Víctor Damián Cuello nació en 1976 en el barrio de Villa Dorrego, González Catán. Su vida y su literatura han ido enriqueciéndose al son de la experiencia.
Por Anahí Cao
Los primeros poemas de Víctor expresan una sensibilidad sutil que rescata la belleza de los sauces, en versos cargados de síntesis a la manera de los poetas japoneses en sus conocidos Haikus. Recuerdo un pequeño poema en forma de pregunta, una pregunta cargada de calidez y misterio sobre mundo: “Encontrás mi casa lluvia, sin el árbol que mojabas”. Este poema es parte de una serie de tres denominada “Piedritas para Basho”, a modo de homenaje al gran poeta oriental. Su voz experimenta cambios, se profundiza y torna a mirar lo humano con más intensidad; la literatura y la vida son pareja y a veces se aman, otras no tanto. Como aquel que dice: “No puedo olvidar, no, tu nombre es una herida entre mis dientes”.
Este poeta participó de encuentros organizados en teatros y centros culturales. Organizó varias charlas en bibliotecas, entre ellas la presentación de una biografía del poeta Paco Urondo, escrita por su sobrino nieto, Germán Amato, quien estuvo presente leyendo fragmentos de la obra y proyectando dibujos animados de una calidad excepcional. Junto al Centro cultural «Osvaldo Bayer» realizó un homenaje, a los curas detenidos desaparecidos en la última dictadura militar, contando con la presencia del hermano Isidoro Sommer, hermano Lasallano, quien, por aquel entonces, participaba en la Asamblea Autoconvocada contra la Ceamse.
Estudió en el seminario (siguiendo la vocación al sacerdocio, pero luego misionó en Paraguay tomando contacto con su gente y sus problemáticas) dándose cuenta que la Iglesia no era una servidora del Pueblo y renuncia entonces al Seminario volviendo a González Catán.
Por aquellos años aparece en su escritura la fuerza de la primera persona (yo), un yo que observa, un yo que recuerda a los amigos y comienza a dialogar con ellos.
Por entonces, escribe un poema muy cortito en homenaje a los desaparecidos que luego será publicado en una revista realizada por un grupo de obreros en la fábrica Mercedes Benz. La revista “El aguijón” tuvo poco circulación en la fábrica ya que fue censurada. Víctor anduvo por Villas de Quilmes con el Padre Farinello y vuelve, luego de muchos años a Paraguay, donde conoce al premio nobel alternativo de la Paz, Martín Almada , luego misiona con el Padre Puuigjane en la villa 31. Visita la cárcel de Tacumbú donde se encuentran encerrados los cinco presos políticos que el Kichnerismo niega asilo político devolviéndolos al país. El pasado mes de marzo se realizó un encuentro en el Paseo de las artes de Morón, organizado por la Feria del Libro Itinerante del Oeste, junto al Frente de Artistas Populares), donde Víctor, junto a los poetas Gino Bencivenga y Patricia Verón, acompañados por la voz folklórica de César Pared, (finalista de precosquín, junto a Gustavo Zapata, ambos guitarristas de Matanza), hizo uso de la palabra iniciando la presentación del Grupo que contó también con la participación de Hugo y Francisco ambos integrantes de Mopavi y Autoconvocados contra la CEAMSE. Francisco nos relató la experiencia de Famatina, experiencia en la cual tuvo una participación activa representando a los Vecinos de González Catán. Víctor mostró una voz mucho más comprometida con la problemática del ciudadano de a pie, recordándonos que siempre se escribe para “alguien”. De esta manera pensaba el arte nuestro poeta y autor de canciones tan maravillosas como Canción con Todos como lo fue Armando Tejada Gómez: «Toda predicación tiene un prójimo como destinatario. Toda obra de arte es una apelación al otro. Y esto es así y será así cuando ninguno de nosotros, ni nuestros nietos queden en la tierra. El arte tienen esa finalidad (…) somos hombres de pensamiento escrito, que es la forma más alta del pensamiento. Es insoslayable que la posición de un hombre o una mujer que escribe en este continente sea una posición a partir del hambre de libertad total».
El 14 de julio en el teatro «La tapera» se realizará -organizado por el poeta- un homenaje a Armando Tejada Gómez. Víctor Cuello realizó varias plaquetas y un libro de poemas «Monedas del 85» que será prontamente editado. Sus poemas se difunden en la Red. Actualmente publicaron sus versos en la revista virtual literaria «Letraria» y en el blog «La piedra encendida», en el que pueden escuchar sus audios.
Los poemas de Víctor fueron elogiados por poetas y escritores tales como Juan Filloy, Atilio Castelpoggi, Victoria Puerredón, Antonio Requeni, Alfredo Luis Meloni, Oscar Sosa Ríos, Dora Giannoni y Ernesto Sábato, entre otros.