Extraño era ver en La Matanza al gremio de Camioneros mezclado con la UOM, o saber que Gastronómicos y SEOCA compartían CGT con Textiles y SMATA.
La imagen obligaba a pensar lo que hoy sería una extravagante foto entre Cristina Kirchner y Hugo Moyano, o Barrionuevo y Kicillof.
En este distrito convivían todos esos y muchos más. En nombre de la unidad del movimiento obrero, el opositor Julio Ledesma estaba dentro de la misma CGT que el oficialista Carlos Gdansky, pero ese clima de supuesta calma se rompió cuando semanas atrás se creó la CGT paralela.
Tras no lograr una lista de unidad para la normalización de la CGT distrital, Carlos Gdansky presentó su renuncia indeclinable a su cargo como secretario general y nombró a Mario Ortiz, hombre perteneciente al sindicato textil, como su sucesor. Gdansky dejó su cargo en medio de denuncias de intromisión política de “algunos funcionarios municipales” que politizaron la elección gremial y “no permitieron la unidad”.
En este contexto, el secretario general del sindicato textil de La Matanza, Mario Ortiz se convirtió en el sucesor de Carlos Gdansky frente a la Confederación General del Trabajo (CGT) distrital La Matanza. Fueron 48 los gremios que presentaron sus avales en apoyo a la lista.
Ortiz se negó a opinar sobre la denuncia de su antecesor, pero deslizó que Gdansky “debe tener fundamentos para realizar esa denuncia. Él no es de tirar cosas en el aire, sé cómo trabaja y cuando dice una cosa es porque tiene pruebas concretas”.
“Queríamos llegar a esa fecha con la unidad, pero como esto tiene que ver con un correlato de los nacional”, mencionó.
Con respecto a los avales que debían entregarse con fecha máxima el lunes 10 de marzo, explicó que “sólo recibimos los 48 avales nuestros, avales que son de gremios con personería gremial, no con gremios inventados”.
Mario Ortiz anticipó que su trabajo a futuro será “seguir la misma línea que Gdansky; trabajaremos con el mismo respeto de siempre”, dijo.
Desde el gremio de empleados Plásticos, el exconcejal Carlos Coma habló de la fractura de la CGT afirmando que “todos” los sectores pusieron “lo mejor para poder lograr una lista única, una CGT en la que se vieran representados todos los gremios”.
“Lamentablemente eso no se logró en esta primera parte, pero creo que no hay que descartarlo para el futuro. El pensamiento de todos es que en algún momento tengamos una única CGT y vamos a seguir trabajando en ese camino, creo que esta situación no es definitiva”, estimó.
En referencia a las denuncias presentadas por Gdansky sobre la “mano” de un funcionario municipal que “impidió la unidad” del gremio, casi prefirió no emitir opinión: “Tendríamos que ver a quién se refería, por el momento no tengo una opinión y no sé por qué se expresó de esa manera”, dijo.
Desde la Unión Obrera Metalúrgica, Hugo Melo acompañó en un todo a Carlos Gdansky (Ver página 11), y lamentó la ruptura de la central sindical: “Cuando hay una división o un problema, hay un tercero que se mete, por lo tanto no hay duda que seguramente alguien estuvo trab
ajando o fogoneando para que eso sucediera”, tiró.
Ninguno de los que integran ambas CGT reconocen ser representantes del ala disidente. En la oficialización de la Confederación local con gremios opositores, se habló de “CGT unificada de La Matanza”, una mentira a la vista de todos.
“Los plazos terminaron y tomamos posesión de acuerdo a lo que quisieron los gremios que han expresado esto, que han reflejado la unidad”, dijo Luis Velásquez, otrora aliado del Gobierno municipal.Ernesto Ludueña (SEOCA) y Luis Velásquez (Camioneros) quedaron a cargo de la CGT paralela y, según dijo el camionero, el acto estuvo avalado por “más de 40 representantes sindicales”.
“Nosotros cumplimos los plazos estatutarios y nos avala un plenario, así que si otros compañeros no se ven representados, sabrán ellos cómo seguir”, aseguró el representante de Camioneros afirmando tener el apoyo de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo en la nueva etapa.