macri. Retrocedió muchos escalones en el armado local y su participación podría ser penosa.

Así La Matanza es otra vez termómetro del país y aquí se dará una de las mayores batallas. En sólo algunas semanas, ya se empezarán a mostrar todos los actores.

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