Ana María Neve es paciente crónica de cáncer de mama. En esta oportunidad comparte con S!C su historia de vida, sus logros personales y profesionales. Escritora, guionista y autora del libro Retazos… de lo ordinario a lo extraordinario, que fue declarado de Interés Cultural y Sanitario en 2008 por el Honorable Concejo Deliberante (HCD) de La Matanza.
Por Cinthia Bistolfi
cbistolfi@periodicosic.com.ar
Semana gris y de lluvia, no hubo lugar para días soleados. Una tarde, en la oficina de S!C, parecía no cumplirse con el estado del clima pronosticado por los matutinos porque la presencia de Ana María Neve irradió la redacción. Con calidez, gracia y amabilidad, Ana María compartió una taza de café.
¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
Estoy con el proyecto de escribir mi tercer libro, este va a ser de cuentos y monólogos. Quiero ir ordenadamente, primero empecé con uno de autoayuda (Retazos…de lo ordinario a lo extraordinario), por-que era lo que estaba aconteciendo en ese momento, después, este año presenté uno de poesía (Retratos de paisajes en poesías) y para el próximo año quiero lanzar uno de cuentos y monólogos cómicos porque me gusta mucho el género humorístico.
Por otro lado, hace nueve años que estoy en una radio de La Matanza, conduzco el programa Particularmente Radial que se emite en AM 670.
¿Qué aspectos tomaste de tu enfermedad (cáncer de mama) para construir algo positivo?
Yo arranqué con la enfermedad a los 39 años, ahora tengo 53. Fueron 14 años donde atravesé por diferentes etapas, supongo que soy una persona inquieta porque a lo largo de mi vida siempre hice muchas cosas. Me di cuenta que, en mi caso, cuando te acontecen crisis o situaciones, uno sin darse cuenta recurre a cosas que ha hecho en el pasado que pensamos que nunca nos iba a servir en la vida. Algunos se agarran de la religión y otros de donde pueden. Yo pensaba que si hacía todo lo que los médicos me decían y que si, a su vez, era una buena cristiana se me iban a dar bien las cosas pero bueno, en mi caso, el cáncer se repitió tres veces. Ahí fue cuando entré en otro tipo de búsquedas y me di cuenta que lo importante es lo que uno tiene adentro, la fuerza la tenemos que sacar de nosotros mismos, eso no nos lo puede dar nadie. También el entorno es lo que ayuda, hay gente que te sirve a lo largo del camino, que te apoya y te ayuda positivamente y hay otra que no, porque ni siquiera puede apoyarse en sí misma.
La tercera vez que se me repitió la enfermedad, que fue la recaída más dura, también se dio que falleció mi papá por cáncer de páncreas, eso fue terrible. Yo la verdad que mucho no entendía por qué me pasó todo en el mismo mes. Después tuve que ir aceptando las cosas que pasaron.
¿Qué aportes trasmitísen tu libro Retazos… de lo ordinario a lo extraordinario?
De todo lo que han dicho de mi libro, me gusta recordar una frase en particular: “Esta mujer humanizó el cáncer”. El aporte que yo quise hacer era concientizar a la gente joven ya que está dirigido principalmente a esta franja, además, utilicé el arte del body painting, que es un idioma que la gente joven maneja mucho, para contar en imágenes dibujadas sobre mi cabeza pelada los distintos estadios que atraviesa el paciente oncológico. Elegí acercarme a este grupo porque cada vez es más ata-cado por esta enfermedad, anteriormente no se escuchaban casos en personas tan jóvenes. Además, al ridicularizar mi cabeza pelada, quise desmitificar la importancia que le otorgan a la parte estética.
Me gustó la técnica del body art porque es un lenguaje relativamente nuevo y muy gráfico. En realidad todo tiene un por qué, cuando estudiaba en el ISER (Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica) me tocó hacer una monografía sobre tatuajes, a raíz de eso conocí esta técnica que luego empleé para hacer mi libro con la participación de Mc Pyo, el mayor referente de body art en la Argentina.
¿Qué papel jugó el arte del origami durante este duro acontecimiento?
Fue toda una anécdota. Yo soy muy inquieta y esto se dio en una de mis tantas búsquedas así que una vez pasé por un instituto japonés y vi origamis en la vidriera, lo que me pareció una cosa muy fina y rara. Entonces, entré y pregunté si me podían enseñar y me dijeron que no, porque no lo podía aprender cualquiera a lo que le respondí que yo hacía artesanías y me contesta-ron que el origami no es una artesanía, entonces me preguntan por qué quería hacer origami y yo le respondo que me gustaba a lo que me dice: “Con eso no alcanza”, así que le pasé mi teléfono y le dije que me llamen cuando cambien de opinión. Cuestión, ¡me llamaron a los seis meses!
El origami no es un arte, ni es una ciencia, es una disciplina y se requiere mucha concentración, amor y tiempo. Estuvo muy presente durante mi enfermedad y por eso formó parte de mi primer libro. En la tapa hay una grulla colocada sobre mi cabeza porque este elemento es el símbolo de la larga vida y del guerrero vencedor que logra volver de la batalla y como el cáncer es una batalla, me pareció una buena simbología para los que luchan con enfermedades.
¿Recibiste menciones de parte del Municipio de La Matanza?
Sí, mi primer libro fue declara-do de Interés Cultural y Sanitario en 2008 por el Honorable Concejo Deliberante de La Matanza (HCD). También lo presenté por el interior del país. Después todo eso se cortó porque fui censurada por instituciones a raíz de una carta que escribí a Clarín en la que emití fuertes críticas sobre quienes hacen política con la enfermedad.
Luego de haber recorrido mu-chas instituciones tengo el orgullo de decir que no pertenezco a ninguna, así que por decir simplemente lo que pienso, que a veces no es lo políticamente correcto, ya no me invitan más a eventos, presentaciones, o seminarios.
Contame acerca de tu reciente libro Retratos de paisajes en poesías.
Este segundo libro entra en un estado de reordenamiento de mi computadora (risas). Ahora decidí hacer uno de poesías y el próximo será de cuentos y monólogos y después tengo que hacer un libro contando mi vida, total ya voy a estar cerca del cajón. Tengo que ver el modo de contarlo, no va a ser autobiográfico porque no creo que le interese a alguien, estoy pensando en escribirlo en forma de novela y utilizar otros personajes, nombres y escenarios porque sino, con todas las críticas que voy a hacer, terminaría con dos millones de juicios.
GRACIAS ANA MARIA por tu testimonio!!!
Besos y abrazos, Maria D’Alessandro
Estimada Silvia, gracias por tu comentario tan oportuno. Humildemente el punto del maltrato merecería un capítulo especial en el tema del cáncer de mama. Gracias a vos!
Como sobreviviente al cancer de mama y a un matrimonio atravesado por el maltrato, me resulta tonificante y esperanzador, la actitud de Ana Maria Neve. Las palabras huelgan, Solo GRACIAS !!
Quiero agradecer a Angela Tobar por acordarse de mi, a Cinthia Bistolfi, autora de la nota y a todos los chicos de SIC. Me gustó mucho la nota y yo también la pasé muy bien esa tarde con ustedes.
Que tengan una larga y feliz vida llena de proyectos y realizaciones.
Y como digo en el libro: «…al cáncer no le des la nuca, da la cara, la misión es siempre seguir. Sin temor al tumor con humor y con amor». Ana María Neve
Hasta la victoria siempre!!!