El asesinato de un adolescente dejó al descubierto la violencia que se vive en los barrios de Catán

Los amigos de Diego juntaron fondos para realizar el mural.

DIEGO PEDRAZA FUE ASESINADO A LOS 19 AÑOS.

La violencia se camufla en lo cotidiano y hace ver normal un fenómeno aberrante. Peleas de barras adolescentes, rivalidades barriales sin sentido, dejadez estatal y ausencia policial son el cóctel explosivo que consume vidas y destroza familias en González Catán. Diego Enrique Pedraza (19) fue asesinado de un escopetazo en la cabeza, ello conmocionó a los vecinos que salieron a decir “basta” de violencia y exigen medidas urgentes de la policía y las autoridades municipales.

Por Pablo Pozurama
ppozurama@periodicosic.com.ar

Diego Pedraza tenía tan sólo 19 años, trabajaba en el taller de calzado junto a su padre, estudiaba para finalizar sus estudios secundarios, estaba de novio y lleno de proyectos de vida. En la madrugada del 8 de enero pasado, el joven se encontraba en un cumpleaños sobre la calle Cobo e Iberá del barrio El Arroyito de González Catán. Un grupo de amigos de Diego decidió ir a comprar hasta un quiosco que queda del otro lado del arroyo que divide este barrio con La Losa. Allí una banda de chicos que envalentonados con las rivalidades barriales comenzaron a agredir a los “extranjeros” quienes corrieron en dirección hacia donde se desarrollaba el cumpleaños. Al escuchar los gritos, Diego salió corriendo a defender a sus amigos.

Según indican testigos que estuvieron en la zona, una persona de unos 30 años apuntó con una escopeta a un adolescente que le suplicó: “No tires, soy yo… Damián”. Ante esta situación Diego socorrió a este chico para evitar una tragedia y cuando emprendió su retirada y quedó de espaldas al hombre armado, quien le disparó a sangre fría y a pocos metros de distancia destrozó el cráneo de Diego Pedraza, que ni siquiera pudo ver a los ojos a su agresor al momento del disparo fatal.

Algunos testigos indican que Diego fue golpeado en la cabeza a patadas después de haber recibido el disparo. El cuerpo tendido con el corazón latiendo fue arrastrado por sus amigos y socorrido por una desesperada madre que en vano intentó evitar que la vida de su hijo fuera arrebatada en un instante. El joven de 19 años llegó al hospital del Km. 32, luego fue derivado al hospital de Ezeiza, donde se comprobó que Diego tenía muerte cerebral. Su corta vida se había esfumado sin razón

Del dolor a la lucha

“Una semana antes que lo asesinaran, Diego me dijo: Mamá, viste que mataron un pibe ahí en la esquina de Camila. Yo le dije que se deje de ocupar de esas cosas y que se ocupe de su novia, su trabajo y la escuela y él me puso una cara como diciendo de qué me hablas mamá, te estoy diciendo que mataron a un pibe en la esquina”, así comenzó su triste relato Adriana Córdoba, la madre del joven ultimado.

Según indicó la propia madre, cerca de 15 testigos fueron a declarar espontáneamente para esclarecer el hecho.

“Cuando mataron a mi hijo le pedí ayuda a todos, para que quede todo claro y todos se prestaron”, confió.

En cuanto al paradero del asesino, Adriana explicó que se encuentra prófugo, tanto él como su esposa, quien también estaría implicada en el homicidio ya que hay versiones que indican que la mujer fue quien facilitó el arma al homicida e incitó a que él dispare contra Diego.

A su vez, la madre del joven asesinado reconoce que “era habitual la pelea de bandas hasta la muerte de mi hijo”. “Hubo ocho muertes en un mes”, sentenció la mujer como comprendiendo de golpe la cruda realidad que la rodea.

A raíz de la muerte de Diego Pedraza, los vecinos se reunieron en asamblea, de la cual participaron desde los diferentes barrios a fin de poner fin a las rivalidades sin sentido que se cobran vidas diariamente. El 16 de enero, todos juntos, cortaron la Ruta 3 a la altura de la calle Calderón de la Barca para clamar justicia y decir “basta” a la violencia en la zona.

“El día del corte no vino nadie, solo hablé con el jefe de seguridad de La Matanza, Raggio, porque fui yo a buscarlo y lo que nos prometió fueron cámaras de seguridad, más patrullaje y reuniones periódicas con él”, explicó Adriana.

Asimismo, la mujer, indignada, apuntó: “Le mandamos cartas y mensajes al Intendente pero no respondió”. Por otro lado, Adriana cargó contra el Foro de Seguridad de González Catán desde donde “nos aconsejaban que no hagamos el corte porque iba a ser un desastre, que tome otras medidas, eso me dijo Mansilla, el presidente del Foro de seguridad de Catán”.

Por su parte, Jorge Pedraza, padre de Diego, profundizó: “Hay una falta de políticas de acción concretas de prevención. Después de lo que pasó, ofrecen las cámaras de seguridad”.

Las paredes hablan

Tras la muerte de Diego, sus amigos de distintos barrios, trabajaron cortando pasto y juntando tierra para conseguir el dinero necesario que les permitiera pintar murales que inmortalicen a su amigo asesinado. Los mismos chicos construyeron una casita de material en la esquina de Iberá y Riglos, donde fue ultimado el joven de 19 años. Allí, desde una imagen, Diego seguirá participando de las reuniones con sus amigos de la esquina.

La Causa

La causa por el homicidio de Diego Enrique Pedraza (exp. 844/12) recayó en la fiscalía Nº2 de La Matanza, a cargo de la Dra. Silvana Breggia. A su vez, el Juez de Garantías que interviene es el Dr. Rubén Ochipinti. Según pudo averiguar la familia, el homicida tiene pedido de captura. Al cierre de esta edición, se habían realizado varios allanamientos en la zona donde fue el hecho, pero todavía no se había dado con el paradero del asesino.

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