Condenado a perpetua por asesinato, se pasea en los medios como líder de una ONG solidaria

Ponti (a la derecha de Julián Weich) se paseó en varios medios de comunicación difundiendo su supuesta organización solidaria.

Se trata de Mauro Ponti, uno de los policías responsables del crimen de Gastón Duffau, ocurrido en febrero de 2008. El joven, por entonces de 34 años, fue sometido a una brutal golpiza por parte de los efectivos que lo detuvieron en un local de comidas rápidas en Ramos Mejía. Si bien la condena está firme, la defensa del acusado apeló a la Corte Suprema y continúa en libertad.

“La Bearded Villains es el primer club internacional que se formó en el año 2014 en Los Ángeles, en el año 2015 la fundamos nosotros en Argentina. La idea es desmitificar y cambiar un poco la imagen negativa y los prejuicios que hay en torno a la gente que tenemos tatuajes y/o barbas”, explica Mauro Ponti, capitán y presidente de la llamativa organización.

En la misma línea, quien dice que su profesión es tatuador profesional, dice que  “más allá de la imagen por ahí ruda y que las personas piensen qué somos en realidad, hay padres de familia, hay hijos, hermanos y miembros activos de la sociedad”.

El testimonio del presidente de la Bearded Villains, se replicó en varios medios de comunicación, en los cuales contó sobre las actividades solidarias que lleva adelante. De hecho, Ponti estuvo presente en un festival de concientización sobre la donación de médula ósea que se llevó a cabo en Isidro Casanova.

Pero, ¿quién es Mauro Ponti? Es uno de los 5 policías exonerados y condenados a cadena perpetua por el asesinato de Gastón Doffau, ocurrido el 22 de febrero de 2008 tras ser detenido en un local de comidas rápidas de Ramos Mejía.

Fue luego de dos juicios absolutorios que en 2016, la Cámara de Casación bonaerense condenó a reclusión perpetua a los cinco efectivos imputados por tortura seguida de muerte y violación a los Derechos Humanos.

La misma Cámara confirmó la sentencia a principios de este mes, pero la defensa recurrió a la Corte Suprema de Justicia, por lo que Ponti continúa en libertad.

Tras tomar conocimiento del raid mediático del expolicía, la familia de Gastón denunció que “pretende limpiar su nombre, engañando a cientos de personas tratando de  ocultar la fachada de un asesino”.

Según Ponti, la hermandad de Bearded Villains, “se basa en cuatro pilares  fundamentales que son el respeto, la lealtad, la familia y la caridad” y  el objetivo principal es “unir a los hombres con barbas de toda las culturas, credos y sexualidad en una misma hermandad”.

Además, el expolicía manifestó: “buscamos derribar los prejuicios en todo sentido, somos laburantes que ponemos de nuestro bolsillo para poder ayudar a las personas que tienen sus derechos vulnerables”.

Mientras tanto, la familia no sale de su asombro. “Nos parece insultante que a más de once años del hecho y a pesar de dos instancias en los que resultaron condenados, tras aquella inexplicable absolución en los Tribunales de La Matanza, aún la mayoría siga libre y casi sin restricciones, tales los casos de Mauro Ponti, Luis Acuña, Rubén Steingruber y Natalio De Nardis”, dijo Mariano Duffau, hermano de Gastón.

De los 5 condenados, sólo Leonardo Brandán está preso, pero por haber perpetrado una extorsión. Cabe recordar que un sexto imputado, David Mansilla, fue hallado ahorcado en su celda en abril de 2008, mientras todos los acusados cumplían con prisión preventiva.

Las notas de color en las que Ponti habló de sus supuestas actividades solidarias se reprodujeron en medios gráficos y televisivos de alcance nacional. “Es que la gente pasa por al lado nuestro y nos mira como bichos raros. ¿Y cómo se podía cambiar esa imagen? Haciendo cosas por la sociedad”, dijo Ponti en una entrevista con Infobae.

Allí, cuentan que “cuando Mauro Ponti se hizo su primer tatuaje a los 17 años -un león en la espalda- su cuerpo todavía pasaba desapercibido. Recién a los 18 comenzó a ir al gimnasio. Quería ser fuerte, estar seguro de sí mismo a la hora de caminar por las calles de su Isidro Casanova natal. Por ese entonces todavía no tenía barba. Dieciséis años después, tiene más de 80 tatuajes (perdió la cuenta, pero la última vez que hizo un recuento iba por ese número), pesa 130 kilos y su barba alcanzó ya los 38 centímetros de largo”.

Nada dice este artículo sobre el pasado de Ponti en la Policía de la provincia de Buenos Aires y el rol que tuvo en la muerte de Gastón Duffau, que tras ser detenido en el local de comidas rápidas, fue trasladado en un vehículo policial a la comisaría 2ª de La Matanza.

La familia de la victima pidió la ayuda de toda la comunidad, en especial a quienes utilizan redes sociales, para difundir quién es en realidad Mauro Ponti y la deuda que tiene con la Justicia.

“¡Cárcel a los torturadores y asesinos de Gastón! No se dejen engañar en Argentina, este hombre es un torturador y asesino, con una sentencia de reclusión perpetua a la espera de ir a la cárcel y está intentando limpiar su nombre yendo a todos los canales de tv para hacerse pasar de buen samaritano”, escribió Mariano Duffau en su perfil de facebook.

En el mismo posteo, el hermano de la víctima acusó a Ponti de pretender “ocultar esa parte de su vida, cuando reventó a patadas y golpes a mi hermano para terminar finalmente con su vida ahorcándolo”, dijo.

Según consta en la causa, Ponti fue en la caja del patrullero hasta la comisaría, lugar en el que fue sometido a una brutal golpiza. Una vez que el joven se descompensó, fue llevado esposado por los mismos efectivos policiales al Hospital de Haedo, nosocomio al que llegó ya fallecido. Las pericias realizadas al cuerpo de Gastón, arrojaron como resultado que tenía 91 lesiones y no había rastros de alcohol ni de sustancias tóxicas.

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