Quiénes fueron los militantes del PRO que violentaron la sesión

Cambiemos montó una escena en el inicio de sesiones en La Matanza. Referentes de ese sector iniciaron una violenta pelea y luego los concejales se pusieron en el rol de víctimas. Uno por uno, quiénes fueron los que originaron todo. 

Por Claudio Kappeler

 

Los dirigentes del PRO en La Matanza cumplieron al pie de la letra lo que indica el manual de la farsa dictado por el Gobierno Nacional. Primero abrieron el libro del gran demócrata recurriendo a un discurso que indefectiblemente provocaría el abucheo de la tribuna oficialista, después dijeron sentirse acallados y emprendieron la retirada porque, como ya estaba previsto, en el camino iniciarían los disturbios de los cuales después se mostrarían como víctimas ante la mirada cómplice de los medios de comunicación  masivos.

Todo ocurrió en la apertura de sesiones ordinarias que se realizó en la nueva sede que la Universidad Nacional de La Matanza tiene en González Catán edificio levantado con presupuesto municipal, y donde la intendenta Verónica Magario daría su discurso inaugural. El día anterior se desarrolló la reunión de labor parlamentaria, encuentro en el que se suele acordar quiénes serán los oradores durante la sesión. Allí coincidieron en que hablarían Miguel Racanelli y Miguel Calvete (representando a los dos bloques que posee Cambiemos), Laura Piperno (Frente Renovador) y Ricardo Rolleri (Frente para la Victoria).

Ya iniciada la sesión el que habló fue Racanelli, quien en su discurso intentó elogiar las gestiones de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal mientras la tribuna del oficialismo lo abucheaba de manera incesante. El presidente del PJ bonaerense Fernando Espinoza intentó varias veces pedir silencio, pero la reprobación hacia el hombre del PRO no paró nunca. Una vez finalizado ese discurso, el concejal Abrahan “Toto” Delgado (Cambiemos) tomó el micrófono intempestivamente y quiso hablar pero se lo silenciaron y el presidente del cuerpo Ángel Aisa le dio la palabra a Laura Piperno, como estaba previsto.

Allí se inició el operativo retiro. Delgado les pidió a todos sus pares del PRO que se levantaran de sus bancas para irse y en fila fueron retirándose. La última en hacer caso fue María Isabel Barreto quien como suele ocurrirle parecía no entender lo que estaba sucediendo. Muy cerca de las bancas estaban varios militantes de Cambiemos decididos a escoltar la salida de los ediles. En el camino, el exconcejal Gustavo Marticorena (FpV) insultó a alguien con un claro “la conch… de tu madre” y Pablo Delgado hijo del Toto respondió con una trompada. Esa sería la primera de la noche, porque seguidamente otro militante PRO que parecía un hombre entrenado para la pelea comenzó con una catarata de trompadas que derivaron en el escándalo total. Ese hombre es Luis Delgado, sobrino del concejal. A su lado tenía a dos viejos conocidos que también ayudaron con golpes: Ernesto Anfuso y Diego Wilfor, ambos militantes cercanos al Toto, de hecho son vecinos del concejal del barrio San Carlos y realizan tareas de pegatinas de afiches y pintadas de paredes (Ver “Cronología de una escena lamentable”).

Mientras todo sucedía hubo quienes se ocuparon de resguardar la integridad física del exintendente Fernando Espinoza, quien se metió de lleno en la zona de conflicto, y de la intendenta Verónica Magario, a quien lograron subir al estrado.

Terminada la gresca, el líder del PJ bonaerense analizó que se trató de una “provocación y falta de respeto” la actitud de los concejales de Cambiemos, mientras que Verónica Magario sostuvo: “Evidentemente tenían la intención de irse y así lo hicieron, esto demuestra que no son los hombres y las mujeres del diálogo, porque no quieren escuchar más nada, mienten y tapan la realidad”.

“Esto sucede a nivel nacional y también pasa con estos sectores en La Matanza, me da mucha pena porque muchos de ellos conocen y saben lo que está sucediendo acá”, agregó la Intendenta.

Los dichos de Magario y Espinoza parecieron inocentes si se analiza lo sucedido después. Lo ocurrido en la sesión inaugural estuvo claramente pensado por los concejales y otros dirigentes de Cambiemos cuya actitud en la vida política de La Matanza suele ser la farsa y la puesta en escena.

A los pocos minutos se comenzó a ver que las redes sociales hablaban de cómo los concejales habían sido agredidos por “la patota del PJ” así la denominaron y hasta algún edil se animó a decir que había gente de Cambiemos “lastimada”. De esa manera, no tardaron en llegar las expresiones de repudio y solidaridad. Miguel Saredi, hoy amigo de “Toto” Delgado después de haber pedido que lo “escrachen” en los medios, es el hombre del PRO que más entiende sobre cómo minar las redes sociales de porquería. De hecho no tiene estructura política de base y su campaña se basó siempre en la publicidad callejera y la fantasía que vendió a través de Facebook y Twitter. El trabajo en las redes para victimizarse fue realizado de manera impecable.

Después llegó el apoyo de los grandes medios de comunicación que en pos de defender a los referentes locales del Gobierno Nacional mintieron. También hablaron de agresiones contra Cambiemos por parte de la gente de Fernando Espinoza y Verónica Magario. Hasta se animaron a decir que todo tuvo que ver con la intención de María Eugenia Vidal de dividir el Partido de La Matanza.

Los hombres que Mauricio Macri tiene como representantes en este Distrito están acostumbrados a estos menesteres. Abrahan “Toto” Delgado fue denunciado años atrás por golpear a un periodista y su prontuario engañando a candidatos nacionales que pasaron por el Distrito es inagotable. Miguel Saredi está con un pie afuera de Cambiemos porque sospechan que tuvo acuerdos con el oficialismo local antes de las elecciones de 2015. Y Juan Carlos Piriz jefe de Delgado desde las sombras es quien fue capaz de inventar el secuestro de una empleada acusando al gobierno local, situación que la Justicia desestimó y por la cual la mujer terminó imputada por falso testimonio.

Pero lo sucedido no es sólo culpa de la gente de Cambiemos; el oficialismo también hace lo suyo para que estas situaciones se repitan en La Matanza. Desde el Municipio se alimenta a personajes como Abrahan “Toto” Delgado y Miguel Saredi y se les da una entidad que no debieran tener. Los aliados ocasionales, esta vez fueron enemigos y se salieron con la suya. Habrá que analizarlo de acá hacia adelante.

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