La adolescente fue asesinada por los padres de una amiga tras una discusión en la red social Facebook. Su hermana impulsa un proyecto para inaugurar un merendero para homenajearla. Los acusados de cometer el asesinato de la joven se encuentran detenidos. Todavía no hay fecha para el inicio del juicio.
El 22 de noviembre se cumplió un año de la desaparición física de Claudia Molina, la adolescente que fue asesinada por los padres de una amiga, con quien había mantenido una serie de discusiones a través de la red social Facebook y mensajes de texto.
A la espera del juicio que determine la culpabilidad de los acusados, Cintia Aguirre y Gustavo González, la hermana de la víctima, Marcela Molina, emprendió un nuevo camino: transformar su profundo dolor en un acto de solidaridad.
Para ello, tiene como objetivo abrir un merendero en su casa del complejo habitacional Villegas de Ciudad Evita, el mismo lugar en el que su hermana fue asesinada, y el que tendrá como nombre “Tu Mirada”.
El camino para comenzar a concretar el proyecto, no fue fácil. El principal obstáculo, fue el cuestionamiento del espacio físico con el que cuenta la familia Molina para el funcionamiento del merendero, el cual funcionaría en un garaje.
La primera inspección del lugar por parte de una asistente social de la Secretaría de Desarrollo Social de La Matanza, tuvo un saldo negativo, pero Marcela siguió buscando apoyo y asesoramiento para cumplir con su objetivo.
Molina explicó que el lugar en el que funcionaría el merendero está en la planta baja de su hogar, cuenta con un baño y cocina propios, y que allí podrían caber hasta 50 chicos.
La familia de Claudia Molina manifestó su deseo de ejercer una tarea en el barrio Villegas, en el cual las necesidades se ven día a día.
Las ganas y la buena voluntad de la familia para llevar adelante el proyecto, dieron sus frutos y el 27 de noviembre Nicolás Fusca, titular de la Secretaría de Desarrollo Social de La Matanza, aprobó el proyecto que ahora está más cerca de realizarse.
La idea de inaugurar un merendero en el barrio, surgió del propio deseo de la adolescente asesinada. Su hermana contó: “Claudia era muy solidaria. Junto a mi mamá trabajaron en un comedor comunitario y le gustaba mucho”.
El panorama en el barrio Villegas de Ciudad Evita no es el más alentador, y según manifestó Marcela, “muchos chicos reciben su único alimento diario en los comedores de los colegios”.
Si bien el desde la Secretaría de Desarrollo Social se aprobó el espacio físico en el que funcionará el merendero “Tu Mirada”, la familia Molina necesitará de mucha ayuda y colaboración para llevar adelante la tarea solidaria, que beneficiará a los sectores más carenciados del complejo habitacional.
A la espera del juicio
Los acusados de asesinar a Claudia Molina el 22 de noviembre de 2011, fueron detenidos en la provincia de Corrientes el 20 de junio último, tras estar prófugos durante siete meses.
La pareja se encontraba en un complejo habitacional en el barrio Ponde de la capital correntina junto a sus hijos, incluida su hija Aylen, de 14 años que estuvo involucrada en el crimen y que debía estar bajo la custodia de otros familiares, luego de ser absuelta en la causa.
La menor se había declarado culpable del asesinato de su amiga, pero según declararon los testigos, los autores del hecho fue Aguirre, quién acuchilló a la adolescente de 15 años en más de 10 oportunidades, mientras que González amenazaba con un arma de fuego a Abel Molina, hermano de Claudia para que no intervenga en su defensa.
Cintia Aguirre se encuentra presa en el Penal para mujeres de Los Hornos, en la Ciudad de La Plata, mientras que Gustavo González, que tiene antecedentes penales, está alojado en la Unidad Penitenciaria Nº 39 de Ituzaingó.
Según Marcela, la causa no ha avanzado “nada”, y aún no está definida una fecha estimativa para el inicio del juicio por el asesinato de la menor.
Crónica de una muerte absurda
Claudia y Aylen solían ser amigas, hasta que comenzaron a distanciarse, las peleas y discusiones se daban a través de una red social y mensajes de texto. Pero los padres de la menor de 14 años, decidieron llevar a su hija a la casa de la familia Molina, para que las adolescentes dirimieran sus diferencias a las trompadas.
Alrededor de las 21, el matrimonio, junto a sus hijos, se presentó en el departamento en el que Claudia vivía con su hermana. Aguirre golpeó la puerta y manifestó querer hablar con la adolescente, mientras González permanecía escondido.
Una vez que Abel abrió la puerta, el hombre lo puso contra la pared y comenzó con las amenazas. Luego instigaron a Claudia a salir al pasillo y pelear.
Según contó Molina, el crimen de su hermana fue premeditado, ya que González se encargó de asegurarse de que ella no se encontrara en el departamento. “Me llamó a mi lugar de trabajo y me dijo que teníamos que hablar sobre las chicas. Quedamos en que cuando yo terminara de trabajar iba a la casa”.
Tras cometer el crimen, toda la familia huyó y a las pocas horas, Aylen “se entregó” para hacerse cargo del crimen. Pero las pericias y el testimonio de los testigos desestimaron esa versión y la menor fue absuelta. Si bien quedó bajo la custodia de un familiar, cuando sus padres fueron detenidos, la menor se encontraba con ellos.