Chile, la economía y la nacionalidad

Por: Miguel Saredi (*)

Cuando leemos los números de nuestro intercambio comercial con Chile surgen aspectos positivos de nuestra relación con nuestro vecino país, que llevan a muchos -e incluso a funcionarios del actual gobierno- a promover los lazos de fortalecimiento con dicha República.

Leyendo periódicos ingleses, se dan en mi corazón, y en mi razón, situaciones encontradas.

Como Presidente de la Cámara de Empresas Exportadoras Argentinas, no puedo menos que gratificarme con los números comerciales con Chile, que se llevó el segundo lugar como destino de las ventas argentinas, al realizar compras en el semestre por u$s 2.514 millones.

El comercio con Chile mejoró en el primer semestre, y Argentina logró un superávit de u$s 2.032 millones, a raíz de un aumento en las ventas de 19% y una caída de las importaciones del 6%.

Los mayores productos vendidos al país trasandino fueron manufacturas de origen industrial (productos planos de hierro o acero sin alear), combustibles y energía (petróleo crudo).

En un año difícil para nuestras exportaciones, en gran medida por la crisis mundial, resulta muy importante el volumen de ventas a Chile, y desde la misma Secretaría de Comercio se impulsa el fortalecimiento de dicha relación, aun cuando integrantes de nuestra Cámara pretendían impulsar fuertemente vínculos también con otros países amigos como Perú.

Llama la atención, porque además de la relación por motivos estrictamente económicos y estratégicos, el trabajo se centralizaba por un lado en la apertura de nuevos mercados, como el de Angola o Vietnam, pero se tenía en cuenta el fortalecimiento y amistad con los Gobiernos de dichos países, con los cuales se compartían también lineamientos en materia de política internacional.

Pero como Director de una Carrera de Ciencias Políticas, y especialmente como argentino, no puedo dejar pasar sin pedir explicaciones por unas notas aparecidas en diarios ingleses, que llenan de dolor el corazón, frente a una noticia, que ya tiene cerca de una semana, aunque parece haber pasado desapercibida en la Argentina.

Y es la reciente visita del Presidente Piñera a Inglaterra, y su reunión con David Cameron. En la crónica más cercana a los isleños, de aquí y de allá, se reflejan puntos como los siguientes:

– Discusión sobre la cooperación antártica y confirmación sobre los vínculos estrechos entre ambas naciones.

– Reconocimiento sobre sus puntos de vista sobre las Islas Malvinas, de cooperación en defensa y el referéndum próximo. Los dos líderes también acogieron con beneplácito el acuerdo firmado el jueves entre el British Antarctic Survey y del Instituto Antártico Chileno para fortalecer la cooperación de los países de esta región. «El primer ministro inglés saluda calurosamente y le da la bienvenida al Presidente Piñera de Chile a Downing Street por segunda vez, y dice que Chile fue uno de los más antiguos amigos de Gran Bretaña en América del Sur, con muchos valores y aspiraciones comunes», en un comunicado.

Ambos líderes dijeron que la reunión reforzó aún más su relación y acordaron mantener una estrecha cooperación en materia de defensa y política exterior, así como comprometerse a incrementar el comercio bilateral entre los dos países. Por último, dijo que el acuerdo BAS / Antártica Chilena fortalecerá la cooperación en la región y «permitirá que ambos países utilicen los centros de investigación y otros activos para ayudar a ofrecer programas de investigación en una parte del mundo que es vital para la comprensión de la velocidad y el impacto del cambio climático». El presidente Piñera describió la reunión con el Primer Ministro Cameron como «franca, directa y con resultados concretos y positivos».

Piñera “destacó el acuerdo de cooperación científica en la Antártida y el acuerdo de tener maestros enviados a Chile para enseñar Inglés y ayudar al país sudamericano convertirse en una nación bilingüe, además de digital.” “ Las relaciones entre Chile y Gran Bretaña son muy sólidas, positivas y tenemos que avanzar más en ese camino, que estoy seguro que ayudará a la calidad de vida de los chilenos en particular los estudiantes y empresarios, a través de los acuerdos en materia de educación, innovación y tecnología”.

Mas allá del aumento de nuestro comercio exterior; del respeto al pueblo chileno, a su autodeterminación, y posibilidades como Nación soberana; creo que merece una seria y firme desmentida del gobierno chileno y su canciller por la magnitud de las declaraciones consignadas, por lo menos en algunos de sus puntos.

Seguramente, y quizás por amar la unidad latinoamericana, creemos, se trate de una burda operación de prensa de medios ingleses, o específicamente cercanos a los isleños, si tenemos también presente, las firmes declaraciones realizadas a través del Canciller de la República de Chile, Moreno ,en febrero de este año, reafirmando los derechos argentinos; y además que Chile ha mantenido en los últimos años su apoyo a las aspiraciones argentina, sumándose a la decisión del bloque del Mercosur de prohibir la entrada a sus puertos de barcos con banderas de Malvinas.

Si a así no fueran, se enfrentarían dos conceptos, o en realidad un valor y una ciencia o disciplina, como los de nacionalidad y economía. Y para nosotros queda claro cual tiene primacía.

(*) Presidente de Cámara de Empresas Exportadoras Argentinas

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