El nene había sido discriminado en varios establecimientos de Isidro Casanova por su discapacidad motriz. Fue tras la intervención de la DIPREGEP que obtuvo una vacante. Ulises logró avanzar notablemente en el desarrollo del habla y en la forma de relacionarse con su entorno más cercano.
A principios de 2012, Periódico S!C dio a conocer la historia de Ulises, un pequeño de tres años al que varios establecimientos de Isidro Casanova le habían negado una vacante por padecer una discapacidad motriz.
El nene padece una enfermedad llamada encefalopatía crónica no evolutiva, la cual afecta su movilidad, pero no su desarrollo intelectual, por lo que los médicos de distintas especialidades que lo asisten, acordaron que el pequeño no necesitaba asistir a un jardín de infantes de educación especial, sino que reunía todas las condiciones para integrarse a un establecimiento convencional.
Pero una vez que sus padres iniciaron la búsqueda de un jardín, se encontraron con la negativa de las autoridades de tres establecimientos educativos. Tras la repercusión mediática del caso y la intervención de la Dirección provincial de Educación de Gestión Privada (DIPREGEP), uno de los jardines que se había negado a recibir al nene, depuso la actitud discriminadora y aceptó inscribir a Ulises.
Según contó el papá de Ulises, Nahuel Alcaraz, el balance es “muy positivo”, ya que el pequeño logró avanzar notablemente en el desarrollo del habla y en la forma de relacionarse con su entorno más cercano. “Hoy reconoce y se dirige a su abuelo, a sus tíos, primos y sabe expresar lo que quiere. Además, el jardín lo ayudó mucho con la movilidad de sus manos”, contó.
Los avances más notables se dieron en el terreno de la comunicación. Según el papá del nene, “estos logros son gracias a las terapias que viene realizando, pero también gracias al jardín, ya que él pudo integrarse con otros chicos y eso lo ayudó mucho. Le gusta mucho cantar y hasta va a participar del acto de fin de año tocando el bombo”.
Debido a las terapias que Ulises debe realizar, durante este año asistió al jardín tres veces por semana, pero el objetivo es que en 2013 pueda concurrir de lunes a viernes.
De hecho, los médicos de las diversas especialidades que asisten al pequeño, ya dieron el visto bueno para que continúe con sus compañeros en la sala de cuatro. “El objetivo es que Uli llegué a preescolar de esta manera, y luego se verá cómo sigue en la primaria”, explicó Alcaraz, quien además destacó el compañerismo de los pares de Ulises que se muestran dispuestos a ayudarlo. “Hasta le acomodan los audífonos”, contó.
Una espera eterna
Ulises mostró grandes avances en el desarrollo del lenguaje y la comunicación con su entorno que han sido posibles gracias a las terapias que realiza semanalmente, al estímulo constante de su familia y a su paso por el jardín de infantes.
El pequeño dio cada paso a pesar de no contar con los audífonos que necesita para escuchar correctamente, y que la obra social del Sindicato del Plástico se niega a cubrir desde 2011.
Fue mediante la Obra Social del Personal de la Industria del Plástico (OSPIP), que Ulises fue atendido en el Centro de Implante Coclear. Al nene le diagnosticaron una hipoacusia profunda del oído izquierdo y severa del oído derecho, por lo que requiere audífonos de una marca específica que, debido a la potencia que poseen, puede brindarle al nene una audición perfecta.
Pero una vez que los padres del nene presentaron la receta y la documentación correspondiente para adquirir los audífonos, desde la misma obra social solicitaron que Ulises fuera atendido por otro profesional, que recetó otros audífonos que no son los indicados para la patología que padece Ulises, y con los cuales no escucha correctamente.
“Un chico aprende de los que escucha, y a pesar de no oír bien, Ulises avanzó un montón. Si tuviera los audífonos que corresponden, seguramente avanzaría mucho más”, señaló el padre del pequeño.
El reclamo fue presentado por la familia hace un año y medio, y luego de algunas gestiones, el caso llegó a la sede central del Sindicato del Plástico. En la actualidad, los padres del pequeño esperan obtener una respuesta por parte de las máximas autoridades de OSPIP a nivel nacional.