En Honduras
Un grupo de periodistas que la semana pasada marcharon contra la impunidad frente al asesinato de 17 comunicadores, y fueron reprimidos por la seguridad de la casa de gobierno, formularon una denuncia contra el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, ante la Fiscalía Especial de los Derechos Humanos.
Los comunicadores se presentaron al Ministerio Público para denunciar ante esa fiscalía especial los tratos crueles que recibieron al intentar llegar a la sede del Poder Ejecutivo para exigir al gobierno una investigación efectiva por el asesinato de periodistas, informó hoy el diario local El Heraldo.
La denuncia es también contra el jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras, René Osorio, y el jefe de la guardia de honor presidencial, general Andrés Felipe Díaz.
La periodista Claudia Mendoza, parte de la manifestación reprimida la semana pasada, precisó que la denuncia es también contra los autores intelectuales y los demás que de las investigaciones resulten como autores materiales de los hechos.
El presidente Lobo, tras conocer la represión contra los comunicadores justificó la acción de los policías y militares, argumentando que los manifestantes no llegaron pacíficamente a la casa de gobierno.
Agregó, en aquella oportunidad, que era «lógica» la respuesta de los guardias y advirtió a los periodistas que en Honduras nadie tiene inmunidad.
«Lo lamento mucho por mis amigos periodistas, pero aquí en Honduras nadie tiene inmunidad. El que venga en paz, en paz lo vamos a recibir, y el que venga violento, pues lo tenemos que controlar», expresó entonces el mandatario.
Mendoza dijo que «ese día fuimos salvajemente golpeadas», al tiempo que detalló que la denuncia es por los supuestos delitos de abuso de autoridad y tratos crueles y degradantes.
El grupo de mujeres periodistas también se pronunciaron hoy frente al Congreso Nacional, exigiendo al gobierno que se esclarezcan los crímenes que han quedado en la impunidad, ya que no hay un solo detenido por el asesinato de los comunicadores.
Según el más reciente informe de la ONG Campaña Emblema de Prensa (PEC, por sus siglas en francés), Honduras es el quinto país más peligroso en el mundo para ejercer el periodismo.
Son al menos 17 los asesinatos registrados contra comunicadores sociales durante la gestión del presidente Lobo (2010 -2011).
Por otra parte, tras la condecoración que recibió del gobierno el obispo auxiliar de San Pedro Sula, monseñor Rómulo Emiliani, el religioso reclamó un alto a la violencia y solicitó libertad para Honduras.
«Me duele cómo le golpean el rostro al país con esta pobreza desalmada, tengo a Honduras en mi corazón y sufro viendo cómo despedazan esta tierra con el hacha de la corrupción, el crimen organizado y el desempleo», lamentó.
El religioso agregó que «no es justo lo que pasa en Honduras, esto no es lo que dios ha querido para este pueblo de madres que lloran la muerte violenta de sus hijos o de hijos que un día amanecen sin la presencia de uno de sus padres, ya sea porque lo han matado o porque han tenido que huir a los Estados Unidos en esa emigración forzada».
Emiliani enfatizó que «somos testigos de la agonía de un pueblo colgado en una cruz y clavado por tantos traidores que se gozan con martillar las manos y los pies de los que no pueden defenderse».