El docente de Gregorio de Laferrere que fue operado en cinco oportunidades por un tumor cráneo facial, perdió la visión por completo. Es que tras las diversas intervenciones quirúrgicas, se formaron dos quistes que presionan su ojo izquierdo, el único con el cual podía ver. “Me estoy adaptando a esta nueva situación”, dijo Pablo, exponiendo una vez más su capacidad de lucha y fuerza de voluntad.
En marzo de 2012, gran parte de la comunidad de La Matanza conocía la historia de Pablo Saavedra y se sumaba a una gran movida solidaria, para ayudar al docente de Gregorio de Laferrere en su lucha contra un extraño tumor cráneo-facial.
Pablo recibió un extenuante tratamiento en el Hospital Hopkins, ubicado en la Ciudad de Baltimore, Estados Unidos. Allí fue intervenido quirúrgicamente en cinco oportunidades.
Fue en agosto que el profesor de música de diversos establecimientos matanceros, regresó al país con las mejores noticias. El tumor había sido removido y los estudios realizados no mostraban rastros del tumor.
Pero el panorama cambió en septiembre, cuando Pablo perdió la visión por completo. Como consecuencia de las cinco intervenciones, se formaron dos quistes de consistencia líquida, que comenzaron a ejercer presión sobre su ojo derecho, el único con el cual podía ver.
“Es muy difícil que pueda recuperar la visón”, contó a S!C, Pablo Saavedra, que lejos de bajar los brazos, con su enorme fuerza de voluntad, redobla la apuesta. “Así que estoy adaptándome a esta nueva situación, aprendiendo braille y los sistemas de informática para no videntes”, dijo el docente.
Además de la pérdida de la visión, los dos quistes le provocan fuertes dolores de cabeza. En la actualidad, Pablo se atiende en el Hospital General de Agudos «Dr. Ignacio Pirovano”, de Capital Federal, allí se realiza los controles mensuales que requiere para la recuperación.
Además, todos los resultados son enviados al Hospital Hopkins, cuyos profesionales siguen el caso de Pablo y evalúan las mejores opciones para la continuidad del tratamiento.
Si bien, el docente debería haber regresado a Estados Unidos este mes, el viaje fue postergado a raíz de la pérdida de la visión total de Pablo, ya que los profesionales del Hospital Hopkins se encuentran evaluando cómo seguir el tratamiento.
El objetivo de la nueva estadía en Baltimore era proceder, a través de una intervención quirúrgica, a la reconstrucción completa de la nariz y de la dentadura superior del docente, además de lograr el alineamiento de sus ojos.
Pero ante el nuevo desafío que Pablo enfrenta, los pasos a seguir aún son inciertos. Mientras tanto, Pablo trabaja junto a una terapeuta para adaptarse a la pérdida completa de la visión, y apuesta seguir adelante.
La lucha del docente lleva 12 años y parece no darle tregua, pero de ninguna manera baja los brazos. Gabriela Saavedra, prima de Pablo manifestó: “Es un genio, él es que nos da aliento a nosotros, y va a salir adelante como sea”.
La enfermedad de Pablo se inició en el año 2001 cuando un cuerpo extraño comenzó a asomarse en uno de los orificios nasales. Era el extraño tumor que comenzaba a crecer en su rostro.
Para combatirlo, fue sometido a diversas cirugías paliativas, pero en Argentina no había posibilidad de extraer, por lo que el docente debió buscar asistencia médica en el extranjero.
“Todos de la mano por Pablo”
Amigos y familiares de Pablo Saavedra se encargaron de llevar su historia a cada rincón de La Matanza, de Argentina, y también de América. Para juntar fondos que ayuden a costear los gastos de la estadía del docente en Estados Unidos.
El costo de las operaciones fue costeado con fondos otorgados por el Ministerio de Salud de la Nación, tras la repercusión mediática del caso.
Los eventos solidarios continuaron una vez que el docente regresó al país, para recaudar dinero que ayude a Pablo en su nuevo viaje, para el cual aún no hay una fecha concreta.
Como respuesta a la ayuda recibida, de personas que incluso no conoce, Pablo manifestó sus deseos de retribuir a la comunidad los gestos de solidaridad. “Me siento con el deber ético de ayudar a quién lo necesite”, dijo cuando regresó al país en agosto último.
En esa oportunidad, el docente manifestó: “Fue increíble la repercusión que tuvo mi caso, no solo en La Matanza, el Partido al cual pertenezco, sino a nivel provincial, nacional e internacional.
He recibido el apoyo de familiares, amigos, compañeros de trabajo, instituciones, fundaciones, empresas y órganos de Gobierno. Todo esto hubiera sido imposible sin el apoyo de todos ellos. La ayuda también provino de otros países como México, Chile y EEUU. Estaré eternamente agradecido a todos ellos. Si esto no hubiera sucedido, hoy quizás no estaría con vida, o mi vida estaría en serios riesgos”.